La ‘Granja del terror’ en Burgos también enfrentará cargos por delitos contra el medio ambiente
El Observatorio de Bienestar Animal publica las pruebas de la muerte de un cerdo por inanición, tras 36 horas de abandono en la explotación porcina de Domingo del Pozo en Quintanilla del Coco
En la denominada “granja del terror” en Burgos, el rastro del sufrimiento animal se prolonga más allá de la cerca del predio. En un bosque de 2.000 metros colindante con la explotación porcina, un rastro de cráneos, pezuñas, columnas vertebrales y más huesos atestiguan la presencia de un vertedero ilegal de la criadora de Domingo del Pozo, denunciada el pasado 27 de noviembre por el Observatorio de Bienestar Animal (OBA) por delitos de maltrato animal y estafa. En la explotación, plagada de ratas y gusanos, los cerdos sufrían hasta la muerte, como recogió EL PAÍS el 30 de noviembre. Este miércoles la ONG ha advertido de la inclusión en la querella de delitos contra el medio ambiente, debido al cementerio hallado alrededor de la granja, “ya que se sitúa dentro de espacios naturales protegidos: el Parque Natural Sabinares de Arlanza-La Yecla y la ZEPA y ZEC Sabinares del Arlanza”, explica Julia Elizalde, mánager de proyectos de OBA.
EL PAÍS visitó la explotación porcina el 27 de noviembre y constató la presencia de los restos óseos pertenecientes a la explotación de Domingo del Pozo, certificada con el sello de bienestar animal emitido por AENOR e IRTA. Ambas entidades retiraron tal distinción a la granja tras conocer irregularidades y la presencia del vertedero ilegal, advertidas por este diario.
Guillermo Moreno, director de la ONG denunciante, considera “muy grave que la granja haya pasado satisfactoriamente la última auditoría de AENOR, con fecha 24 de agosto de 2023, cuando gran parte de las imágenes publicadas datan después de esta fecha”. En un vídeo del 1 de septiembre, una semana después de que el equipo de certificación examinara la granja, se aprecia un lechón gravemente enfermo en el suelo de un corral y a escasos metros un cadáver de otro con las vísceras por fuera.
La prueba Reina
El OBA también revela este miércoles nuevas imágenes de la agonía de un cerdo a la intemperie, que muere de inanición, antes de ser devorado por los buitres. Esta secuencia es una de las pruebas más reveladoras, ya que en ella convergen todos los delitos de la denuncia: desde los medioambientales, hasta los de maltrato animal, con agravantes de muerte y omisión de socorro. “El nivel de desatención y gravedad de la situación en la granja alcanza su máximo apogeo, al desvelar el procedimiento del granjero para deshacerse de uno de los cerdos, que agoniza durante al menos 36 horas, incapaz de levantarse y sin acceso a atención veterinaria, comida o agua”, señala el OBA en un comunicado.
Elizalde ha precisado que “de acuerdo a la normativa vigente, un animal gravemente enfermo ha de ser sacrificado para evitar un sufrimiento innecesario”, así que señala a la granja de incumplir el Reglamento del Consejo de Europa (CE) nº 1099/2009, de 24 de septiembre de 2009, sobre la protección animal en el sacrificio.
Con la divulgación de este material, la ONG insiste en el cierre inmediato de la granja, así como la destitución de Domingo del Pozo, dueño de la explotación, como alcalde de Quintanilla del Coco por el Partido Popular.
La investigación de la Granja del terror comenzó justamente en aquel bosque de hedor mortecino, que despertó la curiosidad de un par de vecinos, que quisieron averiguar qué ocurría en aquella granja. Uno de ellos terminó infiltrándose algunas noches entre mayo y octubre de 2023. “Lo que vi allí es lo más horroroso que he visto en mi vida”, confiesa a este diario el infiltrado, quien puntualiza sobre el cementerio ilegal: “Pusimos cámaras en los árboles y desvelamos que el alcalde era quien estaba deshaciéndose de los cadáveres ilegalmente, llevando con su tractor los animales muertos al monte, cuando no le veía nadie”.
Tras la publicación de la investigación del OBA, Mariano Veganzones (Vox), consejero de Industria, Comercio y Empleo de Castilla y León, desmintió las imágenes al decir que eran “totalmente falsas” y que “se habían sacado de otra granja”. Sin embargo, como pudo comprobar este periódico, al inicio de cada filmación se aprecia un periódico de ese día y un localizador gps muestra las coordenadas de donde se tomó el video.
