David Beckham confiesa años después el único estilismo del que se arrepiente

David Beckham (48 años, Londres) es casi igual de famoso por su talento en el campo de fútbol como por sus cambios de peinado. De cresta a coletas, pasando por el pelo rapado a mechones rubios blanqueados, ha lucido prácticamente de todo. Pero solo hay un estilismo que prefería no haber llevado: trenzas.

El exjugador de Real Madrid apostó por este estilo para un partido que jugó en Sudáfrica en 2003, viaje en el que conoció al anterior líder del país, Nelson Mandela. Y ahora admite que se arrepiente de la decisión de llevar trenzas en ese momento, algo que, según dice, actualmente habría sido considerado como un gesto de apropiación cultural, algo de lo que otros famosos como Kim Kardashian o Katy Perry han sido acusados en los últimos años. En anteriores ocasiones ya había comentado su arrepentimiento con ese pasado capilar, pero ahora ha revelado que fue consecuencia de estar en modo vacaciones y haber tomado unas cuantas copas de vino rosado. Beckham estaba de viaje en Francia con su familia y una amiga peluquera de su esposa, Victoria Beckham.

“Pregunté a la amiga de Victoria si podría hacer algo con mi pelo y me dijo: ‘¿Quieres trenzas?’ Dije que sí, aunque no sabía lo que eran. El proceso de hacérmelas fue doloroso, pero me gustaron”, ha explicado ahora el excapitán de la selección inglesa de fútbol a The Sun. “La gente me ha preguntado si me arrepiento de algunos de mis peinados. El único del que me arrepiento son las trenzas”, confiesa Beckham al diario británico. Dos días después de hacérselas, aterrizaba en el país africano con el equipo de Inglaterra para un partido. El exdeportista ha hablado en otras ocasiones de su remordimiento por la elección. En una entrevista con el medio australiano The Sunday Project en 2018, dijo: “Tengo una foto del encuentro con Nelson Mandela y llevo las trenzas. Allí estaba con uno de los hombres más inspiradores del mundo, ¡y tengo trenzas!”, matizó.

En 2019, su hijo Romeo, eligió copiar ese look de su padre. El adolescente, segundo hijo de David y Victoria Beckham, subió en sus stories de Instagram dos imágenes, una al lado de la otra, de él y de su progenitor con el mismo corte de pelo. “¿Quién lo lleva mejor?”, escribió en el post, que incluyó una encuesta con las opciones “Papá” o “Yo”, seguido por una versión de su avatar emoji riéndose entre lágrimas. Poco después de subir el story, 70% de los votantes le había seleccionado a él, mientras que solo 30% apostó por su padre. Dado sus declaraciones anteriores, se puede asumir que no le hubiese importado perder esa batalla.

El estilismo de Beckham en aquel momento se convirtió en tema de muchas conversaciones e incluso fuente de conflicto cuando sus seguidores intentaron copiarlo. Cuando unos periodistas preguntaron al político sudafricano, fallecido en 2013, qué opinaba sobre el look de la estrella de fútbol, Mandela respondió: “Soy demasiado viejo para comentar sobre las nuevas tendencias de la gente joven”. Y cuando un estudiante de la Secundaria llevó sus mechones al estilo Beckham a clase fue expulsado de su colegio.

Beckham, quien ha sido bautizado como icono cultural del Reino Unido, siempre ha elegido grandes ocasiones para lucir nuevos looks. Así lo hizo cuando recibió de manos de Isabel II la medalla de la Orden del Imperio Británico —otorgado a figuras que hacen algo significativo en nombre del Reino Unido—, cita para en la que lució un moño bajo engominado. Otro ejemplo: en la entrega de los premios FIFA al mejor futbolista en el año 2001, se presentó rapado por completo. Reinventarse periódicamente parece ser una característica de su personaje, quien no ha dejado de lograr éxitos profesionales con varias maniobras empresariales después de su retirada del fútbol. No importa si es con su pelo o su carrera profesional, David Beckham tiene muchas facetas.