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Una reyerta en una cárcel mexicana causa al menos 23 muertos

Es el incidente más grave registrado en una prisión en México en cinco años.- La pelea se ha producido entre internos de dos carteles rivales de drogas

Fue una locura que en diez minutos segó 23 vidas. El escenario, una cárcel que en México recibe el eufemístico nombre de Centro de Readaptación Social (Cereso). En este caso, el número 1 del Estado de Durango (en el norte del país). La hora, las 7 de la mañana en punto, justo antes del desayuno. Todos murieron por las heridas causadas por armas blancas: cero balas, cero heridos de gravedad. ¿La causa? hasta esta tarde el Ejército y la policía daban vueltas buscando la respuesta.

Las primeras investigaciones de las autoridades, que consiguieron retomar el control de la cárcel en menos de 30 minutos, apuntaban a que más que una riña, fueron tres: una en el área de los sentenciados, otra en la de los procesados y una más en la de control de proceso, es decir, donde están los presos recién llegados. El brote de violencia tan simultáneo hizo que las autoridades comenzaran a investigar si las muertes no habían sido muertes por encargo. El incidente es el más grave registrado en una cárcel mexicana en cinco años.

En el Cereso número 1 pagan sus condenas presos comunes y de alta peligrosidad. Tiene capacidad para 1.800 presos y aloja a más de 2.400, y el bajo número de vigilantes hizo que la Comisión de Derechos Humanos de Durango emitiera el año pasado una recomendación. Con cierta resignación, portavoces de ese organismo comentaron ayer que comprenden que, por falta de presupuesto, las modificaciones de infraestructura necesarias no se han efectuado. "Son penales sobrepoblados, donde además hay una lucha de los presos por espacios de poder. La combinación convierte [a la cárcel] en una bomba de tiempo", explica Jaime Pérez Calzada, del consejo de ONG de Durango.

El motín, sin embargo, encendió las alarmas en la capital del país. La Comisión Nacional de Derechos Humanos envió de inmediato a dos representantes hacia Durango. Su labor no sólo busca contribuir a esclarecer lo que ocurrió en esos 10 minutos de locura, sino lo qué está ocurriendo en los penales duranguenses, pues con las muertes de ayer, desde noviembre de 2008 han ocurrido más de 71 muertes violentas en las dos principales cárceles de ese Estado.

El antecedente más sangriento en Durango ocurrió en agosto pasado, cuando en el Cereso número 2, en la ciudad de Gómez Palacio, una riña provocó 20 muertos y decenas de heridos. Y sobre lo ocurrido, las autoridades también tratan de dilucidar si la renuncia hace dos días del secretario de seguridad pública estatal, Ricardo Andriano, pudo haber estado relacionada con el sangriento incidente.

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