_
_
_
_
_

Este sofá se ha diseñado pensando también en los niños

La firma francesa Roche Bobois celebra sus primeros 60 años de vida con Bombom, una colección creada junto a Joana Vasconcelos para proclamar que la libertad es el mejor consejo decorativo

La franja negra intermedia sirve para unificar dos tonalidades del mismo color.
La franja negra intermedia sirve para unificar dos tonalidades del mismo color.
Carlos Primo

Hace dos años la artista portuguesa Joana Vasconcelos entró en la tienda lisboeta de Roche Bobois para comprar una lámpara para dibujar. Se llevó un diseño de 1971, su año de nacimiento, pero esa no fue la única coincidencia que le deparó aquel encuentro. Poco después recibió una llamada de los responsables de la marca con una propuesta concreta: colaborar con ellos.

“La industria del diseño suele trabajar con la obra de artistas, pero no es tan frecuente que contacten con un artista para crear algo desde cero”, explica ahora Vasconcelos cómodamente sentada en el resultado de aquella serie de casualidades. Se llama Bombom (caramelo, en francés) y es una colección de sofás concebidos por ella y creados junto a la veterana firma francesa de mobiliario, que para más señas en 2020 festeja su 60º cumpleaños.

“Las formas orgánicas y los colores están muy cerca de mi universo”, explica Vasconcelos. “Para mí, son esculturas. Pero también conllevan un debate largo y tendido sobre la comodidad. Me interesaba mucho la idea de que cada persona se sienta de un modo diferente. Algunos se apoyan en el respaldo con los pies en el suelo, otros prefieren recostarse y elevar las piernas, y los niños disfrutan saltando sobre el sofá. Todas esas posibilidades están aquí”.

La artista Joana Vasconcelos y Nicolás Roche, director de colecciones de Roche Bobois.
La artista Joana Vasconcelos y Nicolás Roche, director de colecciones de Roche Bobois.

Bombom encuentra su razón de ser en esa variedad de volúmenes, colores y usos. Hay varios formatos y tamaños disponibles, pero siempre con líneas curvas y en una paleta cromática de tonos rotundos y negro que el cliente puede combinar a su antojo formando estratos horizontales, como capas de un pastel. El elemento más llamativo son los respaldos: no son piezas fijas, sino módulos exentos de distintas alturas que se pueden mover de manera libre y que, gracias a la técnica de Roche Bobois, una vez ubicados permanecen en su sitio de forma estable. En el universo de Joana Vasconcelos es perfectamente asumible que un respaldo se convierta en reposapiés.

“El salón es un lugar en el que puedes hacer muchas cosas. Debe ser un espacio dinámico”, apunta la artista. Nicolas Roche, director de colecciones de la casa, coincide con ella. “Para Joana es importante el comportamiento de todos los miembros de la familia, y eso no es tan habitual cuando trabajas con diseñadores. Implica empatía hacia quien lo compra, pero también hacia quien lo utiliza”. Diseñar un sofá que también sirva (y guste) a los niños es algo que va en línea con la filosofía de una marca que, como comenta Roche, siempre se ha basado en la ausencia de normas. “El estilo de Roche Bobois es la libertad”, afirma. Las casualidades siempre suceden por algo.

Las formas sinuosas de los sofás evocan los mullidos y futuristas años sesenta.
Las formas sinuosas de los sofás evocan los mullidos y futuristas años sesenta.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Carlos Primo
Redactor de ICON y ICON Design, donde coordina la redacción de moda, belleza y diseño. Escribe sobre cultura y estilo en EL PAÍS. Es Licenciado y Doctor en Periodismo por la UCM

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_