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Los universitarios de Madrid acampados por Gaza y los vicerrectores vuelven al diálogo, en medio de una escalada de acciones

La Policía Nacional detiene a tres estudiantes e identifica a siete por colgar una lona en la Puerta del Sol

Lona colocada en la Puerta del Sol por los estudiantes de la acampada por Palestina en Madrid, el 30 de mayo de 2024.
Lona colocada en la Puerta del Sol por los estudiantes de la acampada por Palestina en Madrid, el 30 de mayo de 2024.Europa Press
Juan José Martínez

Dos semanas después, las relaciones entre los estudiantes y los vicerrectores de las universidades públicas de Madrid se han destensado y han comenzado de nuevo a dialogar con el Bloque Interuniversitario por Palestina —la asociación de jóvenes acampados en Ciudad Universitaria desde el 7 de mayo, en apoyo a la población palestina―. Será en la tarde de este viernes, tras superar la fractura que provocó la toma del Edificio de Estudiantes de la Universidad Complutense (UCM) el 17 de mayo. Los portavoces institucionales y del alumnado intentarán acercar posiciones, hasta ahora, irreconciliables, ya que los rectorados restringen el diálogo a las directrices de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), un marco que a los estudiantes les parece insuficiente. Las conversaciones se reactivan en plena escalada de las acciones del campamento, que en la mañana de este jueves han dejado tres detenidos y siete identificados por la Policía Nacional, como consecuencia del despliegue de una lona en la Puerta del Sol.

La delegación estudiantil estará conformada por seis portavoces, uno de cada universidad. Insistirán en las peticiones fijadas desde el primer día, reflejadas literalmente en la lona desplegada en Sol, en la que se leía: “Universidades y Gobiernos: ¡Ruptura de relaciones ya!”, en alusión a los vínculos de las instituciones académicas tanto con los centros educativos israelís, como con las empresas que negocian con el Gobierno de Benjamin Netanyahu. Esta vez, además, pedirán a las universidades “que hablen de genocidio, que no equiparen partes, porque no es así”, explica Blanca Martínez, portavoz del Bloque, quien añade. “Ahora, encima, sabemos que se puede hacer, porque se ha hecho en otras universidades”.

El bloque interuniversitario por Palestina, que reúne a alumnos de las seis universidades públicas de Madrid, ven de reojo lo que han decidido las universidades de Barcelona, Granada, Jaén y, más recientemente, las de Valencia y Sevilla, que han decidido suspender cualquier relación con la academia israelí, aunque solo la Universidad de Barcelona (UB) se ha desvinculado de las empresas privadas.

Del otro lado de la mesa, los vicerrectores propondrán un compromiso para el envío de ayuda humanitaria a la zona de guerra y para contribuir a la reconstrucción de Gaza, así como un plan de atención a las personas afectadas por la Guerra en Gaza, según han adelantado a EL PAÍS fuentes de la cúpula universitaria que participan en el diálogo. Las mismas fuentes dejan entrever que aún no hay consenso entre los vicerrectores sobre romper las relaciones con los centros educativos de Israel, aunque universidades como la Complutense ya se ha mostrado a favor de revisar este punto.

La ruptura de relaciones con las empresas no es una opción de momento para los directivos, ya que consideran que no está claro en qué medida las empresas señaladas por estudiantes están contribuyendo a la guerra en la Franja.

