La Justicia obliga a la Comunidad de Madrid a convocar un concurso para crear una nueva televisión en la región

Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha obligado al Gobierno regional a convocar un concurso que abre la puerta a la aparición de una nueva televisión privada de ámbito regional, según un anuncio recogido este viernes por el Boletín oficial de la región (BOCM). La decisión es el resultado de años de litigios impulsados por la Asociación Cultural Alfa Salud Total, relacionada con la iglesia adventista, que así ha logrado liberar un espacio para que el ganador del concurso emita durante un mínimo de 15 años en la TDT autonómica. Todo debe resolverse en apenas un mes. Así, la orden de la consejería de digitalización dispara un esprint entre los posibles interesados, y llega justo cuando el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso está intentando alicatar su control de Telemadrid con la tercera reforma en dos años de la ley que regula el funcionamiento de la televisión pública autonómica.

“Es una licencia televisiva normal para emitir en TDT de ámbito autonómico y para la prestación de un servicio de comunicación audiovisual televisivo por parte de un adjudicatario privado conforme a las condiciones de la oferta que gane y a la normativa audiovisual aplicable”, detalla un portavoz gubernamental.

Aunque apenas hay rastro de la operativa de la Asociación Cultural Alfa Salud Total, que es la que litigó contra la Comunidad, su huella digital la refleja como “gestora del canal de televisión ALFA TV en colaboración con la iglesia adventista”.

Además, la Asociación Alfa Educación para una Salud Integral, de nombre similar, es, según una sentencia del Tribunal Supremo, una organización que persigue “la divulgación del contenido religioso de la iglesia adventista a través de los medios de comunicación audiovisuales”.

De hecho, la Federación de Asociaciones Culturales Radiotelevisión Adventista España (FACRAE) ya ganó a la Comunidad en el Tribunal Supremo en 2020, lo que obligó a convocar concursos de televisión TDT local en San Martín de Valdeiglesias y Soto del Real.

Sin embargo, la sentencia que provoca el nuevo concurso es ya de alcance regional. En estos momentos, el llamado “múltiple digital de cobertura autonómica (MAUT)” está ocupado por Telemadrid (50%) y la mercantil Squirrel Inversiones (25%), promotora de los canales BOM Cine. El nuevo operador, de no quedar el concurso desierto, ocuparía el 25% restante, que equivale a una licencia, en este caso la desocupada por la desaparición en 2006 de Quiero TV, la primera plataforma de pago que hubo en la TDT. Una oportunidad en un mercado con múltiples movimientos en los últimos meses.

Ofertas “secretas”

Así, la televisión 7NN nació en 2021 y cerró en la primavera de 2023, tras contar en su accionariado con el exdiputado de Ciudadanos Marcos de Quinto, y entre sus presentadores con el exdiputado de Cs y UPyD Toni Cantó. Inmediatamente, su frecuencia, que servía para una línea editorial próxima a Vox, fue ocupada por un nuevo emisor. Y, desde entonces, Canal Red, impulsado por el exvicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, se puede ver por la TDT en Madrid.

“Querían ser la Fox española... pero se arruinaron y tuvieron que cerrar”, ironizó entonces el fundador de Podemos. “Ahora su frecuencia en la TDT es nuestra”.

¿Cómo sería el nuevo canal de la región, de llegar a nacer? La Comunidad de Madrid ha diseñado el concurso con un sistema de premios y penalizaciones en la puntuación que servirá para moldear las posibles propuestas. Así, se valorará positivamente “el número de horas diarias correspondientes a programas, tanto de carácter informativo como no informativo, con contenidos directamente relacionados con la región (...)” o “el fomento de los valores culturales, históricos y sociales, así como del desarrollo tecnológico de la Comunidad de Madrid”.

De la misma manera, se penaliza la emisión de “contenido relacionado con concursos telefónicos, chat de contactos, programas relacionados con el esoterismo y las paraciencias, juegos de azar y apuestas” en la misma medida en la que se premia su ausencia.

La previsión normativa responde a que ese tipo de contenidos que se quieren evitar han proliferado en la TDT. Aunque también lo han hecho los de carácter religioso, nada se dice sobre ellos en las bases del concurso. El misterio de quién opta a gestionar el canal, y de si tiene contenido religioso, previsiblemente ni siquiera se resolverá el 27 de diciembre, cuando vence el plazo: la Comunidad de Madrid ha decidido que las ofertas sean “secretas”.

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