Cinco recetas con huevos alrededor del mundo

La chef y escritora gastronómica Tove Nilsson propone en su último libro más de 100 platos con uno de sus ingredientes favoritos: el huevo. Publicamos cinco que viajan por China, Ghana, Suecia, EEUU y Francia

Huevo, boniato y cebolla pochada en mantequilla: nada puede fallarCharlie Drevstam / Col&Col

“Me gustan los huevos. Introducir la cuchara del desayuno en un huevo cocido con la yema cremosa y la clara suave y firme es pura felicidad”, escribe la chef Tove Nilsson en la introducción de Huevos: recetas y técnicas, recién publicado por la editorial Col&Col. “Son una parte importante de mi vida, por muy absurdo que suene. En el desayuno, la comida o la cena , el huevo es mi amigo más fiel”, prosigue la autora con su declaración de amor huevera. No podemos estar más de acuerdo: pocos ingredientes ofrecen tantas posibilidades, a un precio razonable y con un perfil nutricional muy interesante.

Nilsson empieza enseñando técnicas básicas para perfeccionar preparaciones que se convierten en un manjar cuando sabes un par de trucos, empezando por las más sencillas como la tortilla francesa o la campesina, los huevos fritos en aceite o mantequilla, revueltos o cocidos en diferentes puntos. También hay propuestas más sofisticadas como el tamagoyaki, una tortilla japonesa fina como una crêpe y enrollada sobre sí misma. Las emulsiones a base de huevo -mayonesa en todas sus versiones, holandesa, gribiche y demás- también tienen su apartado (y un montón de ideas para tunearlas con hierbas, otras salsas o encurtidos).

El libro y los deberes hechosMònica Escudero

A partir de aquí Nilsson organiza las recetas a través de los diferentes escenarios y momento del día en los que podemos comer huevos (efectivamente, todos). Platos clásicos como el steak tartar en diferentes versiones -tal vez la única receta a la que le he encontrado una pega, ya que recomienda picar la carne a máquina-, frittata, tortilla de patatas, ensaladas de todo tipo, pasta y hamburguesas como plato principal. Nos da ideas para empezar la mañana preparando deliciosos muffins -con una masa muy sencilla y apta para primerizos que además no necesita horno- con huevo planchado, jamón y queso, burritos, huevos rancheros, todo tipo de tostadas, croque madame, sabrosas sopas vietnamitas y desayunos chinos como el que encontraréis un poco más abajo (hay recetas de todos los continentes y para todos los gustos). También incluye un apartado de postres para los más dulceros; con trucos para que no se te bajen el suflé o el merengue, y cócteles para animar los días especiales.

La autora escribe con un lenguaje cercano y sencillo, y ofrece muchísimas opciones para cocinar fácil y rápido con los ingredientes básicos de cualquier alacena, y también otras para dar salida a esos más exóticos que compraste una vez y no has vuelto a usar (si tienes ganas de complicarte la vida, también puedes preparar desde cero tu propia salsa HP -la brown sauce inglesa- o kétchup). Las fotografías de Charlie Drevstam, coloridas, centradas en una comida que destaca sobre fondos lisos y muy apetecibles, hacen de Huevos no solo un gran libro de cocina, sino también uno que puedes hojear simplemente por placer visual. Tove Nilsson cuenta que durante todo el proceso, desde las pruebas al estilismo, empleó un total de 4.200 huevos: para preparar las recetas que vienen a continuación necesitarás muchos menos, porque ya llevan de serie su experiencia y conocimiento.

Huevos y tomate con aceite de guindilla

“Esta receta se aprende desde la infancia en muchas partes de China: huevo, tomate y guindillas”, cuenta Nilsson”. Una bomba umami sin precedentes y el desayuno perfecto para despertar bien una mañana de fin de semana”. La autora propone aliñarla con un aceite de guindilla bastante similar al que preparamos en este vídeo.

