Los Bomberos de Madrid se enfrentaron a ‘Filomena’ sin cadenas en sus vehículos
El plan de emergencias sí prevé que dispongan de ellas, pero al no tenerlas muchos camiones no pudieron operar y otros quedaron bloqueados cuando el temporal trajo un 400% más de intervenciones
A partir de tres centímetros, una nevada genera problemas a una ciudad como Madrid. Así aparece recogido en el Plan de Emergencias Invernales del Ayuntamiento (Peiam) que presentó el alcalde el jueves 7 de enero bajo los primeros copos. Las autoridades municipales aseguran que se prepararon para 20 centímetros, lo que según el Consistorio anunció la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Lo que cayó finalmente durante 30 horas llegó, a los 50 centímetros en algunos puntos del este y del sur de la ciudad. Aemet explica que 20 centímetros es el umbral a partir de los cual se activa en Madrid el aviso máximo, el rojo, y añade que en el aviso especial de nevadas se precisaba que se esperaban entre 40 y 50 litros de precipitación, es decir de 40 a 50 centímetros de nieve. Madrid, sin fecha para reabrir sus parques, por ejemplo, tardará todavía semanas en recuperar la normalidad previa al temporal Filomena.
En medio del caos y el bloqueo, con las comunicaciones interrumpidas y cientos de personas atrapadas en sus vehículos, los bomberos, como otros servicios de emergencia y seguridad, se echaron a las calles y a las carreteras a llevar a cabo rescates y operaciones de todo tipo. Abrir caminos a ambulancias, recoger a los atrapados en coches, trasladar a pacientes a centros médicos, caídas de árboles y ramas, rescates en ascensores… Llegaron incluso a liberar máquinas quitanieves atascadas.
Pero todo eso tuvieron que afrontarlo muy mermados de medios, pues no disponían de cadenas y eso impidió circular a muchos de sus vehículos. Todo cuando las intervenciones aumentaron un 400% por la borrasca, según datos del gobierno municipal. El uso de las cadenas no solo era obligatorio para cualquiera que circulara en medio de la nevada sino que, en el caso de los Bomberos, estaba previsto que dispusieran de ellas tanto en el propio Peiam como en una nota interna de la jefatura del cuerpo fechada el 5 de enero. También viene recogido en el contrato de renting de los vehículos. EL PAÍS ha accedido a estos documentos.
“¿Qué hubiera pasado ante un fuego de piso? Se hubiera quemado una manzana entera”
Los jefes de guardia “informarán al responsable de la Unidad Logística para que tengan disponibles las cadenas de vehículos”, se lee en la nota del día 5, dos días antes de que se presentara el Plan de Emergencias Invernales, donde lo referido a las cadenas aparece recogido en los mismos términos. “Sobre los vehículos que no tienen cadenas ni neumáticos de invierno (M+S), si lo estiman oportuno, cursarán las ordenes necesarias para enviar las cadenas para esos vehículos desde el taller-almacén al parque correspondiente”, añade ese documento del cuerpo que firma el inspector adjunto operativo, Luis Soriano.
Los neumáticos M+S (mud+snow, en inglés barro y nieve) son de invierno, pero su efectividad no está garantizada para una nevada como la que cayó sobre Madrid. Para esas situaciones extremas es necesario, en caso de no tener cadenas, otros que se denominan 3PMSF (siglas en ingles de tres picos de montaña y un copo de nieve). La ausencia de cadenas era algo que iban corroborando los bomberos con los que estuvo en contacto este periódico durante la histórica nevada. “¿Qué hubiera pasado ante un fuego de piso? Se hubiera quemado una manzana entera”, se pregunta, y al mismo tiempo responde, uno de ellos que prefiere que no se publique su nombre.
