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El análisis del debate partido a partido: los mayores aciertos y errores de los siete portavoces

Nuestros analistas opinan sobre la participación de los representantes de los grupos parlamentarios del Congreso en el debate electoral celebrado en RTVE

Desde la izquierda, los portavoces de Sumar, PSOE, PP, Vox, ERC, PNV y EH Bildu, en sus atriles minutos antes de empezar el debate.Foto: ANDREA COMAS | Vídeo: EPV
El País

Los portavoces parlamentarios del PP, PSOE, Sumar, Vox, PNV, ERC y EH Bildu confrontaron sus programas este jueves en RTVE en el segundo debate electoral de la campaña para las elecciones del 23 de julio. Durante más de dos horas, Cuca Gamarra, Patxi López, Aina Vidal, Iván Espinosa de los Monteros, Aitor Esteban, Gabriel Rufián y Oskar Matute debatieron sobre economía, política social, política territorial y los pactos a los que pueden llegar tras el 23-J. El encuentro se produjo tres días después del cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo y que significó una subida del PP en el tracking diario de 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER. Los periodistas y analistas de EL PAÍS Ignacio Peyró, Mariola Urrea, Estefanía Molina, Berna González Harbour, Javier Casqueiro, Jordi Amat y Mikel Ormazabal escrutan cuáles son los aciertos y errores de los portavoces parlamentarios en este debate.

Portavoces debate

PSOE | Patxi López y el "Galope de Gish"

Por Mariola Urrea

El portavoz parlamentario del PSOE arrancó su intervención explicando qué es eso del "Galope de Gish". Pero no se confundan. No se trata de una nueva teoría de política monetaria. Se trata de una técnica de comunicación consistente en bloquear la capacidad de reacción del oponente abrumándolo con el mayor número posible de argumentos, sin prestar demasiada atención a su veracidad. Comenzar así tenía su razón de ser, aunque el bloque temático fuera el de economía. Patxi López quiso así desenmascarar la estrategia que utilizó el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el cara a cara con Pedro Sánchez del lunes y, con ello, tratar de enmendar algunas de las consecuencias negativas que para el PSOE dejó aquel debate. López estuvo hábil en los cuatro bloques defendiendo con firmeza lo hecho por el Gobierno. Fue pedagógico explicando la necesidad de respetar la diversidad de España como fundamento de un modelo territorial que necesita de la política y el diálogo para su sostenibilidad. Desmontó con claridad y rapidez la trampa que encierra el pacto que sugiere el PP para que gobierne la fuerza más votada. Ahí estuvo su acierto. Reconoció errores y recordó cómo fueron corregidos. Tampoco le faltaron reflejos para responder a las críticas, en forma de pellizcos de monja, que le propinaban de vez en cuando Esquerra y Sumar. Invirtió menos tiempo en describir propuestas programáticas concretas con las que el PSOE se presenta a las elecciones. Esa fue, si hubiera que señalar alguna, su debilidad.

El mayor acierto: su habilidad defendiendo con firmeza lo hecho por el Gobierno.
El mayor error: no describir propuestas programáticas concretas del PSOE.
Portavoces debate

PP | Cuca Gamarra: manual de supervivencia

Por Ignacio Peyró

Tras la brea de Feijóo a Sánchez es posible que el debate entre portavoces tuviera tanto interés como la contemplación de la carta de ajuste. Y si el propio cara a cara entre Sánchez y Feijóo fue el menos visto de la democracia, seguir el debate de los portavoces era algo al alcance de, usted elige, masoquistas o gourmets de la política. Más aún, si los pactos están marcando el vórtice de la erosión electoral, en un debate multilateral ningún portavoz quería aparecer alineado con el otro. Por eso, aunque hubo reproches entre todos, Gamarra fue la pieza a batir. A Gamarra le bastaba no ya con no perder, sino con no cometer ninguna torpeza en exceso visible: una forma de victoria es pensar que podría haber ido peor. Y las victorias y las derrotas, que se agrandan en un debate a dos, tienden a empequeñecerse cuando la competición es a siete. La portavoz del PP fue de menos a más, con esa solvencia de los mediocampistas que, sin ser estrellas, encuentran la titularidad con cada entrenador. Por ello, justificar una victoria de Gamarra en el debate resulta tan esforzado como encontrar argumentos para el terraplanismo, pero sería descortés considerarla perdedora. Trabajo hecho.