El toque picante del aceite es la claveCharlie Drevstam / Col&Col

Tiempo: 8 minutos

Dificultad: La de hacer el aceite de guindilla

Ingredientes

Para 4 personas

  • 8 huevos
  • 4 tomates
  • 4 cebolletas chinas
  • 3 cucharadas de aceite de oliva
  • 1⁄2 cucharadita de sal
  • Aceite de guindilla
  • Arroz blanco al gusto, para acompañar

Instrucciones

1.

Batir los huevos. Calentar una sartén grande o wok. Añadir los huevos y una cucharada de aceite, y remover hasta obtener un revuelto con grumos grandes. Reservar en un plato.

2.

Cortar las cebolletas en rodajas y los tomates en gajos. 

3.

Poner en el mismo wok o sarten las dos cucharadas restantes de aceite, los tomates en gajos y las cebolletas, hasta que los tomates estén tiernos. Añadir tres cucharadas de agua y sal. 

4.

Incorporar los huevos revueltos y servir inmediatamente con arroz blanco y aceite de guindillas.

  

Eto: batata y huevos

En Ghana, este plato se come en bodas, cumpleaños y demás celebraciones: la receta original lleva ñame, pero la autora lo ha sustituido por batata (boniato) ya que es más fácil de encontrar. Puede comerse tal cual o acompañando un guiso de pollo o pescado, por eso la cantidad de huevos es variable.

Tiempo: 20 minutos

Dificultad: La de pelar los huevos sin que se rompan

Ingredientes

Para 4 personas

  • 800 g de batatas
  • 100 g de mantequilla
  • De 3 a 6 huevos
  • 3 cebollas rojas
  • Sal

Instrucciones

1.

Pelar y cortar las batatas en trozos. Pelar y picar las cebollas.

2.

Cocer las batatas en agua con sal hasta que estén blandas.

3.

Cocer los huevos durante cinco minutos directamente en agua hirviendo -a fuego muy suave- para que la yema quede líquida. Parar la cocción con abundante agua fría.

4.

Mientras, sofreír la cebolla en la mantequilla a fuego bajo durante unos 10 minutos, hasta que esté tierna y un poco dorada. 

5.

Colar las batatas y aplastarlas. Añadir la cebolla con la mantequilla y sal al gusto: ajustar de sal hasta que esté bien sabroso. Servir con los huevos cocidos pelados.

Torta de huevo con panceta

Esta torta es el orgullo de la región sueca de Skåne: se prepara con panceta ahumada en frío, porque tiene un toque ácido que contrasta muy bien con la torta de huevo, pero si no se tiene a mano también se puede usar panceta curada. (Nota comidista: se puede encontrar fácilmente la mermelada de arándanos rojos en esa tiendecita sueca de sofás, sillas y perritos calientes a 50 céntimos)

Un desayuno potenteCharlie Drevstam / Col&Col

Tiempo: 25 minutos

Dificultad: Encontrar la panceta (pero hay opciones)

Ingredientes

De 4 a 6 raciones

  • 400 g de panceta ahumada en frío o curada, en lonchas
  • 8 huevos
  • 90 g de harina común
  • 300 ml de leche entera
  • 350 ml de nata para cocinar (sobre 18% de materia grasa)
  • 1 cucharadita de sal
  • 25 g de mantequilla
  • 275 g de mermelada de arándanos rojos

Instrucciones

1.

Freír la panceta en una sartén a fuego medio hasta que esté crujiente. Reservar.

2.

Batir los huevos con la harina, la leche, la nata y la sal.

3.

Derretir la mitad de la mantequilla en la sartén caliente con los restos de la panceta y verter después la masa.

4.

Utilizando una espátula, arrastrar los bordes hacia el centro a medida que se vaya solidificando para que la masa cruda baje al fondo de la sartén.

5.

Bajar la temperatura y dejar que la torta se cuaje por arriba.

6.

Cuando esté casi cuajada, pasar a un plato dándole la vuelta como si fuera una tortilla.

7.

Derretir otro poquito de mantequilla, deslizar la torta del plato a la sartén y dorarla hasta que se haya cuajado por completo.

8.

Colocar la panceta encima para que vuelva a calentarse un poco y servir caliente acompañada de mermelada de arándanos rojos.

