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Adiós al ‘pacto de las empanadillas’ o por qué el partido de Carmena y Errejón se parte

Cuatro de los 19 concejales de Más Madrid han roto con el partido. La exalcaldesa no se posiciona por ninguno de los bandos mientras PSOE y Podemos inician conversaciones con ellos

Manuela Carmena e Íñigo Errejón durante una fiesta organizada por el colectivo LGTBI en la sala Medias Puri en la Plaza de Tirso de Molina en 2019.
Manuela Carmena e Íñigo Errejón durante una fiesta organizada por el colectivo LGTBI en la sala Medias Puri en la Plaza de Tirso de Molina en 2019.KIKE PARA (EL PAÍS)

Manuela Carmena preparó unas deliciosas empanadillas para cenar. El 21 de diciembre de 2018 tenía un invitado especial en casa. La por entonces alcaldesa de Madrid recibió aquellos días una llamada de Íñigo Errejón, cofundador de Podemos y recién nombrado candidato del partido de Pablo Iglesias a la presidencia de la Comunidad. Errejón quería conocer de cerca el nuevo proyecto político de Carmena. La candidata a la reelección tenía un plan trazado para las elecciones de 2019: alejarse de los conceptos tradicionales de los partidos. Planteó a la ciudadanía una marca política que agrupara a distintos sectores de la sociedad. Ahora Madrid se transformaría en Más Madrid. Carmena fue muy clara en aquella conversación telefónica con Errejón:

— De acuerdo, Íñigo, vamos a hablar. Me interesa mucho saber cómo ves tú lo de la Comunidad.

Errejón se presentó aquella noche en su casa. Antes de entrar en materia, Carmena se fue a por las empanadillas a la cocina. Dos minutos después ―y con la bandeja en la mano—, un tobillo hizo crack. No hubo cena. Carmena acabó en el hospital y Errejón… en Más Madrid como candidato a la presidencia de la región. Así nació el conocido pacto de las empanadillas que dio origen al acuerdo entre ambos. Dos años después de aquella trastabillada noche, el partido que ganó las últimas elecciones en la capital de España ―con 19 concejales y 503.990 votos― ha sufrido su primera gran ruptura. Cuatro de esos 19 ediles anunciaron su marcha el pasado jueves con duras críticas hacia sus compañeros de partido. “No hay oposición a Almeida”. “Hemos perdido la centralidad progresista”. “Más Madrid deriva hacia un activismo minoritario”. Los cuatro seguirán en el Ayuntamiento bajo otra nueva marca: Recupera Madrid. El legado de Carmena se parte. La izquierda madrileña, que solo ha gobernado la capital en cuatro de los últimos 32 años, ha vuelto a dividirse otra vez. ¿Cómo se ha llegado hasta aquí?

Los cuatro concejales que han dado un portazo reciben la etiqueta de carmenistas. Marta Higueras es íntima amiga de Carmena y fue la teniente alcalde de la capital durante su mandato; Luis Cueto es el sobrino político de la exalcaldesa y fue su coordinador general de la alcaldía; Felipe Llamas fue su jefe de Gabinete en el Palacio de Cibeles y José Manuel Calvo, el máximo responsable de Urbanismo, una de las carteras más fuertes del Ayuntamiento. “Desde el primer día”, escribe Carmena en el prólogo del libro Manual de gobierno progresista que publicó hace unos meses el propio Calvo, “fue un colaborador indispensable para poner en marcha una nueva manera de entender la ciudad”. Nadie en el partido duda que tras esta decisión existen rencillas personales y, sobre todo, una fecha clave: mayo de 2020.

