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¿A qué huele la hierba en Pyongyang? Arte olfativo para diluir las fronteras de las dos Coreas

Koo Jeong A representa a Corea del Sur en la Bienal de Venecia con un pabellón inmersivo donde los olores son protagonistas de una experiencia en la que cualquier visitante puede participar

Retrato de Koo Jeong A cortesía de PKM Gallery.
Retrato de Koo Jeong A cortesía de PKM Gallery.Kim Je Won
Ianko López

Aquel “Madrid huele a ajo” atribuido a Victoria Beckham hace un par de décadas ofendió a mucha gente, casi siempre por los motivos incorrectos. Es una lástima, por ejemplo, que no sirviera para desencadenar un debate sobre los aromas que caracterizan a nuestras ciudades. Quizá porque el olfato es, de todos los sentidos, el que ha soportado peor fama. Platón consideraba que provoca unos placeres menos elevados que el gusto o el oído, y Kant lo tildó de engañoso y superfluo. Y, sin embargo, posee un intenso poder de evocación.

Koo Jeong A, artista de Corea del Sur que este año representa a su país en la Bienal de Venecia que abre sus puertas al público el próximo día 20 de abril, ha partido de ese atributo en Odorama cities, su proyecto para el pabellón coreano. En su caso, el olor es una forma de evocar el territorio, pero también un medio poético que encapsula la idea de un futuro común para un país dividido por motivos históricos y políticos. Koo ha creado un aroma que representa a la península de Corea, y para su elaboración no solo ha contado con perfumistas expertos, sino también con los testimonios de más de 600 personas de todo el mundo, recogidas a lo largo del verano de 2023 y documentados por escrito. A todos ellos se les preguntaba: “¿Cuál es tu recuerdo del aroma de Corea?”. Los visitantes del pabellón podrán acceder ahora a los aromas resultantes de todas estas respuestas, algunas de las cuales se desarrollaban en declaraciones extensas, y otras en frases cortas como “olores de humidificador”, “olor a pescado”, “medicina oriental”, “hierba en Pyongyang” o palabras sueltas como “kimchi”, “col” o “algas”.

“Todo empezó con la idea de retratar la península de Corea”, explica a ICON Design Koo Jeung A, quien solicita que se refieran a elle con pronombres no binarios. “Así que necesitábamos recuerdos olfativos tanto de Corea del Norte como del Sur, y también tanto de coreanos como extranjeros, gente que fue allí de turismo o a trabajar, incluyendo diplomáticos o investigadores”.

El pabellón tiene asientos al aire libre y otros elementos instalativos que conectan interior y exterior. “Hemos desarrollado un proyecto bastante poroso, para dar la bienvenida y conectar a la gente. Quienes lo visiten podrán discutir sobre quién huele antes el perfume y compartir sus experiencias. Será algo muy relajante”.
El pabellón tiene asientos al aire libre y otros elementos instalativos que conectan interior y exterior. “Hemos desarrollado un proyecto bastante poroso, para dar la bienvenida y conectar a la gente. Quienes lo visiten podrán discutir sobre quién huele antes el perfume y compartir sus experiencias. Será algo muy relajante”.

Hace tiempo que Koo, cuya obra está representada por varias galerías, como la madrileña Albarrán Bourdais, utiliza los olores en su práctica artística. Ha colaborado con la firma de moda y perfumería Loewe, prestando su imagen en una de sus recientes campañas junto a otras personalidades como los actores Aubrey Plaza y Murray Bartlett, el cineasta Takeshi Kitano o el comisario Hans Ulrich Obrist. En 1996 realizó en un pequeño armario de su estudio de París una instalación olfativa titulada Pullover’s Wardrobe. Después siguió con otros proyectos individuales y participaciones en exposiciones colectivas. En 2016 intervino unos andenes en desuso de la estación de metro londinense de Charing Cross con dispositivos lumínicos y arquitectónicos a los que sumó un intenso olor. Aquel primer Odorama fue el origen del proyecto para esta Biennale. “Tras convertir aquella estación en un escenario para el olor, quise continuar, y pensé que si pude hacerlo en Londres también podía en Vancouver o Moscú, o allí donde estuviera trabajando”, explica.

El pabellón de Corea, un cilindro de vidrio y acero ubicado en los Giardini de la Bienal de Venecia, está a punto de conmemorar su treinta aniversario. Su creación fue una iniciativa del artista Paik Nam-june, después de obtener el León de Oro en la edición de 1993 representando a Alemania. Paik pretendía sugerir la posibilidad de realizar en él exposiciones conjuntas de ambas Coreas. Sin embargo, desde que se utilizara por primera vez en 1995, solo ha expuesto artistas surcoreanos.

El propósito original del pabellón está muy presente en el proyecto de este año, cuyos directores artísticos son los comisarios Jacob Fabricius y Seolhui Lee. “Teníamos la idea de una visión de futuro común para Corea”, apunta Koo Jeong A. “El pabellón representa nuestra idea del pensamiento colectivo de una nación conjunta. Queríamos abogar por un futuro que construyamos juntos”. De un modo sutil y poco enfático, su idea conecta con el lema general aplicado por el comisario Adriano Pedrosa para esta Biennale, Stranieri ovunque (“Extranjeros en todas partes”): en un mundo donde todo el mundo es extranjero, nadie lo es. O no debería serlo.

