El Seprona descubre un matadero en Madrid que distribuía carne en mal estado por toda España

Un gato ahorcado, un montón de cuchillos sucios encima de neveras llenas de sangre, una desplumadora de aves con restos de decenas de ejemplares, unos carritos de la compra con más óxido del que se pueda imaginar... Este es el escenario que se encontraron los agentes del Seprona en una explotación clandestina en el municipio madrileño de El Molar (8.666 habitantes). Había 650 animales, que tuvieron que ser sacrificados, algunos de ellos con salmonella. La Guardia Civil ha detenido a seis responsables de este espeluznante matadero ilegal, que distribuía carne para establecimientos de comida asiática en Madrid, Andalucía, Castilla-La Mancha, Valencia, Asturias, Cantabria y País Vasco.

Cuando llegaron los agentes, en la finca todavía permanecían algunas furgonetas en las que trasladaban la carne sin las condiciones adecuadas para mantener la cadena de frío. En ese momento se intervinieron 350 kilos de mercancía preparada para su distribución. Transportaban la comida en simples neveras, como las que se lleva a un día de playa, con algunos bloques de hielo. “Se observó el sacrificio de animales y la quema de restos dentro de la misma explotación”, especifica el instituto armado en una nota. El hallazgo de esta finca de la pesadilla animal se produjo dentro del operativo especial desplegado tras la detección de casos de gripe aviar en la Comunidad de Madrid.

En febrero se detectó el primer caso en la región, un pato hallado muerto en el embalse de Pedrezuela (Guadalix de la Sierra). La aparición de focos de gripe aviar en ciudades como Madrid, Leganés o Pozuelo ha llevado al Gobierno regional a adoptar restricciones para frenar su expansión, como limitar la cría al aire libre y el acceso al agua. El objetivo ahora es evitar la expansión del virus y que las aves silvestres acaben contagiando a las de corral. En este contexto es en el que se han intensificado los controles y vigilancias del Seprona y ha sido posible desmantelar esta explotación.

Gallinas, patos, cabras, cerdos y burros. Todo cabía en esta espantosa arca de Noé sin ningún tipo de control veterinario, ni antes, ni durante, ni después del sacrificio. En la finca se acumulaban restos de basura y no había refrigeración ante las elevadas temperaturas que está registrando Madrid. A los detenidos se les imputa un delito contra la salud pública y también de maltrato porque no pusieron ninguna medida para garantizar el bienestar de los animales, ni tampoco aplicaron ningún tipo de aturdimiento a los ejemplares antes de sacrificarlos para evitar sufrimiento innecesario, tal y como especifica la normativa.

Los agentes empezaron a tirar del hilo cuando el dispositivo de vigilancia observó cómo los responsables de esta explotación cargaban la mercancía en las furgonetas o los turismos y la llevaban hasta un polígono en Fuenlabrada, desde donde partían a sus destinos finales. Algunas veces la carga iba a parar a restaurantes asiáticos de la comunidad, y otra parte se destinaba a otros puntos a través de un servicio de mensajería. “El transporte se realizaba sin ningún tipo de control sanitario, por lo que tras las comprobaciones en materia de distribución, se procedió al registro en la explotación ganadera”, especifica la Guardia Civil. En el operativo de registro participaron también inspectores de la Comunidad de Madrid.

En concreto, el entramado tenía puntos de venta en El Molar, Aranjuez y Fuenlabrada (Madrid), Lebrija (Sevilla), Lucena (Córdoba), Fuente del Fresno (Ciudad Real), Manises y Alfafar (Valencia), Lugones (Asturias), Liencres (Cantabria) y Basauri (Vizcaya). Además de los seis detenidos se ha investigado a otras 12 personas por estafa y delito contra la salud pública. Ya no se servirán en ninguna mesa animales que hayan salido de este matadero de los horrores.

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