El orgullo de Anna Kournikova como madre rompe su máxima de blindar su privacidad

Han pasado ya tres años desde que Enrique Iglesias y Anna Kournikova se convirtieran en padres por primera vez y por partida doble. El cantante y la extenista recibieron a los mellizos Nicholas y Lucy en la más estricta intimidad y sin apenas haber trascendido la noticia de que Kournikova estaba embarazada. Fue tal la incógnita que incluso se llegó a plantear que se había tratado de un vientre de alquiler, debido a que a la pareja del artista no se la había visto embarazada. Habladurías que ella misma acalló cuando, meses después de haber dado a luz a los mellizos publicó en sus redes sociales una imagen en la que se le notaba su avanzado estado.

Desde entonces, la paternidad les ha hecho romper con la máxima que siempre han seguido Anna Kournikova y Enrique Iglesias de blindar su vida privada y han dejado esa pequeña ventana de las redes sociales para mostrar a todos sus seguidores lo felices que son desde que los pequeños llegaron a sus vidas hace ahora tres años. Con motivo de su cumpleaños, precisamente, el miércoles 16 de diciembre Kournikova publicó dos imágenes, dos primeros planos de unos sonrientes Nicholas y Lucy sin más texto que el número 3, por los años que cumplen, y un emoticono de un corazón. Con este homenaje a sus pequeños, la extenista también ha desvelado la fecha exacta en la que llegaron al mundo, pues hasta tres días después no saltó la noticia, que dio en exclusiva el portal estadounidense TMZ, de que se habían convertido en padres.

Además de llenar sus redes de entrañables imágenes y graciosos vídeos de sus pequeños, la pareja también ha cambiado su forma de mostrarse al público. Especialmente Enrique Iglesias, quien a los seis meses de tener a sus hijos se permitía en sus entrevistas hablar sobre cómo le habían cambiado la vida. “Ahora que tengo niños, que tengo bebés, me cuesta muchísimo viajar. Todo gira en torno a ellos”, dijo el cantante en la televisión Telemundo en 2018 sobre lo difícil que se había vuelto para él retomar los conciertos.

El mutismo y la discreción volvió a imperar en la pareja a finales de 2019, pero pronto se descubrió que el motivo no era otro que Anna Kournikova estaba de nuevo embarazada. Iglesias y Kournikova viven desde hace años en Bay Point, una de las islas más lujosas y exclusivas de la bahía de Miami. Es casi imposible acceder a su blindada urbanización, y cuando los paparazis se enteraron de que la tenista podría estar embarazada, se hicieron pasar por conductores de Uber para poder colarse en la zona. La casa tiene un atraque propio y allí el cantante fondea su barco, con el que sale a navegar al atardecer. En uno de esos paseos, de embarcación a embarcación, se realizó la primera y única foto del segundo embarazo de Anna Kournikova. Unos días después, el bebé llegaba al mundo en el hospital de South Miami, donde la tenista dispuso de toda un ala para blindar su privacidad.

Mary se unía a la familia el 30 de enero de 2020, algo que el mundo conoció en febrero, cuando la pareja publicó en sus redes sociales varias imágenes del momento de su nacimiento en el hospital. Aunque Masha, como la llama cariñosamente el cantante, tiene menos retratos públicos que sus hermanos, también ha acaparado la atención de todos cuando hace unos meses su madre publicaba una fotografía en la que aparecía vestida como una pequeña tenista, la profesión de Kournikova. Ya algo más mayor, se podían ver los rasgos de la pequeña Mary, que se parece a sus hermanos mayores. Todos ellos parecen haber sacado las características de su rubia madre, con el pelo y la piel clara y los ojos azules.

Pese a su fama y el interés que suscitan sus vidas, Anna Kournikova y Enrique Iglesias consiguen mantener su vida alejada de los focos. Tanto que apenas se sabe de ellos que se conocieron en la grabación del vídeo musical Escape, en 2001, y rápidamente comenzaron a salir juntos. La tenista tenía entonces 20 años y el cantante, 26. Llevan juntos alrededor de 19 años y los dos disfrutan de una vida tranquila en Miami. No participan en la vida social y son contadas las imágenes que hay de los dos juntos. Solo permiten mostrar un pedazo de su intimidad cuando y como ellos eligen, que siempre suele ser en redes sociales.