Juan Herreros y Jens Richter, artífices del museo Munch, protagonizan el nuevo número de ICON Design

La portada del nuevo número de ICON Design, la revista de arquitectura, diseño, arte y decoración de EL PAÍS (el sábado 30 de octubre gratis con El País en todos los quioscos), está dedicada al primer gran museo europeo del futuro. Está en Oslo, fue concebido para custodiar la obra de Edvard Munch y lleva la firma del madrileño Estudio Herreros, que lleva 13 años trabajando en el proyecto. Lo visitamos con Juan Herreros y Jens Richter, sus artífices, durante su primer viaje tras dos años de pandemia. “Hemos intentado manipular el tiempo, que cuando llegues te tengas que detener”, explica Herreros a Daniel García. “Que pares y observes”.

El museo Munch, fotografiado por Pablo Zamora, representa una forma muy contemporánea y empática de entender la arquitectura: sin renunciar a una silueta icónica ni olvidar que lo importante es la relación que establece con los habitantes de la zona. “Queremos que el Munch contribuya a la construcción de una vida cotidiana más enriquecida”, apunta el arquitecto madrileño.

La domesticidad ampliada de este monumento recién inaugurado da sentido a Para entrar a vivir, el titular que aparece en la portada de un número que ilustra la diversidad, la pluralidad y el carácter impredecible e híbrido del diseño verdaderamente interesante. En la carta que ha escrito como firma invitada, el diseñador Giorgio Armani recuerda las claves de su salto de la moda al interiorismo y el hilo conductor de su estética, basado en el regreso a unas “líneas esenciales” que permitan apreciar “la belleza desnuda de los materiales”. La casa que Luis Laplace ha restaurado en Menorca es lujosa y vernácula al mismo tiempo, y sus muros recuerdan la historia de esta antigua quesería en medio del campo. También se ha despojado de artificios el artista Damien Hirst, que ha emergido de la resaca de la burbuja del arte contemporáneo convertido en pintor casi clásico, aunque tal vez no por mucho tiempo.

Para la artista francesa Saraï Delfendahl, esta búsqueda de lo humano tiene un horizonte muy preciso: el château francés medio derruido donde ha instalado su taller de cerámica, y que el legendario fotógrafo de interiores Roland Beaufre ha inmortalizado para ICON Design. A su vez, el empresario Tatxo Benet ha descubierto que se encuentra cómodo rodeado de obras de arte que han sido censuradas –o han estado a punto de serlo– y que conforman una colección que pronto abrirá sus puertas al público en Barcelona. El arquitecto Alberto Campo Baeza diserta sobre la importancia de la luz –y la poesía– para crear las viviendas más bonitas del mundo. Y el estudio Common Accounts ha construido en Canadá una vivienda para una relación a tres que define como “una cabaña de recreo queer”.

La fascinación por los objetos y lo que significan recorre las páginas de este número que, entre otras cosas, recoge algunas de las novedades presentadas en la edición extraordinaria de otoño de la Semana del Diseño de Milán. Entre ellas están, por ejemplo, las insólitas esculturas de Audrey Large, creadas con impresión 3D y texturas que recuerdan a la moda de lujo. Todo un gurú del deseo –en términos de diseño– como Ben Gorham, el creador de Byredo, nos recibe en su estudio de Estocolmo para relatar su cruzada a favor de un lujo más inclusivo y diverso. Y, si hablamos de futuro, nada como analizar la dicotomía entre arquitectura verde y arquitectura con plantas a través de la obra de cuatro estudios que están revolucionando la construcción residencial y sostenible desde la España rural.

Como siempre, hay mucho más. Historia –un recorrido por la pasión anticuaria de Andy Warhol o por la vida y obra de Josep Grau-Garriga–, viajes –el que han emprendido los directores creativos de Hermès Maison para encontrarse con Studio Mumbai– y, sobre todo, cosas, muebles y espacios fascinantes surgidos de la mente de personas igualmente fascinantes.