El mayor acierto: supo rehacerse.
El mayor error: la falta de iniciativa.
Portavoces debate

Vox | Iván Espinosa de los Monteros, patinazos que nadie frenó

Por Estefanía Molina

Iván Espinosa de los Monteros eligió a sus enemigos meticulosamente, y el PP no estuvo entre ellos. Ni siquiera le molestó a Vox que Cuca Gamarra aludiera a que gobernarían en solitario: para qué, si la ultraderecha sabe que eso no depende del PP, sino de la fuerza de sus votos, como en Extremadura. Así que Vox desplegó en primer lugar la idea de una izquierda que quiere crear “pobreza y dependencia” (cartillas de racionamiento, “buenismo ecologista”…), mediante una serie de gráficos con los que intentó apuntalar la idea de una España a la cola de Europa en crecimiento. La ultraderecha llevaba ensayada una pose de solvencia, pese a su criticada gestión en Castilla y León. Espinosa de los Monteros arremetió contra ERC, EH Bildu y PNV dentro del mismo grupo, sin diferenciación alguna, si bien el portavoz de Vox patinó al decirle a Gabriel Rufián que los republicanos “no quieren independencia, quieren dependencia del Estado" por su apoyo a las leyes sociales. Es decir, que Vox incluso reconoció la aportación de ERC a la gobernabilidad del Estado. Por último, la ultraderecha desplegó su discurso xenófobo en varias ocasiones, sin obtener contestación con datos por parte de ninguno de los demás participantes.


El mayor acierto: recibir de Gabriel Rufián la revista infantil en catalán Cavall Fort [que un concejal de Vox ha retirado de la biblioteca municipal de Burriana, en Castellón].
El mayor error: el bulo sobre que el Gobierno “vuela presas y pantanos” [y de ahí la escasez de agua].
Portavoces debate

Sumar | Aina Vidal, alternativa y serenidad

Por Berna González Harbour

Esta es una campaña tan centrada en los dos candidatos principales que se agradeció anoche escuchar (escuchar, sí, a diferencia del cara a cara del lunes) otras voces y propuestas. Una de las más serenas fue la de Aina Vidal (Sumar), que llenó su intervención de propuestas para combatir el cambio climático o la desigualdad y luchar por el tiempo libre, la industrialización verde o la sanidad. Vidal protagonizó sus mejores momentos al adelantarse a Patxi López en defensa del Gobierno cuando Rufián reclamaba empleo de calidad y le espetó: “Se llama reforma laboral”; al cortar al portavoz de Vox cuando este acusaba al de Bildu de terrorismo; y cuando reprochó a Gamarra la regresión de sus pactos con Vox. Con calma y con contundencia. Su momento más flojo fue cuando Rufián lideró la defensa de la ley del solo sí es sí y de Irene Montero y ella apostilló: “Yo también”. Tranquilidad y seguridad en el discurso fue, no obstante, su capital sostenido. Imposible adivinar si ganó votos para Sumar, pero al menos recordó que existen alternativas más allá del bipartidismo. En un tono balsámico frente al ruido y la agresividad en un debate en el que, por otra parte, Patxi López ganó a Pedro Sánchez. Y RTVE, a Atresmedia.


