_
_
_
_
_

Piers Morgan le gana una batalla a Meghan Markle: la libertad de expresión le permite criticarla

El regulador de medios británicos Ofcom ha dictado que el polémico presentador y azote de los Sussex, que abandonó su programa tras acusar a los duques de mentir, estaba en su derecho a opinar

Meghan Markle (a la izquierda) y el presentador Piers Morgan.
Meghan Markle (a la izquierda) y el presentador Piers Morgan.AP/CORDON
María Porcel

La guerra entre los medios británicos más críticos contra los duques de Sussex y la propia pareja ha afrontado una nueva batalla que, por el momento, parecen haber perdido Enrique y Meghan Markle. Esta vez ha sido además contra uno de los más feroces atacantes de los duques, el presentador británico Piers Morgan. Azote de la pareja, en especial de Markle, ahora se ha visto ganador de uno de sus enfrentamientos más polémicos.

El regulador de los medios británicos, llamado Ofcom, ha concedido que Piers Morgan tenía derecho a criticar abiertamente a Meghan Markle, como hizo a principios de marzo en un programa de ITV en el que era la estrella, llamado Good Morning Britain. En aquel momento, poco después de la entrevista de los duques de Sussex con Oprah Winfrey en California, Morgan atacó duramente a la duquesa y sus declaraciones sobre que había llegado a pensar en el suicidio y que su salud mental se había visto dañada por formar parte de la familia real británica. Las críticas de Piers Morgan, que aseguró no creer una sola palabra de lo dicho por Markle, fueron tan intensas que acabó abandonando el estudio de televisión y, más tarde, su empleo en el programa.

Las declaraciones de Morgan siempre son ácidas, pero en ese momento rozaron lo dañino, lo que provocó que Ofcom recibiera más de 58.000 quejas de telespectadores contra el periodista, incluida una protesta por parte de la propia duquesa de Sussex, que se quejó tanto ante el regulador como ante la cadena ITV. Sin embargo, el propio Morgan, de 56 años, también presentó a su vez una queja ante el organismo. Ahora, este ha fallado que efectivamente él estaba haciendo uso de su derecho a la libertad de expresión. “Nuestra decisión es que, en general, el programa contenía suficientes puntos de vista distintos para proporcionar una adecuada protección y contexto a sus espectadores”, afirma la decisión tomada por Ofcom, que también asegura que el hecho de no permitir expresarse a Morgan habría supuesto un recorte a la libertad de expresión.

“El código permite que los individuos expresen puntos de vista fuertes y argumentados, incluyendo aquellos que pueden ser potencialmente dañinos o altamente ofensivos, y que quien los emite los incluya en sus programas. La restricción de esos puntos de vista podría, en nuestra opinión, ser un recorte injustificado y escalofriante de la libertad de expresión, tanto para la cadena como para la audiencia”, explica Ofcom en sus conclusiones. El regulador afirma que sintió una cierta preocupación por la forma, tan a la ligera, en la que Morgan habló de forma despectiva sobre los pensamientos suicidas de la duquesa, pero que las demás opiniones y el enfrentamiento verbal ofrecido por el resto de sus compañeros durante el programa contrarrestó su tono y ayudó a ofrecerle contexto.

Morgan, por supuesto, se ha mostrado más que contento por la decisión del regulador, escribiendo docenas de tuits al respecto y hasta una columna en el Daily Mail donde asegura que, como él dijo, al menos 17 de las cuestiones que plantearon los duques en la entrevista con Winfrey eran falsas. Sin un puesto fijo ahora, sigue siendo azote de los duques, en especial de Markle, a la que no ha dudado en llamar “Princesa Pinocho” en alguna ocasión. “Estoy encantado de que Ofcom haya apoyado mi derecho a no creer las incendiarias proclamas ante Oprah Winfrey del duque y la duquesa de Sussex, que se han demostrado falsas. Esta es una rotunda victoria por la libertad de expresión y una rotunda derrota para los Príncipes Pinochos. ¿Me van a devolver mi trabajo?”, tuiteaba, ufano.

Según Morgan, la cuestión no gira alrededor de él ni de Meghan Markle, “sino de la libertad de expresión y el derecho a dar una opinión”. “Vivimos en una era en la que se ha convertido en una ofensa punible decir lo que piensas sobre casi todo por miedo a que algo o alguien se ofenda”, asegura Morgan. “La insidiosa cultura de la cancelación representa la mayor amenaza a la democracia que he visto en mi vida. Gente de todo el mundo es avergonzada e incluso despedida de sus trabajos por expresar una opinión que a la brigada en alerta no le gusta”, afirma.

Por el momento, los portavoces de los duques no se han pronunciado al respecto. Pero la noche del miércoles, pocas horas después de conocerse el dictado de Ofcom, el príncipe Enrique aparecía en una gala de premios británica, aunque de forma telemática desde su casa de EE UU. En la fiesta estaba presente Morgan. En el discurso que ofreció, Enrique no dudó en criticar a “aquellos que trafican con la mentira y el miedo en los medios y las redes sociales”. Se refería, sobre todo, a los que hacen dudar sobre la importancia de la vacunación. Pero el mensaje ya había sido enviado.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

María Porcel
Es corresponsal en Los Ángeles (California), donde vive en y escribe sobre Hollywood y sus rutilantes estrellas. En Madrid ha coordinado la sección de Gente y Estilo de Vida. Licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual, Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, lleva más de una década vinculada a Prisa, pasando por Cadena Ser, SModa y ElHuffPost.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_