Charlene de Mónaco reaparece junto al príncipe Alberto y sus hijos en un nuevo posado
La última vez que vio una imagen de la familia reunida fue en noviembre, cuando la princesa volvió al Principado después de meses en Sudáfrica aquejada de una infección
En una imagen primaveral, al aire libre y con motivo de la Pascua. Así ha sido la puntual reaparición de Charlene de Mónaco junto a su esposo el príncipe Alberto y sus hijos mellizos, Jaime y Gabriela, de 7 años, en una fotografía que ha servido para felicitar las fiestas a los monegascos y que es la primera de la familia desde que se la viera de nuevo junta en noviembre. Entonces, Charlene acababa de aterrizar en el Principado después de haber pasado meses en Sudáfrica aquejada de una infección de oídos, garganta y nariz que derivó en varias operaciones.
El retrato, realizado por Eric Mathon, en cuestión sido publicado este domingo y distribuido por la propia casa real monegasca en Instagram. A una primera imagen, en la que se puede ver a Charlene, de 44 años, a Alberto, de 64, y a sus hijos vestidos con colores claros, acomodados sobre el césped y al lado de la figura de un conejo de Pascua, se suma una segunda de la familia, sentada de espaldas en el banco de una iglesia, asistiendo a misa.
Esta también es la primera vez que la esposa de Alberto de Mónaco se deja ver después de que se anunciara, hace poco más de un mes, su regreso al Principado tras haber puesto de nuevo distancia de por medio para acabar de recuperarse, según la versión oficial, de las secuelas que le acarreó la infección sufrida el año pasado. El comunicado, emitido el pasado 13 de marzo, aseguraba que la princesa se sentía “feliz” con su vuelta a casa y que en las “próximas semanas” retomaría “completamente” sus actividades oficiales, interrumpidas cuando enfermó en mayo de 2021, aunque por el momento eso no se ha producido.
Tampoco ocurrió después de su vuelta de Sudáfrica, en noviembre de 2021. Entonces, apenas unos días después de haber aterrizado en el Principado, la casa real monegasca y el príncipe anunciaban que la exnadadora interrumpía de nuevo todas sus apariciones públicas y que permanecería ingresada en una clínica fuera de Mónaco para intentar dejar atrás un “profundo agotamiento mental y físico”. Desde entonces, no ha trascendido nada sobre el estado de salud de Charlene, cuyo alejamiento de la vida pública está a punto de cumplir un año, en el que, una vez más, se ha puesto en tela de juicio el matrimonio. Tanto es así, que ambos han tenido que desmentir en diferentes medios y entrevistas que la ausencia se deba realmente a problemas en la pareja. “Charlene no se ha exiliado. “No se fue [a Sudáfrica] porque estuviera enfadada conmigo o con alguien más”, afirmaba Alberto en una entrevista a la revista People en septiembre, mientras que su mujer hacía lo propio en julio en la radio, refiriéndose a su esposo como su “roca” y su “fuerza”.
A lo largo de sus meses en Sudáfrica, Charlene se sometió a tres operaciones como consecuencia de la infección de nariz, oídos y garganta que contrajo en mayo de 2021. Entonces, las recomendaciones médicas le impedían volar para volver al Principado ya que sus oídos no “podrían soportar un vuelo por encima de los 20.000 pies de altura”, según ella misma explicó en una entrevista radiofónica concedida a Channel 24. Durante su larga ausencia, la princesa ha faltado a algunos de los eventos más importantes de la agenda real monegasca como, por ejemplo, el Gran Premio de Fórmula 1 de Mónaco o la gala de la Cruz Roja. Aunque, sin duda, su ausencia más sonada fue la del décimo aniversario de su boda con Alberto de Mónaco. Aquel día, la princesa, nacida en Zimbabue, compartió un vídeo oficial realizado con motivo de la destacada fecha en el que se podían ver imágenes del día del enlace junto a un mensaje agradeciendo el “amor” y el “apoyo” recibido durante esta década.
El enlace entre Charlene Wittstock y Alberto de Mónaco se celebró el 2 de julio de 2011 con una ceremonia en el palacio Grimaldi, en Montecarlo, en la que se vio a una novia seria que sonrió en escasas ocasiones. Ya en aquel momento algunos medios franceses como L’Express y Le Figaro afirmaron que en realidad la exdeportista había querido huir en tres ocasiones, la última de ellas pocas horas antes del enlace. Tres años y medio después nacieron los mellizos Gabriela y Jaime ―heredero del trono― que aseguraban una continuidad en la sucesión al trono, puesto que a pesar de que Alberto tiene otros dos hijos reconocidos —Jazmin Grace Grimaldi y Alexandre Grimaldi-Coste, fruto de dos relaciones anteriores— estos no cumplen los requisitos de haber nacido dentro del matrimonio y estar bautizados en la fe católica.
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