Tras la pérdida de la alcaldía, Carmena confirmó su marcha y Más Madrid se dividió en dos portavocías. Un hecho que evidenciaba las dos corrientes del partido. Marta Higueras se quedó como portavoz institucional y Rita Maestre —que fue la portavoz del Gobierno con Carmena― con el micrófono ante los medios. Higueras y Maestre fueron los dos pilares visibles de la formación hasta mayo de 2020. El partido inició entonces su primer proceso organizativo. Higueras y los tres concejales que han dado un paso al lado este jueves renunciaron a presentarse a esta refundación interna. “Me siento más cómoda con la visión de que hay otras formas más flexibles, con otras organizaciones distintas a los partidos políticos”, argumentó Higueras en aquellos días. Maestre, sin embargo, aglutinó a la mayoría de concejales en su lista. Más Madrid dejó a un lado la visión de Carmena y pasó a ser, ya sí, un partido político como el resto. Un mes después, Higueras cedió a Maestre su portavocía con la condición de que estos cuatro ediles tuvieran cierta autonomía dentro de la formación.

Las rencillas personales comenzaron a salir a flote. Los cuatro ediles ya no formaban parte de algunos grupos de WhatsApp internos. Se sentían ninguneados. Iniciaron por su cuenta la oposición al PP y Ciudadanos. Acudían a actos sin avisar al resto de ediles de Más Madrid. Comenzaron, incluso, a hacer guiños a Podemos y al PSOE. Lanzaron la idea de un frente común de partidos de izquierdas para reconquistar la alcaldía. Los cuatro eran la comidilla del Palacio de Cibeles. Las dos corrientes de Más Madrid sabían que esto tendría que terminar por algún lado. La situación, según la mayoría de concejales, era insostenible.

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La última reunión para solventar esta crisis interna se produjo en uno de los despachos municipales que el grupo tiene en el Ayuntamiento el pasado enero. De un lado, los concejales José Manuel Calvo, Marta Higueras y Felipe Llamas y, del otro, Rita Maestre, Jorge García Castaño y Miguel Montejo. Fue un ultimátum. Los carmenistas pidieron a Maestre y los suyos la autonomía prometida en 2020. Como no hubo acuerdo, la solución ha sido romper con el resto de concejales y promover la marca Recupera Madrid. Los cuatro ediles serán en las próximas semanas los primeros concejales no adscritos de la legislatura. Y participarán, como hasta ahora, en los plenos y en las comisiones. ¿Y qué dice Manuela Carmena de todo esto?

De izquierda a derecha, Manuela Carmena, Pilar Perea, Marta Higueras, Almudena Asenjo, Felipe Llamas y Juan Cueto, en el acto de entrega de la réplica de la placa de Largo Caballero hace dos semanas.
De izquierda a derecha, Manuela Carmena, Pilar Perea, Marta Higueras, Almudena Asenjo, Felipe Llamas y Juan Cueto, en el acto de entrega de la réplica de la placa de Largo Caballero hace dos semanas.Luis de Vega

Fuentes del entorno de la exalcaldesa aseguran que no se pronunciará por ninguno de los dos bandos y que, por el momento, tampoco hará ningún tipo de valoración pública al respecto. Entiende a los concejales que se han marchado y comprende a los que se quedan. Es más, come a menudo con casi todos ellos por separado. Su última imagen pública fue junto a los cuatro concejales que han dado un portazo. Una fotografía que se interpretó en algunos círculos del partido como un apoyo explícito hacia ellos. Sin embargo, ella misma se encargó de que a aquel acto fuera otra concejal del ala de Maestre. De hecho, apareció en casi todas las fotos con ella al lado. Una semana después de aquella imagen, los cuatro ediles carmenistas han dicho basta. Ha empezado el baile en la izquierda.

Diversas fuentes de los socialistas madrileños confirman que ya se han iniciado pequeños contactos con ellos. En Podemos, el cofundador del partido Juan Carlos Monedero cuenta por teléfono que las palabras del edil carmenista Calvo, en las que reconoce que la creación de Más Madrid fue un error, ha sido el primer paso para restablecer las conversaciones con los cuatro ediles díscolos: “El pacto de las empanadillas fue una frivolidad y nos costó el Ayuntamiento”. Mientras tanto, y a solo dos años para las elecciones, la izquierda madrileña está rota y la derecha se frota las manos, de nuevo.

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