El sábado amaneció con la resaca de la odisea vivida la primera noche de tempestad. Algunos bomberos seguían desafiando al cansancio y a los horarios porque no había relevo. Empezaron a aparecer imágenes de camiones atrapados en la nieve sin poder avanzar. En algunos casos fueron los ciudadanos los que les ayudaban a poder salir. El espesor de la nieve se encargó de realizar una selección natural con el paso de las horas. Ante la falta de cadenas, solo eran operativos vehículos manejables que disponen de tracción a las cuatro ruedas y no pesan en exceso como furgonetas o las bombas de pastos, coches que suelen usarse en periodo de verano en incendios forestales.
“Toda la noche rescatando gente, llevándolos a su casa o a los hoteles y después te dicen que te vuelvas en metro al parque”
“Toda la noche rescatando gente, llevándolos a su casa o a los hoteles y después te dicen que te vuelvas en metro al parque”. El lamento es de un bombero, que también desea mantener el anonimato, desplegado en la zona norte de la capital desde el viernes por la mañana. Iba en lo que se conoce como un vehículo de primera salida o bomba urbana ligera (BUL), el camión más habitual en salidas cotidianas. No llevaban cadenas y ni siquiera podían avanzar por la calle de Arturo Soria cuando, en la madrugada del sábado, Filomena se había adueñado de Madrid. El remate de la guardia fue tener que regresar al parque junto a sus compañeros en Metro. Iban con el uniforme, sus pertrechos y hasta el casco tras 24 horas de trabajo casi sin interrupción.
Según la responsable del área de Seguridad y Emergencias, Inmaculada Sanz, los bomberos atendieron un 400% más de intervenciones. Hasta 1.215 intervenciones entre los días 8 y 13 de enero. El Ayuntamiento prevé que ante catástrofes o situaciones excepcionales se disponga de un número mayor de bomberos que el habitual. Los efectivos desplegados en atención directa a siniestros (ADS) tanto el sábado 9 de enero como el domingo 10 estuvieron por debajo de los 200, según fuentes del cuerpo. Una jornada normal, sin un temporal anunciado de antemano, deben ser 230 los que integren cada guardia entre los doce parques de la ciudad, según aparece en el Peiam. Muchos de los que entraron de guardia el viernes no pudieron regresar a su casa el sábado y muchos de los que entraban el sábado no pudieron llegar al parque. Esa misma maña la jefatura pidió voluntarios entre los que pudieran desplazarse o seguir trabajando más horas pese a llevar en el turno desde la mañana del día 8.
“Magníficos medios materiales”
Gobierno y oposición protagonizaron este miércoles en la comisión de Seguridad y Emergencia un rifirrafe por la gestión de Filomena, a la que el martes 26 se dedicará un Pleno extraordinario en Cibeles. El PSOE denunció como “muy grave” no solo la falta de cadenas sino también el intento del equipo que lidera el alcalde José Luis Martínez-Almeida por tratar de equiparar neumáticos de invierno a las cadenas. Eso, según el concejal socialista Ramón Silva, dejó “tirados” a muchos de los vehículos pues “la inmensa mayoría de los camiones” no pudieron circular el fin de semana. Fue, añadió el edil, “un ridículo espantoso” que se trató de corregir improvisando “con lo que podían” los efectivos, casi siempre vehículos pequeños. “Alguna responsabilidad tienen que tener ustedes de este caos”, le recriminó a Inmaculada Sanz. “Usted tiene que tomar medidas”.
La delegada se refirió en la comisión a los “magníficos medios materiales” con los que los bomberos afrontaron Filomena e indicó los vehículos de los que disponían: 8 vehículos todoterreno 4x4 con ruedas de invierno, 20 furgonetas 4x4 con ruedas de invierno, 4 furgones de carga 4x4, dos retroexcavadoras, generadores y todos los vehículos de atención directa equipados con ruedas de invierno.
El miércoles 13 de enero, cuatro días después de que dejara de nevar, llegaron al taller-almacén de Villaverde las cadenas para los vehículos del cuerpo de Bomberos de Madrid. Uno de ellos resume bien lo que ha supuesto enfrentarse a una situación como el temporal Filomena sin ellas: “Me voy a esquiar con dos esmokin y dos palas de pádel pero sin los esquís”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.