El performance como herramienta de presión

Intervención frente a la Facultad de Medicina de la UCM, en protesta por la muerte de médicos en la guerra de Gaza, el 30 de mayo de 2024.
Intervención frente a la Facultad de Medicina de la UCM, en protesta por la muerte de médicos en la guerra de Gaza, el 30 de mayo de 2024.Juan José Martínez

Frente a las columnas romanas que coronan las escalinatas de la entrada a la Facultad de Medicina de la UCM, una quincena de jóvenes, muchos de ellos con bata, se han desplomado el suelo de cualquier manera, como si fuesen sanitarios caídos en un bombardeo. Frente a la pila de médicos inertes, dos estudiantes de medicina han leído el manifiesto: “Hoy se sigue operando sin anestesia. Hoy se sigue asesinando a personal sanitario, a pesar de estar claramente identificadas como tal. Hoy se siguen bombardeando ambulancias. Hoy el sufrimiento en Gaza se vive más que nunca”. A ambos lados de la escena, dos botes de humo llenaron el ambiente de una niebla roja y negra —los colores de la bandera Palestina—, mientras en el telón de fondo se podía leer: “No quedan hospitales en Gaza”. La guerra ha dañado o destruido 31 de los 36 centros sanitarios de Gaza y Cisjordania, según un comunicado de la Unión Europea.

La intervención de los estudiantes se produjo solo horas después de que tres estudiantes fueran detenidos por desplegar una lona en una de las fachadas de la Puerta del Sol. Beatriz Payo, una portavoz del bloque que participó en la acción, ha explicado: “Nos hemos encontrado con muchísima represión por parte de la Policía que en ningún momento ha querido dialogar con las personas que estaban mediando”. La lona solo ha durado una hora puesta. La Policía Nacional ha precisado a este diario que los detenidos son de nacionalidad española y de edades comprendidas entre los 21 y 34 años. Al final de la tarde de este jueves, aún permanecían en dependencias policiales, donde han rendido declaración, antes de pasar a disposición judicial, por el presunto delito de desórdenes públicos.

En la última semana, los estudiantes han hecho del performance una herramienta de presión, en medio de un recrudecimiento de las acciones de protesta por la suspensión de los diálogos con los vicerrectorados. “Esta semana nos hemos centrado en escalar las acciones para señalar que las universidades rompieron las negociaciones, lo que a nosotros nos parece una vergüenza”, continúa Payo. Con esto en mente, la semana comenzó con el despliegue de una pancarta y la activación de un par de botes de humo a las puertas de la Universidad Politécnica —“la que tiene más convenios con Israel y la que menos se quiere sentar a negociar”, ha puntualizado la portavoz estudiantil—. Los jóvenes de la acampada remarcan que se tratan de acciones de desobediencia civil e insisten en el compromiso de no violencia adquirido por el campamento desde el primer día.

El martes transcurrió en calma por el Consejo de Gobierno de las universidades, en el que, a juicio de los universitarios, “se habló de manera muy frívola de Palestina”. El miércoles, un grupo de estudiantes se trasladó hasta la facultad de las Ciencias de la Información, ataviados con chalecos de prensa, con la intención de señalar los ataques contras los periodistas asesinados en la Guerra. Esta acción fue acompañada por un portavoz de Reporteros Sin Fronteras, que fue el encargado de leer el manifiesto. Al menos 107 trabajadores de la comunicación han muerto por la guerra en Gaza desde el 7 de octubre, según un conteo del Comité para la Protección de los Periodistas.

La presentación de las selectividades comienza el lunes en Madrid. Unos 39.243 estudiantes asistirán las pruebas, de los cuales 12.902 lo harán en la Universidad Complutense. El vicerrectorado de esta institución se ha mostrado preocupado por la intención de los estudiantes de convocar para ese día una concentración al medio. La vicerrectora de estudiantes de la UCM, Rosa de la Fuente, resalta la importancia de “garantizar que todos los estudiantes tengan las mismas condiciones para la realización de los diferentes exámenes a lo largo de la semana”, de ahí la importancia de evitar ruidos y molestias, como las que pueda causar una manifestación.

Las aulas reservadas para los 87 alumnos con discapacidad que presentarán la EBAU se encuentran al otro lado de la calle donde permanece el campamento, por lo que De la Fuente advierte: “Entendemos las reivindicaciones, la presión y la convicción de los estudiantes acampados, pero si perjudican a los estudiantes de bachillerato creemos que el efecto será muy negativo”.

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