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Correos evidencian que el filme sobre Bin Laden contó con datos confidenciales

Un congresista denuncia que unos correos evidencian la estrecha relación entre la CIA y la directora Kathryn Bigelow

Eva Saiz
La directora Kathryn Bigelow en los Oscar de 2008.
La directora Kathryn Bigelow en los Oscar de 2008.AFP

La versión de Hollywood sobre la muerte de Osama bin Laden cuenta con el asesoramiento directo de la CIA y el Pentágono. Esta colaboración tan estrecha ha suscitado los recelos del Capitolio acerca de la posibilidad de que la directora de la película, Kathryn Bigelow, haya tenido acceso a información privilegiada. Este miércoles, uno de los líderes republicanos en la Cámara de Representantes, Peter King, ha denunciado en un comunicado que unos correos entre oficiales de la Administración Obama y la cineasta evidencian “una estrecha colaboración, sin precedentes y potencialmente peligrosa para la seguridad del país”.

Los mensajes que este martes publicó la organización conservadora Judicial Watch en su web –obtenidos en virtud de la Ley de Libertad de Información- contienen transcripciones de encuentros y conversaciones entre Bigelow y el guionista Mark Boal y altos cargos de la CIA, el Departamento de Estado, la Casa Blanca y el lobby demócrata Glover Park Group. King, que preside el Comité de Seguridad de la Cámara de Representantes, consiguió, a principios de este año, que el Pentágono iniciara una investigación para averiguar si ambos cineastas habían tenido acceso a información privilegiada para el rodaje.

Los correos indican que se les permitió acceder a centros que son tan secretos que hasta su nombre aparece tachado" Peter King

Este miércoles, el político ha remitido sendas cartas al subsecretario de Defensa para asuntos de Inteligencia, Muchael G. Vickers, y al subdirector de la CIA, Michael Morell, expresándoles su renovada preocupación tras la aparición de los correos. En ellos se revelan reuniones de los creadores de En tierra hostil con Vickers o visitas del guionista al Pentágono y a un edificio de la Agencia de Inteligencia descrito como “el que se usó para albergar algunos de los planes tácticos para la captura de Bin Laden”.

“Los correos indican que a los cineastas se les permitió acceder a centros que son tan secretos que hasta su nombre aparece tachado”, se queja King en su comunicado. “Su contenido evidencia que fueron autorizados para visitar las cámaras acorazadas de la CIA, algo sorprendente para los que sabemos el carácter confidencial y delicado de los documentos que se guardan allí”.

Un artículo publicado en agosto del año pasado por The New York Times que informaba de que Bigelow y Boal “estaban obteniendo acceso privilegiado a la misión más secreta de la historia por una Administración que ha intentado detener a más gente por filtrar información que el Gobierno de Bush”, levantó las suspicacias de King que, desde entonces, no ha cesado de alertar de que la Casa Blanca podría estar poniendo en peligro la seguridad de EE UU. Ante la nueva denuncia del político republicano, un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional se ha remitido a las declaraciones que el secretario de Comunicación de Obama ofreció al conocerse las primeras quejas de King. Entonces, Jay Carney tildó de “ridícula y falsa” la posibilidad de una filtración.

Los mensajes revelan encuentros entre Bigelow y el guionista Mark Boal y altos cargos de la CIA, el Departamento de Estado, la Casa Blanca

El rodaje de una película sobre la caza del líder de Al Qaeda es una idea en la que Bigelow y Boal llevan trabajando décadas, según indicó el guionista cuando comenzó la polémica en agosto pasado. Desde entonces, el proyecto ha estado plagado de contratiempos. Al inconveniente de colocarse en el punto de mira de King y el Pentágono, hay que sumar los problemas que la única directora ganadora de un Oscar ha tenido para grabar la película. En un principio se iba a rodar en Pakistán, pero la prohibición del Gobierno del país asiático obligó a cambiar la localización a la ciudad india de Chandigarth, donde Bigelow se ha encontrado con la oposición de los hindúes radicales.

Además, la película ha cambiado de título en varias ocasiones –se iba a llamar Kill Bin Laden (Matar a Bin Laden), luego pasó a conocerse como Hunt (Caza) y ahora se denomina Zero Dark Thrity-, y se ha alterado su fecha de estreno, del 12 de octubre al 19 de diciembre. El momento de su lanzamiento también ha sido objeto de controversia. Se dijo que se había planeado hacerlo justo antes de las elecciones presidenciales para ayudar a Obama a mejorar su imagen de cara a los comicios.

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Sobre la firma

Eva Saiz
Redactora jefa en Andalucía. Ha desarrollado su carrera profesional en el diario como responsable de la edición impresa y de contenidos y producción digital. Formó parte de la corresponsalía en Washington y ha estado en las secciones de España y Deportes. Licenciada en Derecho por Universidad Pontificia Comillas ICAI- ICADE y Máster de EL PAÍS.

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