Britney Spears y Sam Asghari se separan tras un año de matrimonio

No hay pareja que sobreviva al verano de 2023, que arrasa con todo. Este miércoles, la sorpresa llega de una de las más estables, aparentemente, del panorama estadounidense. La cantante Britney Spears, de 41 años, se separa del que es su marido desde hace poco más de un año y pareja desde hace siete, Sam Asghari, modelo, entrenador personal y actor de origen iraní de 29. Así lo ha dado a conocer en exclusiva el tabloide TMZ, siempre cargado de voces de confianza en las colinas de Hollywood, y lo ha confirmado la revista People a través de “múltiples fuentes”.

El medio estadounidense apunta a “fuentes con conocimiento directo” de la pareja para confirmarlo. Por el momento, sus protagonistas —que suelen ser muy activos en sus respectivas redes sociales— no han comentado nada al respecto, ni tampoco lo han hecho sus representantes. Unas horas después de saltar la noticia de su ruptura, la artista publicaba en Instagram un mensaje informando de que se quiere comprar un caballo. Según TMZ, la ruptura se habría producido hace unos días tras una gran pelea por parte de la pareja “que incluye acusaciones de engaño”, al parecer por parte de la cantante.

Siempre según este tabloide, Asghari habría abandonado la casa que ambos comparten y ahora vive solo. “Es cuestión de tiempo que pida el divorcio”, afirmaban esas mismas fuentes el miércoles por la tarde. Horas después, así se confirmaba: según People, Asghari había presentado una demanda de divorcio. Los representantes de ambos evitaron responder a los medios.

Los más cercanos a ellos aseguran que los últimos meses han sido complicados para la pareja, con incesantes peleas elevadas de tono. Y que, aunque Asghari ha apoyado en público el comportamiento de la estrella del pop, a menudo errático, en privado estaba cansado del mismo. Según People, desde febrero su círculo más cercano estaba “preocupado” por el bienestar de la artista y por su salud mental. La pareja no ha colgado junta una foto en sus redes sociales desde finales de junio; ninguno de los dos recuperó una imagen de su boda o se felicitó mutuamente por el primer aniversario del enlace.

Aunque firmaron un contrato prematrimonial antes del enlace, celebrado en junio del año pasado en presencia de rostros tan conocidos como Madonna, Selena Gomez, Paris Hilton, Drew Barrymore y Donatella Versace, creadora del traje de la novia, la prensa estadounidense apunta a que Spears podría ayudar a Asghari en la cuestión financiera. La fortuna de la cantante se calcula en más de 60 millones de dólares (unos 55 millones de euros), y sus abogados acusan a su padre de haberse quedado con otros 6 millones más a lo largo de los años.

La pareja se conoció en 2016, cuando él participó en uno de los videoclips de la cantante, y se comprometió en septiembre de 2021, casi a la vez de que ella fuera liberada de la tutela paterna a la que había sido sometida. Asghari fue, desde el primer momento, un pilar fundamental de la cantante en su lucha por ser liberada de la tutela, e incluso habló en redes sociales antes de que Spears tuviera posibilidad de hacerlo. “Tengo cero respeto por alguien que intenta controlar nuestra relación y que constantemente nos pone obstáculos. En mi opinión, Jamie es un completo imbécil”, afirmaba acerca del padre de su entonces novia a principios de 2021, cuando ella empezaba a tomar parte activa en su propia liberación. En abril de 2022 anunciaron que esperaban la llegada de su primer hijo en común, pero apenas un mes después ella daba a conocer que lo habían perdido.

Este sería el tercer divorcio para Spears. En el año 2004, y durante apenas 55 horas, estuvo casada, tras un matrimonio exprés en Las Vegas, con su amigo de la infancia Jason Alexander. Ese mismo año, en otoño de 2004, se casó con el bailarín Kevin Federline, de quien se separó en primavera de 2007. Tuvieron dos hijos juntos, Jayden, de 17 años, y Sean, de 16, con los que Spears apenas mantiene relación, aunque afirma que quisiera hacerlo.