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Denise Coates, la reina de las apuestas y la segunda mujer más rica del Reino Unido

Codirectora ejecutiva de la casa de juego digital Bet365 posee una fortuna estimada en casi 8.000 millones y ha sido condecorada por la reina Isabel por sus cuantiosas donaciones

Denise Coates, en una imagen de 2012, tras recibir una condecoración de Isabel II.
Denise Coates, en una imagen de 2012, tras recibir una condecoración de Isabel II.GETTY

Cuando en el Reino Unido se habla de aquellas mujeres que han roto el techo de cristal, nadie tose a Denise Coates. La ejecutiva mejor pagada del mundo, de 52 años, es conocida como “la reina de las apuestas” en alusión al imperio que fundó partir de un modesto negocio familiar y que acaba de posicionarle como la segunda fémina más rica del país, según la lista anual del Sunday Times. Hasta hace poco, el grueso de británicos no habría podido reconocer por la calle el rostro de esta empresaria del juego online que siempre ha mantenido un perfil público muy discreto. Pero la incursión de los tabloides en las polémicas obras de su nueva y fabulosa mansión ha cambiado las cosas.

En la cartera de Denise Coates no sobresale tanto una fortuna estimada en más de 7.000 millones de libras (más de 7.700 millones de euros) como su propio sueldo en calidad de codirectora ejecutiva de la casa de apuestas digitales Bet365 (gestión que comparte con su hermano John), que viene superando con creces los 200 millones de libras anuales (221 millones de euros). Y a esa cifra hay que sumar los jugosos dividendos de una firma que se expandió sobre el mercado abonado de las islas británicas donde se apuesta sobre todo, ya sea resultados electorales, condiciones climatológicas o el nombre de un nuevo bebé de la casa real. La otra cara de la moneda del éxito empresarial han sido las críticas a un negocio que alimenta la adicción de los ludópatas, e incluso de menores conectados a la red.

Pero en el currículo oficial de Coates sigue pesando más la historia de una emprendedora dispuesta a arriesgar mucho con una sola carta bajo la manga: la de las oportunidades que brindaba el incipiente Internet de mediados de los años 90. Nacida en el seno de una familia católica de Stoke-on-Trent (centro de Inglaterra), Denise desempeñó trabajos varios en la pequeña cadena de casas de apuestas propiedad de su padre hasta enrolarse en la Universidad de Sheffield para estudiar econometría. Regresó al negocio familiar con ideas nuevas, se hizo cargo de la contabilidad y acabó gestionándolo, aunque frustrada por las limitaciones de sus hechuras. Fue entonces cuando solicitó un abultado préstamo, poniendo la empresa como garantía, y se dedicó a lo largo de un año a crear el sitio web Bet365.com desde el encierro de una caravana aparcada en un aparcamiento local. Lanzaba la compañía en 2001 y, sólo cuatro años más tarde, los réditos obtenidos le permitieron desprenderse de todos sus chiringuitos físicos de apuestas (que vendió a la competencia por más de 44 millones de euros). El universo de su negocio del juego iba a ser netamente digital.

En su Stoke natal, Denise (con el nombre a secas la conocen los lugareños) sigue siendo aquella chica tan lista que logró construir una de las compañías de apuestas más lucrativas del mundo, al tiempo que ha creado 3.000 empleos en esta localidad donde Bet365 sigue teniendo su sede principal. Su hermano John preside el club de fútbol local Stoke City, del que es uno de los ejecutivos el marido de la empresaria, Richard Smith. La pareja tiene cinco hijos, cuatro de los cuales fueron adoptados de una misma familia. Nunca han trascendido los detalles de aquella adopción, y ni tan siquiera se sabe si el quinto retoño del matrimonio es hijo biológico.

Tal es el cerrojo que Denise Coates ha impuesto a su vida privada, acotando además sus comparecencias públicas a contados actos del ámbito laboral o a esa foto que le tomó la prensa esgrimiendo orgullosa la medalla del CBE (comandante de la orden del imperio británico) impuesta por la reina Isabel como valoración de sus servicios al mundo empresarial y a la comunidad. Este último reconocimiento responde a los más de 110 millones de euros que ha dedicado a diversas ONG, tanto británicas como del extranjero.

Para sus nuevos vecinos del condado de Cheshire (noroeste inglés) el nombre de Denise Coates significa, sin embargo, un incordio. Para los tabloides británicos viene siendo un filón desde hace año y medio. A lo largo de esos meses, la prensa amarilla ha ido destilando detalles sobre el proyecto de gran mansión de la empresaria del juego, que incluirá un gran lago con sus barcazas, establos, pistas de tenis, un circuito de ciclismo y sobre todo una extensa valla con seguridad privada las 24 horas del día. En su esfuerzo por hacerlo realidad, la promotora ha intentado “eliminar” las granjas circundantes a base de su millonario talonario. Lo ha conseguido en muchos casos, con la ambición no sólo de ganar espacio sino de asegurarse un aislamiento total.

Coates sigue sin decir palabra sobre esa polémica que le ha afeado la imagen en los medios privilegiados de la campiña inglesa, aunque no haya modificado un ápice su etiqueta de heroína entre las gentes Stoke-on-Trent. La “chica de Stoke”, la nieta de un minero e hija de un hombre hecho a sí mismo que montó un negocio local, les ha demostrado que se puede volar muy alto para acabar aterrizando en las listas de grandes Fortunas del Sunday Times o Forbes.

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