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Cae una banda de narcos en Madrid que camuflaba en una tapicería el tráfico de casi cinco toneladas de hachís y marihuana

La operación ha sido bautizada Hardala, una variedad de hachís muy buena, en referencia a la calidad del producto que suministraban

Mercedes Pedreño

Una banda asentada en Madrid y dedicada presuntamente a enviar droga a Bulgaria, Alemania y Bélgica con una empresa de tapicería como tapadera ha sido desmantelada en una operación conjunta entre la Guardia Civil y la Policía Nacional. El grupo estaba compuesto por 11 hombres de nacionalidad española y marroquí, con edades comprendidas entre los 36 y los 61 años, que han sido detenidos y a los que se ha intervenido 4.536 kilos de hachís y otros 196 de marihuana. Todos los arrestados, algunos de ellos transportistas, han ingresado ya en prisión preventiva. Según los responsables de la operación, se trata de una de las mayores incautaciones de este tipo de droga que se realiza en Madrid en los últimos años. La operación ha sido bautizada Hardala, una variedad de hachís muy buena, en referencia a la calidad del producto que suministraban. Según fuentes policiales, al menos seis de los detenidos contaban con antecedentes por delitos de tráfico de drogas o por organización criminal, pero la banda no era conocida en Madrid.

En el operativo, que se inició en 2022 y que fue ejecutado el 13 de abril, se han llevado a cabo ocho registros, coordinados por el Juzgado de Instrucción Número 6 de Fuenlabrada, uno en una nave de Humanes y los otros siete viviendas de Móstoles, Parla, Madrid y San Sebastián de los Reyes, donde la organización tenía un piso de seguridad, conocido según el argot como guardería para la droga. Así lo ha indicado el general jefe de la zona de Madrid de la Guardia Civil, José Antonio Berrocal, que ha presentado este miércoles los detalles de la operación junto al jefe superior de Policía de Madrid, Manuel Soto, y el delegado del Gobierno de Madrid, Francisco Marín.

Esta guardería estaba situada en medio de una urbanización sin que los vecinos tuvieran ni idea de lo que ocurría de puertas para dentro. Los miembros del grupo subían los fardos hasta el piso desde un parque cercano a la vivienda. La investigación se inició en julio de 2022, cuando los agentes del Grupo XVIII de la Brigada de Estupefacientes tuvieron conocimiento de la llegada de esta droga desde Algeciras hacia Madrid para su posterior traslado a Europa, según confirman fuentes policiales, donde en países como Bélgica el hachís puede llegar a triplicar su precio.

El principal investigado es un varón español sin antecedentes que contaba con varios vehículos para el transporte de esta sustancia. Otros tres hombres eran los encargados de hacer los viajes desde Algeciras a Madrid, y que frecuentaban dos naves en Humanes de Madrid, al sur de la región. Una vez identificaron a los miembros de la organización y localizaron los lugares donde se almacenaba la droga, los agentes detuvieron a uno de ellos con 220 kilos de hachís en su vehículo. A partir de aquí, se fueron realizando una serie de incautaciones por parte de la Policía Nacional que desembocaron en la operación conjunta de abril. Según ha explicado Soto, tras las primeras pesquisas los investigadores descubrieron que se trataba de una rama distinta de una organización a la que estaba también siguiendo la Guardia Civil, en el marco de la Operación Tapón, por lo que se inició un trabajo conjunto entre ambos cuerpos.

El general Berrocal ha señalado que sus agentes comenzaron a hacer seguimiento a las naves de Humanes ante la “actividad extraña” que percibieron los agentes. Se trataba de un negocio relacionado con tapicerías, pero sus responsables mantenían contacto con una persona que se encontraba en prisión por antecedentes relacionados con el narcotráfico. Esta fue una de las pistas que saltaron la alarma.

Durante la investigación, el instituto armado llevó a cabo diferentes incautaciones en noviembre de 2022 en Madrid, con 200 kilos de marihuana y 85 de hachís intervenidos; en enero de 2023 en Guadalajara, con 400 kilos de hachís ocultos en un doble fondo de un remolque, y en febrero de 2023, en un vehículo cargado de hachís que fue interceptado en un control en Bailén (Jaén), en el que se hallaron 369 kilos de hachís. La operación culminó con la entrada en la nave de Humanes y las viviendas de Móstoles, Parla, Madrid y San Sebastián de los Reyes. Junto a la droga, los agentes han incautado también de vehículos, motocicletas y dinero en efectivo.

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La metodología de la banda criminal consistía en camuflar la droga con la mercancía que llevaba el transportista u ocultarla en dobles fondos que tenían los camiones o furgonetas. Para ello, contaban con un grupo de transportistas que eran los encargados de llevarla droga hasta su destino y que cobraban por realizar estos portes entre 6.000 y 7.000 euros.

Durante la investigación, los agentes han logrado interceptar cuatro portes distintos en Fuenlabrada, Madrid, Guadalajara y Jaén, lo que ha permitido interceptar 1.883 kilogramos de hachís y 195 más de marihuana que viajaban hacia Europa y cuya exportación era liderada por los dos varones que operaban desde la nave de Humanes. Fruto de estas intervenciones, del análisis de la documentación intervenida y los datos obtenidos de las investigaciones desarrolladas, se llegó hasta los dos varones que ejercían su actividad desde San Sebastián de los Reyes, quienes han resultado ser los distribuidores a gran escala de la droga.

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