Almeida anuncia que trabajará en una nueva ordenanza de Movilidad con independencia del recurso al Supremo
El alcalde de Madrid ha pasado de pedir su derogación a defender un modelo para reducir emisiones que permite a Madrid ser “motor de España”. Almeida aún no sabe si recurrirá la sentencia, pero insiste en que no se devolverá el dinero de las multas
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha hablado este miércoles por primera vez de la sentencia que ha agitado la vida del consistorio al tumbar parte de su plan de bajas emisiones. Madrid 360, que continuó con la reducción de la contaminación en la capital que inició Madrid Central y que le ha dado 330 millones de euros extraordinarios en multas, es uno de los principales focos de tensión del alcalde tanto a derecha como a izquierda. La izquierda de Más Madrid porque considera que es un Madrid Central con otro nombre y la derecha de Vox porque se dice engañada desde que le dieron sus votos para hacerlo alcalde en 2019 a cambio de una derogación que nunca llegó.
Según Almeida, los servicios jurídicos del Ayuntamiento siguen estudiando si recurrir una “sentencia extensa” conocida el martes. Aunque tiene 30 días para ello, Cibeles espera dar respuesta esta semana. Mientras tanto, la estrategia del equipo de Almeida ha sido salir a defender un modelo que la justicia considera que no ha tenido en cuenta a las clases más desfavorecidas que no pueden tener un vehículo de último modelo para llegar al centro.
Tanto Almeida como su mano derecha, Borja Carabante, han insistido en que se trata de un “modelo exitoso” en el que, “tanto si se recurre como si no”, seguirán trabajando. “Es un modelo que ha funcionado y que ha permitido reducir la contaminación. No se ha visto afectada la economía y ha mejorado la calidad de vida. No es el modelo de Vox, el de no hacer nada, ni el histérico de la izquierda”. Sobre las multas que han permitido a la capital un ingreso récord en sanciones, Almeida ha dicho que no se devolverá ni un euro, con el argumento de que sentencias anteriores “decían que los procedimientos sancionadores concluidos anteriores a sentencia firme son válidos y, por tanto, no hay procedimiento de devolución”.
No obstante, independientemente de lo que suceda con su recurso ante el Supremo, Almeida ha asegurado que el Gobierno municipal va a trabajar en la redacción de una nueva ordenanza. “Tanto si el Ayuntamiento recurre la sentencia como si no, en el Gobierno municipal van a trabajar en paralelo en la tramitación de una ordenanza de Movilidad Sostenible, dijo. “Madrid no se puede quedar sin una Ordenanza de Movilidad” y por eso, argumentó el regidor, el área de Medio Ambiente “está ya trabajando para poder subsanar todas aquellas cuestiones que se han reflejado en la sentencia”.
La esquizofrenia argumentativa del consistorio respecto a las zonas de bajas emisiones ha vivido un nuevo capítulo, dividido en entre desmarcarse del Madrid Central de su antecesora Manuela Carmena y defender su modelo, prácticamente igual al anterior con algún descafeinado. Hasta su llegada a Cibeles, una de las grandes promesas de campaña de Almeida fue revertir un plan que, según decía en los mítines, había “perjudicado a los madrileños, al comercio y no ha mejorado la calidad del aire”. “Por eso, acabaremos con Madrid Central”, sostenía. La promesa se la creyó Vox, que facilitó con sus votos la primera proclamación de Almeida en 2019 como alcalde a pesar de la victoria de Carmena.
Logrado el objetivo, Almeida cambió de nombre el plan y añadió algunas ayudas económicas para comprar un coche eléctrico y, desde entonces, el portavoz de Vox, Javier Ortega Smith, ha convertido Madrid 360 en una afrenta personal que ahora ha encontrado respaldo en los tribunales. “Los madrileños me dieron mayoría absoluta. Lo siento por Javier Ortega, es que vive obsesionado conmigo (...). Debe ser la vigésima vez que pide mi dimisión desde que ganamos las elecciones por mayoría absoluta”, ha ironizado Almeida este miércoles. Según Almeida, Ortega Smith tiene algo “personal” contra él porque “nadie” le ha insultado ni descalificado tanto como el portavoz de Vox. “Algo estoy haciendo bien cuando una persona como Javier Ortega Smith emite esa catarata de descalificaciones”, ha dicho en Onda Madrid. El alcalde ha defendido que el suyo es un “modelo propio”, que no es ni el de la izquierda de Más Madrid y su “histerismo climático”, ni el de la derecha de Vox que cree que “no hay que hacer nada”. Segun Almeida, “Madrid 360 ha permitido que Madrid siga siendo el motor económico” de España y la única gran capital europea que cumple con la directiva de calidad del aire.
La sentencia del TSJM emitida el martes anula aquellas partes de la Ordenanza 10/2021 por las que se definen el ámbito de la zona de bajas emisiones en todo el municipio de Madrid; y las que establecen las dos zonas de bajas emisiones de especial protección en el Distrito Centro ―antiguo Madrid Central― y Plaza Elíptica. En todo el término municipal tienen prohibido circular los vehículos sin etiqueta no empadronados; mientras que en Distrito Centro y Plaza Elíptica no pueden circular los coches con etiqueta B o C que no sean de residentes o vayan a aparcar a un aparcamiento municipal. En los tres casos hay numerosas excepciones (personas con movilidad reducida, titulares de plazas de aparcamiento, acceso a centros educativos...).
Los jueces consideran poco argumentado el impacto económico en las clases más desfavorecidas. La sentencia no cierra la puerta al alcalde Almeida a volver a definir estas zonas de protección para minimizar el impacto del tráfico, pero deberá justificar más adecuadamente el impacto económico. El TSJM rechazó los argumentos de Vox relativos a irregularidades en la aprobación de la ordenanza, pero estima sus argumentos en cuanto a la escasa argumentación en los informes previos a la aprobación de la ordenanza.
En cualquier caso, la decisión del TSJM supone un palo más de los tribunales a una de las ordenanzas estrella de Martínez-Almeida, abogado del Estado de profesión. Antes fue la ordenanza de terrazas, las licencias de cocinas fantasma, los aparcamientos del Bernabéu o las cocheras de Cuatro Caminos. Bares, vivienda y contaminación, tres de los ejes temáticos que mueven Madrid, paralizados por los tribunales.