Prime rib hash

Es el equivalente al pyttipanna sueco que se sirve en los restaurantes y las barbacoas estadounidenses, bien contundente y con trozos de patata aplastados. Es importante escoger una buena carne de vacuno, con mucho marmoleado -grasa infiltrada- como el lomo alto, filete de solomillo, chuletón, picaña o lomo.

El socarrat de patata lo mejora todoCharlie Drevstam / Col&Col

Tiempo: 35 minutos

Dificultad: Dar con la carne adecuada

Ingredientes

Para 4 personas

  • 800 g de patatas de carne firme
  • 500 g de carne de ternera
  • 2 cebollas
  • 3 tallos de apio
  • 2 cucharadas de salsa picante o kétchup
  • 1⁄2 cucharadita de tabasco
  • 2 cucharaditas de salsa worcestershire
  • 2 cucharaditas de romero picado fino
  • 4 cucharadas de perejil picado fino
  • 8 huevos pequeños o 4 grandes
  • Mantequilla
  • Sal y pimienta negra recién molida

Instrucciones

1.

Pelar las patatas y cocerlas en agua con sal hasta que estén blandas. Colar el agua, dejar que se enfríen un poco y cortarlas en dados.

2.

Cortar la carne en dados de unos dos por dos centímetros.

3.

Rehogar la cebolla pelada y cortada en tiras y el apio en rodajas durante unos 10 minutos a fuego bajo con bastante mantequilla. Reservar junto con las patatas.

4.

Dorar la carne en mantequilla durante unos tres minutos -o al gusto- en una sartén muy caliente. Salpimentar.  

5.

Añadir las patatas, la cebolla, el apio, la salsa picante, el tabasco, la salsa worcestershire, el romero y el perejil. Cocinar todo junto durante unos cinco minutos. Dejar después que repose en la sartén sin remover, para que las patatas del fondo queden crujientes.

6.

Cascar los huevos de dos en dos, si son pequeños, en un cuenco pequeño. Calentar una sartén grande con mantequilla y freírlos juntos, como si fueran uno (si son grandes, freír normal).

7.

Salpimentar al gusto. Servir el plato con los huevos y más salsa picante.

Crème brûlée

Caramelizar la brûlée en el horno con el grill no da buen resultado, ya que la crema también se calienta, cuenta Nilsson. “El resultado debe ser una crema firme y fría con una superficie dura de azúcar caramelizado, que solo obtendrás si utilizas un soplete”.

Crujiente sí, caliente noCharlie Drevstam / Col&Col

Tiempo: 80 minutos

Dificultad: Necesitas un soplete y algo de paciencia

Ingredientes

De 4 a 6 raciones

  • 300 ml de nata para montar (al menos con 35 % de materia grasa)
  • 200 ml de leche entera
  • 1 vaina de vainilla
  • 6 yemas de huevo
  • 100 g de azúcar blanco
  • 100 g de azúcar moreno

Instrucciones

1.

Calentar el horno a 125 °C y colocar a media altura una fuente con agua.

2.

Verter la nata y la leche en un cazo. Raspar la vaina de vainilla y agregarla junto con la raspadura. Lleva a ebullición.

3.

Batir las yemas y el azúcar blanco en un cuenco. Sin dejar de batir, añadir la mezcla caliente de nata y leche a los huevos.

4.

Rellenar con la mezcla entre cuatro y seis ramequines o flaneras.

5.

Cocerlos en el horno al baño maría durante una hora más o menos. La crema debe cuajarse y quedar sedosa. Al agitar el ramequín, debe estar firme pero el centro ha de temblar un poco. Al enfriarla y refrigerarla, se vuelve aún más firme.

6.

 Dejar que se enfríen a temperatura ambiente y conservar después en el frigorífico hasta el momento de servirlas.

7.

Triturar el azúcar moreno en el procesador de alimentos hasta pulverizarlo o machacarlo en un mortero.

8.

Espolvorear poco a poco el azúcar moreno sobre cada crème brûlée. Tostar el azúcar con un soplete. Dejar que se solidifique y repetir el proceso. 

 

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