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La francesa Cassez, encarcelada por secuestradora, seguirá presa en México

La Corte Suprema dice que se violaron sus derechos procesales, pero rechaza liberarla Un magistrado evaluará otra vez el caso para sopesar en profundidad la decisión El caso ha causado controversia dentro de México y ha tensado las relaciones con Francia

Salvador Camarena
Protesta este miércoles en México contra la puesta en libertad de Cassez.
Protesta este miércoles en México contra la puesta en libertad de Cassez.S. G. (EFE)

La Corte Suprema de México ha rechazado este miércoles liberar a la ciudadana francesa Florence Cassez, condenada en 2005 a 60 años de cárcel por secuestro y por posesión de armas de uso restringido a las Fuerzas Armadas. Sin embargo, cuatro de los cinco magistrados de la primera sala del máximo órgano judicial de este país coinciden en que los derechos procesales de Cassez fueron violados, por lo que su caso será revisado de nuevo.

El fallo sabe a poco a las partes del caso judicial más encendido de los últimos tiempos, que ha enfrentado tanto a sectores de la sociedad mexicana como a los Gobiernos de Felipe Calderón y Nicolas Sarkozy, afectando a las relaciones diplomáticas entre México y Francia. Para unos, la Corte debería haber ratificado la sentencia condenatoria, confirmada anteriormente por otras tres instancias judiciales; para otros, las violaciones al debido proceso eran más que suficientes para que Cassez regresara a casa ayer mismo.

El amparo solicitado por Cassez será revisado de nuevo por la primera sala buscando determinar el alcance de las violaciones que sufrió en el oscuro operativo policial en el que primero fue detenida y luego presentada ante los medios de comunicación, lo que vulneró su derecho a ser puesta de inmediato a disposición de un fiscal y a contar con la oportuna asistencia de su consulado.

La Corte Suprema ha resuelto desechar el proyecto del magistrado Arturo Zaldívar, que solicitó la liberación de la ciudadana francesa en un debate que duró dos horas, y que convocó a activistas de derechos humanos que estaban en igual número a favor y en contra de la liberación de Florence Cassez.

Salvo el magistrado Guillermo Ortiz Mayagoitia, quien se manifestó por la improcedencia del caso, sus compañeros Jorge Pardo Rebolledo, Olga Sánchez Cordero y José Ramón Cossío secundaron a Zaldívar al condenar el montaje televisivo utilizado para exhibir a Cassez. Esto supone un duro revés para Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública de Calderón, y quien fuera el director de la Agencia Federal de Investigación cuando esta llevó a cabo la detención de la francesa.

Cassez fue detenida a las afueras de la capital mexicana en compañía de su expareja sentimental, acusado de ser jefe de una banda de secuestradores denominada Los Zodiaco. Tras la detención fueron liberados tres secuestrados, entre ellos un niño que entonces tenía 8 años de edad y su madre. Con la situación controlada, la policía mexicana a cargo de García Luna organizó un montaje que “recreaba” el operativo policial para que éste fuera transmitido en directo por los informativos televisivos más importantes como si estuviera pasando en vivo.

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Tres meses después de las detenciones, una investigación periodística desenmascaró la maniobra de la policía, y esto precisamente fue lo que le abrió a Cassez la posibilidad de que su caso llegara a la sesión de este miércoles en la Corte.

El magistrado Zaldívar revisó el caso y propuso la libertad de Cassez, al encontrar que el montaje televisivo del 9 de diciembre de 2005 tuvo un “efecto corruptor” en todo el proceso en contra de la francesa, a la que se le habrían violado, conforme a lo expuesto por Zaldívar, varios derechos procesales fundamentales y, finalmente, su derecho a la presunción de inocencia. En la sesión de este miércoles otros magistrados han apoyado la tesis de Zaldívar de que el montaje contaminó algunos testimonios de las víctimas, y han pedido que parte de ellos sean desechados, pero han discrepado en cuanto al impacto final que el montaje pudo haber tenido en el juicio, por lo que la propuesta de libertad ha sido desechada por el momento.

La deliberación de la Corte Suprema ha reunido a un inusitado grupo de periodistas, entre ellos un buen número venidos de Francia, donde consideran a Cassez una víctima del sistema judicial mexicano. Ahora, otro magistrado de la primera sala revisará el caso y formulará un nuevo proyecto de resolución, que deberá discutirse en una fecha por determinar.

Cassez, Calderón, y la ley según Benito Juárez

La discusión en la Corte ha tenido lugar en una fecha emblemática para los mexicanos, que recuerdan el 21 de marzo el nacimiento de Benito Juárez, el presidente indígena de mediados del siglo XIX, reconocido como un adalid de la ley mexicana. Por si hicieran falta simbolismos, Juárez fue también el mandatario mexicano que resistió la invasión francesa (1862-1867) ordenada por Napoleón III.

Precisamente, en la ceremonia oficial en que este miércoles se ha recordado a Juárez, el presidente de la Corte Suprema ha respondido a una insinuación que hiciera días atrás el presidente Calderón, que en diversas ocasiones ha defendido el encarcelamiento de Cassez. El mandatario mexicano pidió el lunes que al hacer justicia los jueces vigilen “que su interpretación no sea la rendija por donde nuevamente se escape la impunidad”. El mandatario demandó “justicia para los padres a los que les han arrebatado a sus hijos y justicia a los hijos que no volvieron a ver a sus padres secuestrados o asesinados”.

Orador en el acto de aniversario de Juárez, donde también ha estado Calderón, el magistrado Juan N. Silva Meza, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, dijo dos horas antes de la sesión de la primera sala de ese órgano que “Juárez entendía bien que en las formalidades de la ley descansaba la dignidad y credibilidad de la República”. Y agregó que “hoy, los jueces seguimos estando dispuestos a ver siempre por el interés superior, a poner por delante el bienestar de todos y a corregir, a costo presente, las desviaciones y los abusos del poder que desborden los cauces constitucionales. Eso quiere la sociedad, eso nos manda la Constitución y, eso, nada más, eso, haremos”.

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