_
_
_
_
_

Argentina aprueba la extradición a Chile del lonco mapuche Jones Huala

Está acusado del incendio de una finca y portación de armas de guerra. La defensa apela la decisión ante la Corte Suprema

Facundo Jones Huala, en una foto de archivo.
El lonco Facundo Jones Huala llega al estrado en Bariloche.
Más información
Benetton y los mapuches, batalla sin fin en la Patagonia argentina
La policía encuentra un cadáver donde desapareció Santiago Maldonado

El líder mapuche Facundo Jones Huala puede terminar preso en el penal de Valdivia, Chile. Un tribunal de Bariloche decidió este lunes la extradición del lonco, acusado del incendio en el latifundio Pisu Pisué, en la región chilena de Los Ríos, en 2013, además de tenencia ilegal de armas de fabricación artesanal y la infracción a la Ley de Extranjería. Sin embargo, todavía no cruzará la frontera. La extradición no quedará firme hasta que la Corte Suprema de Justicia decida sobre la apelación de la defensa. El Poder Ejecutivo deberá resolver además acerca del pedido de Jones Huala para ser juzgado en su país natal, Argentina, siempre que la corte confirme la resolución del juez.

El trasfondo de su causa tiene que ver con su pertenencia al grupo extremista RAM (Resistencia Ancestral Mapuche), autor de numerosos desmanes e incidentes en la Patagonia de ambos países, de la cual sería uno de sus cabecillas. Es por ello que a la Justicia argentina no le tembló el pulso para fallar en su contra. "La sentencia está escrita", dijo su abogada, Sonia Ivanoff, antes de entrar al gimnasio donde se realizó la última audiencia. "Más allá de nuestros argumentaciones, tanto de Facundo (Jones Huala) como la mía durante la audiencia del miércoles, creemos que el juez ya tenía la decisión tomada antes de escucharnos". Una vez conocido el fallo hubo incidentes frente al edificio y diez personas fueron detenidas, una de ellas, embarazada.

Jones Huala está detenido en la cárcel de Esquel, a 1.800 kilómetros de Buenos Aires, desde agosto del año pasado. Sin embargo, las movilizaciones se han extendido por toda la Patagonia, con epicentro en la ciudad de Bariloche, la perla turística argentina en la cordillera de los Andes. Ese mismo mes, un grupo de activistas cortó la ruta 40, en cercanías de la comunidad mapuche de Leleque, para exigir la liberación de su líder y fueron reprimidos por la Gendarmería Nacional.

Al ser perseguido por los efectivos que desalojaron el piquete, el joven artesano Santiago Maldonado se tiró al Río Chubut y su cuerpo permaneció desaparecido casi 80 días, cuando se encontró su cadáver. Las causas de su deceso continúan siendo investigadas por la Justicia, pero su figura se convirtió en la bandera de los grupos que piden el reconocimiento de la titularidad de las tierras a los mapuches, muchas de esas fincas en poder del empresario italiano Luciano Benetton.

Días después de reingresar al penal de Esquel -donde ya había estado detenido, el líder mapuche de 32 años concedió una entrevista a EL PAÍS, donde, entre otras cosas, dijo estar preso por “ser un militante y un símbolo de la resistencia" de su pueblo, y "por haber expresado lo que piensan miles de mapuches y de otras comunidades”. Elizabeth Gómez Alcorta, la otra defensora del indígena, explicó que “la extradición fue tratada en un primer juicio y [el juez] Otranto declaró nulo el procedimiento. La fiscal apeló ante la Corte Suprema pero avalaron la decisión del juez. El 27 de julio de 2017 se le inicia un nuevo procedimiento requiriendo lo mismo al juez federal de Bariloche, por los mismos hechos y en el mismo país”. Para la letrada se trata de “una doble persecución simultánea”.

La muerte de Rafael Nahuel

El mismo conflicto que mantienen los Estados y el pueblo indígena también terminó con la vida de Rafael Nahuel, otro mapuche que fue ultimado por un grupo de elite de la Prefectura Naval argentina en inmediaciones de la comunidad Lafken Winkul Mapu, en la zona de lago Mascardi, provincia de Río Negro. El joven de 22 años recibió en su espalda el disparo de una pistola 9 milímetros en un contexto que las fuerzas de seguridad calificaron de “enfrentamiento”. En ese mismo momento, en 25 de mayo, provincia de Buenos Aires, era sepultado Santiago Maldonado.

El pasado miércoles, esos mismos seguidores que marcharon por su líder realizaron un acampe en las puertas del gimnasio municipal que ofició de tribunal, en Bariloche. Las carpas se instalaron 24 horas antes al inicio del juicio y se colgaron banderas pidiendo por la libertad del lonco. La policía instaló vallas en todo el perímetro y los efectivos permanecieron parapetados armados y con escudos, aunque no se registraron enfrentamientos. A primeras horas de la mañana, Jones Huala arribó al lugar en helicóptero. Este lunes se repitió la escena, que terminó con un enfrentamiento entre los mapuches y la policía.

El alegato de Jones Huala

“Menos mal que no tenemos armas de fuego porque si no sería otra la historia. Con piedras y palos se defendió mi gente, esa es la resistencia mapuche”, desafió Jones Huala en su alegato ante el tribunal que lo juzgó. “Mataron a Santiago Maldonado y háganse cargo. Maldonado y Rafael Nahuel son crímenes de Estado como tantos otros muertos en el conflicto mapuche. Son crímenes comprobados. No ha acabado la dictadura, al menos para los mapuches. Sobre todo ahora, con Mauricio Macri, cuya familia fue mano derecha de la última dictadura militar”, enfatizó el líder mapuche.

En su presentación del miércoles, Jones Huala no abandonó el espíritu bélico de su discurso. Recordó que sufrieron "300 años de guerra con los españoles y luego con los criollos” y advirtió que “hoy la resistencia mapuche ha renacido y no importa si nos matan. La resistencia mapuche continuaraá hasta reconstruir nuestra cultura integra. Vamos a seguir recuperando tierras. Nosotros vamos a echar a Benetton aquí en Cushamen, también a las mineras. Como sea vamos a echarlos”.

“Vamos a seguir luchando con piedras, con palos, con lo que tengamos a mano, porque ese es el legado que nos han dejado los mapuches y es parte de nuestra cultura, como también lo es el dialogo. La corona española nos reconoció como una nación autónoma y luego eso lo ha roto el Estado argentino y chileno. Hemos hecho 50.000 presentaciones para que nos devuelvan las tierras y no lo han hecho, ¿Cómo quieren que no reaccionemos?”, finalizó.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_