Rupert Murdoch, el poder a los 90 años
El magnate de la comunicación se convierte en nonagenario con una fortuna de 20.000 millones, con su influencia política intacta y la fama de conquistador
Rupert Murdoch heredó de su padre un diario local en Adelaide (Australia), pero lo que podía haberse quedado como la aventura familiar allá en las Antípodas, se ha convertido con el paso de los años y la hábil –también a veces manipuladora– destreza de este hombre que hoy cumple 90 años, en un imperio de medios de comunicación cuyo poder se ha dejado sentir en el devenir de gobiernos y primeros ministros.
Forbes calcula su fortuna en más de 20.000 millones de euros y el poder de Murdoch sigue intacto a través de las dos empresas, News Corp. y 21st Century Fox que controlan medios de comunicación en algunos de los países más poderosos del mundo. Murdoch sigue siendo no solo su fundador sino también su presidente y consejero delegado. La lista de las cabeceras de periódicos, revistas, canales de televisión que controla en medio mundo es interminable, pero por poner algunos ejemplos de lo que son capaces sus poderosos tentáculos a su influencia se atribuye la caída del primer ministro australiano Malcolm Turnbull, la machacona y exitosa petición desde The Sun a los británicos para votar por la salida de la Unión Europea y el apoyo a la derecha más radical en Estados Unidos desde Fox News.
Tampoco se ha librado de los escándalos y muchos famosos de diferentes ámbitos –entre ellos Hugh Grant, Jude Law, Elle MacPherson o el mismísimo príncipe Guillermo de Inglaterra y su esposa, Kate Middleton– se vieron afectados por las escuchas ilegales realizadas desde el tabloide británico de su propiedad News of the World. Un controvertido suceso que provocó el cierre del tabloide en 2011 pero que no ha significado una carga de profundidad para Murdoch.
Si el magnate parece que hubiera querido permanecer más anónimo como personaje sin renunciar a un ápice de su influencia a ello no ha contribuido precisamente su vida privada. Se ha casado en cuatro ocasiones y algunos de sus divorcios han sido ampliamente publicitados por la fortuna que ha tenido que desembolsar al decir adiós a sus esposas. Cuando se separó de su segunda mujer, Anna Maria Torv, después de 32 años juntos el acuerdo al que llegaron estableció que debía pagarle 1.274 millones de euros. Se casó después con una de sus empleadas, Wendi Deng, 38 años más joven que él y, aunque las sospechas nunca se materializaron, The New York Times publicó que el gobierno estadounidense llegó a vigilarla estrechamente por creer que podía ser una espía china.
Los hijos mayores del empresario nunca estuvieron de acuerdo con ese matrimonio y trataron de impedirlo. No les gustaba Deng ni el trato que daba a su padre. La pareja estuvo casada 14 años y tuvieron dos hijas, Chloe y Grace, pero los hijos mayores no recuperaron la relación con su padre hasta que la relación con Deng llegó a su fin.
La última sospecha amorosa la dio en marzo de 2016 cuando contrajo matrimonio con la exmodelo Jerry Hall, que actualmente tiene 64 años y estuvo casada con el rolling stone Mick Jagger, con quien tuvo cuatro hijos. Sus adquisiciones inmobiliarias y los lujos que le permiten su ingente fortuna son también sobradamente conocidos. No repara en gastos a la hora de adquirir una casa que le gusta, aún así los años deben andar haciéndole pensar que más vale pájaro en mano que ciento volando y en diciembre de 2017 vendió la parte de entretenimiento de Fox –estudios de cine y televisión, canales de cable y activos internacionales– a Walt Disney Company. Una operación que se cerró por 44.300 millones de euros y aún le dejaba el control de todas las empresas del grupo centradas en contenidos directos.
Ahora también existen tensiones entre algunos de sus seis hijos. Desde hace años los más mayores, Elisabeth, de 52 años, Lachlan, de 49, y James, de 48, pelean por situarse en situación ventajosa para ejercer el control de las empresas que heredarán y en la que ya están totalmente involucrados. Tiene otra hija de su primer matrimonio con una dependienta australiana llamada Patricia Booker, que se llama Prudence y ahora tiene 62 años. Y dos más de su tercer matrimonio con Wendi Deng, Grace y Chloe, que actualmente tienen 19 y 17 años.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.