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El Supremo ratifica que el despido del exdirector de informativos de Telemadrid fue ilegal y obliga a indemnizarlo

El alto tribunal considera improcedente el despido de Jon Ariztimuño en 2021, ahora en TVE

Jon Ariztimuño, en Telemadrid.
Jon Ariztimuño, en Telemadrid.
El País

El Tribunal Supremo ha anulado uno de los despidos de la limpia de altos cargos y de cargos intermedios de Telemadrid que acometió la presidente regional, Isabel Díaz Ayuso, tras llegar al poder en 2021. Según el auto, fechado en septiembre, adelantado por eldiario.es y al que ha tenido acceso EL PAÍS, la sala de lo social al alto tribunal considera que la salida del entonces director de informativos de la cadena, Jon Ariztimuño, fue improcedente y que este profesional, que ahora trabaja en Televisión Española, debe ser indemnizado. Su despido es el primero que llega al Supremo después de que los tribunales ya hayan declarado improcedentes otros ceses de distintos cargos del ente público madrileño.

En julio de 2021, el PP aprobó en la Asamblea de Madrid, con la abstención de Vox, una reforma para controlar Telemadrid que permitió la designación como administrador provisional de un directivo totalmente vinculado a la formación conservadora, José Antonio Sánchez. Sánchez desembarcó así de nuevo en la cadena pública madrileña tras haber firmado en 2013, como director general (estuvo en el cargo de 2011 a 2014), el ERE que despidió a más del 70% de su plantilla y que el Supremo declaró después improcedente.

Su nombre aparece en los Papeles de Bárcenas y, además, está imputado por la Audiencia Nacional en el caso Titella durante su etapa como presidente de RTVE (de 2014 a 2018), en el que se acusa al empresario José Luis Moreno de dirigir una macrorred de fraude y blanqueo. El pasado 21 de septiembre, el juez suspendió su declaración como investigado, prevista para la próxima semana, para que tenga tiempo de estudiar la causa y garantizar su derecho de defensa.

Nada más llegar al cargo, Sánchez despidió a ocho cargos, entre ellos al director general, José Pablo López, el propio Ariztimuño, al adjunto al director, a la jefa de Nuevos Proyectos y el director general de Contenidos Audiovisuales, que habían entrado en la cadena en 2015 tras un acuerdo del PP de Cristina Cifuentes y Ciudadanos. La misión del nuevo administrador de Telemadrid era acabar con lo que el PP consideraba una anomalía: la independencia informativa de la televisión y la radio públicas. “Soy la única presidenta que tiene una televisión que le es crítica”, llegó a decir Ayuso en 2020. No fue ni el primer ni el último encontronazo de la presidenta con la dirección saliente del ente.

“Por la presente pongo en su conocimiento (…) que el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid, en su sesión del 14 de julio de 2021, ha declarado el cese de D. José Pablo López como Director General de Radio Televisión Madrid. En consecuencia (…) le comunico que, con efectos de la fecha de dicho cese, queda extinguida a todos los efectos su relación laboral con Radio Televisión Madrid”, fue el mensaje que recibió López y los otros siete directivos nombrados por él. El Ejecutivo regional aseguraba que no eran despidos, sino ceses vinculados al del director general. El equipo fulminado había recuperado la audiencia y la credibilidad de la cadena tras los oscuros tiempos del aguirrismo, cuando a Telemadrid se le conocía como tele-Esperanza por la mimetización de su línea editorial con los intereses del PP. Telemadrid y La Otra lograron un 6,4% de share en la temporada 2019-2020, su mejor dato en ocho años.

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Cuando despidieron a Ariztimuño, este se presentó unos minutos ante la redacción para dirigir unas palabras de despedida a su equipo. Cuando volvió a su despacho, ya no le funcionaban ni las claves. Después, cuando le ingresaron su última nómina, no le pagaron la última semana que estuvo yendo a los estudios de Telemadrid. Tampoco la indemnización, aunque fuera como despido procedente, es decir, siete días por año trabajado de los cuatro que estuvo en total.

Ariztimuño recurrió su despido y el juzgado de lo social número 8 de Madrid lo consideró improcedente en diciembre de 2021, al igual que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). En todas las sentencias previas hasta llegar al Supremo, la justicia ha dado la razón a Ariztimuño y obligaba a la cadena pública a readmitirle en su puesto o a pagarle la indemnización correspondiente por un despido improcedente (33 días por año trabajado).

La línea de defensa de Telemadrid pasaba por comparar el caso de su exdirector de informativos con el de una directiva de un hospital canario. Sin embargo, el auto del Supremo considera que son supuestos “distintos” y el TSJM ya criticó que la cadena colocara a “todo tipo de cargos intermedios bajo el paraguas” de la alta dirección cuando no lo eran. El Supremo también considera ahora que la relación del periodista con la cadena “no era de alta dirección, sino ordinaria de trabajo por cuenta ajena, como se deduce de las funciones otorgadas, impropias de un alto directivo de la sociedad, que no disponía de plena autonomía al estar bajo la dependencia del director general”.

El fallo, que ahora es firme y contra el que no cabe recurso, se limita a ratificar los anteriores y pide que se ejecute, por lo que la Administración tendrá ahora un plazo de 20 días para hacerlo. El auto impone además a Telemadrid el pago de 300 euros en costas. Otros despedidos ganaron en primera instancia y Telemadrid recurrió las sentencias desfavorables y este es el primer caso que ha llegado al Supremo, que deberá examinar el resto en los próximos meses.

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