Los visitantes encontrarán un espacio que Koo describe como “bastante vacío”. El suelo se ha intervenido con grabados del símbolo del infinito, a lo que se suman dos esculturas flotantes con la forma de la cinta de Moebius. Con todo ello se alude a las ideas de lo inmaterial, lo ingrávido y lo eterno. Una figura humanoide de bronce en lo alto de un pedestal fosforescente disemina el perfume a través de un vapor exhalado por sus fosas nasales. Esta criatura replica a su vez el personaje utilizado por Koo en sus recientes trabajos de animación en 3D –MYSTERIOUSSS, CURIOUSSA y CHAMNAWANA (true me & i), todos de 2017–, una criatura fetal post-humana. Por otra parte, se han desarrollado hasta 16 aromas (con nombres como “olor a arroz” o “mercado de pescado”), que Koo define como “experimentos”, también presentes en el pabellón, aunque solo uno de ellos adquiere la categoría de perfume comercialmente explotable, al haber sido certificado tras cumplir todos los requisitos de seguridad legalmente exigidos.

La figura humanoide de bronce en lo alto de un pedestal fosforescente disemina el perfume a través de un vapor exhalado por sus fosas nasales.
La figura humanoide de bronce en lo alto de un pedestal fosforescente disemina el perfume a través de un vapor exhalado por sus fosas nasales.

Uno de los motivos por el que el olfato no ha gozado de demasiado aprecio en la filosofía clásica puede radicar en su subjetividad y su asociación con factores ajenos a la razón, como el instinto y lo intuitivo. Justamente esto es lo que rescató Nietzsche en su obra Ecce Homo. Cómo se llega a ser lo que es, publicada en 1888, donde sentenciaba: “Mi genio está en mi nariz”. Por otra parte, quizá quienes en su día afearon a la Spice pija sus supuestas apreciaciones sobre el aroma español se sientan resarcidos por un estudio liderado por un investigador de la Universidad de Cambridge que concluía que Londres huele a tubo de escape y Barcelona a naturaleza y comida. La intensa vinculación entre el olor y la memoria ha sido objeto de otros estudios científicosalgunos de ellos han concluido que las personas con más riesgo de desarrollar alzhéimer pierden antes la capacidad olfativa–, pero también de obras literarias. Así, en el célebre episodio de la magdalena de En busca del tiempo perdido de Marcel Proust, no es solo el gusto del bollo mojado en té lo que despierta la remembranza que dará origen a esta gran saga literaria. Escribe aquí el autor francés: “Cuando de un antiguo pasado no queda nada, después de la muerte de los seres, después de la destrucción de las cosas, solamente el olor y el sabor […] continúan aún vivos mucho tiempo”. Exponernos a un aroma al que no volvíamos desde la infancia, por fugaz que sea la experiencia, permite reavivar recuerdos que permanecían enterrados en lo más profundo del subconsciente.

De hecho, en muchos de los testimonios recogidos por Koo Jeong A se alude a recuerdos de la infancia. Algunos son agradables, y otros no tanto: el peculiar olor del dormitorio de unos abuelos, el de unas aguas contaminadas por un complejo industrial, el aliento de un padre borracho o la canela de una tarta de manzana que se cocina en el horno. Koo Jeong A atesora su propio recuerdo primigenio, el que desde su punto de vista representa a su país. “Mi Corea personal es el olor de las magnolias del jardín antes de que llegue la primavera, que es muy especial”, evoca. “Ocurre cuando el aire es aún muy frío, algo que me gusta mucho. Con este aire frío es cuando te entra más oxigeno por la nariz, lo que para mí es un recuerdo muy personal, y también muy característico de Corea”. También define lo que todos estos olores representan, una característica nacional difícilmente traducible a otros idiomas: “Hay un concepto en Corea que llamamos Kibun, un estado físico y mental. Cuando tienes mucho, puedes hacerlo todo. Y si tienes menos, obviamente estás menos motivado y tienes menos imaginación. Eso es lo que para mí representa el olor de Corea”.

Su propósito es que el pabellón sea un lugar inmersivo que sirva como acogida para todas aquellas personas que lo visiten. Además, habrá asientos al aire libre y otros elementos que conectarán interior y exterior. Así, las dos Coreas estarán unidas por unos recuerdos afines o divergentes que se materializan en un olor, pero también se invitará a cualquier visitante a unirse en esta experiencia común: “Hemos desarrollado un proyecto bastante poroso, para dar la bienvenida y conectar a la gente. Quienes lo visiten podrán discutir sobre quién huele antes el perfume y compartir sus experiencias. Será algo muy relajante”.

Escultura flotante con la forma de la cinta de Moebius.
Escultura flotante con la forma de la cinta de Moebius.

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Sobre la firma

Ianko López
Es gestor, redactor y crítico especializado en cultura y artes visuales, y también ha trabajado en el ámbito de la consultoría. Colabora habitualmente en diversos medios de comunicación escribiendo sobre arte, diseño, arquitectura y cultura.
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