El mayor acierto: su serenidad y sus propuestas.
El mayor error: no liderar la defensa de la ley del solo sí es sí.
Portavoces debate

ERC | Gabriel Rufián sin sorpresas

Por Jordi Amat

A lo largo del debate, Gabriel Rufián no ha cometido errores: es un profesional experimentado a la hora de interpretar a un personaje que ya no incomoda como antes. Ha sido una cuestión de tiempo. Es un pillo integrado en el juego parlamentario y que funciona bien en los debates. Tira de ingenio, sabe colar bien las pullas, no se amilana ante la derecha radical (“a mí me molesta el fascismo”), interpela con contundencia a los candidatos con preguntas que sabe que no van a responder (que si el referéndum a Sumar, que si la propuesta para Cataluña del PSOE) y juguetea al regalarles una revista infantil en catalán a los candidatos de la derecha para provocar (un ejemplar de Cavall Fort, una de las que Vox ha ordenado retirar de la biblioteca municipal de Burriana, en Castellón). La pillería retórica es su estrategia discursiva para conectar con la ciudadanía que quiere políticas de izquierdas clásicas y que en Cataluña aún reclama el referéndum casi por inercia, porque venimos de donde venimos. Pero al ser un integrado, en comparación con la firmeza exigente de Oskar Matute, cada vez está más claro que a Rufián le falta fondo para poder ir más allá de su personaje.


El mayor acierto: el convencimiento a la hora de defender algunas de las políticas del Gobierno que han contado con el apoyo de ERC, de la ley del solo sí es sí a los indultos.
El mayor error: la falta de solidez a la hora de proponer una agenda progresista desde posturas soberanistas en contraste con la solvencia argumentativa del candidato de Bildu.
portavoces debate

PNV | Aitor Esteban, la euskalpatata vasca se niega a ser muleta sin programa

Por Javier Casqueiro

El portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha tenido en esta ocasión una participación poco lucida o brillante, porque ha seguido el ritmo de lo que lleva intentando en toda la campaña, concentrar sus mensajes en dos advertencias: los diputados nacionalistas vascos, casi siempre en el centro de muchas negociaciones en el Congreso aunque solo han facilitado tres investiduras de presidentes, se niegan a “ser muletas de nadie” y, en segundo lugar, todo lo que tengan que hablar con el PSOE y Sumar o con el PP en solitario será sobre la base de las exigencias de su programa. Aitor Esteban aprovechó el debate para recordar la obviedad tan olvidada de que estas elecciones no deberían ser presidenciales y hasta se permitió la provocación, siempre en su tono monocorde, serio y sólido, de señalar que el gran reto lo tendrá el rey Felipe VI cuando se tenga que mojar para proponer un candidato si gana el PP y requiere de los diputados ultras de Vox para llegar a La Moncloa. El PNV, lo remachó de nuevo Esteban, no quiere ser equidistante, tampoco puede digerir prácticamente nada de las “involuciones” que sostiene Vox, pero al PP de Feijóo le soltó un globo sonda: si las urnas se dirigen por ahí, el PNV hablará de su programa y de sus exigencias de más autogobierno y competencias para Euskadi.


El mayor acierto: el PNV no será equidistante ante la involución que significa Vox.
El mayor error: que se le notara tanto la disputa interna que tiene con EH Bildu por el electorado nacionalista en Euskadi.
Portavoces debate

EH Bildu | Oskar Matute entra al choque contra la derecha

Por Mikel Ormazabal

Oskar Matute entró tarde al debate, pero lo hizo con brío cuando tocaba defenderse de los ataques de la derecha y atacar al PP y Vox. EH Bildu eligió una cara amable para el debate televisivo, un representante de IU al que nadie podía acusar de ser connivente con el terrorismo de ETA. Matute pudo así confrontar con Vox y con el PP sobre el pasado de la formación independentista. Salió airoso cuando Iván Espinosa de los Monteros —­“ustedes son el brazo político de ETA”, espetó­— puso en duda dónde se encontraba Matute hace 26 años, cuando la banda armada asesinó a Miguel Ángel Blanco. “Yo estaba en una vigilia en Ermua pidiendo la liberación” del concejal del PP, replicó el portavoz de EH Bildu. Se vio con la autoridad de exigir a Cuca Gamarra que no le diese “lecciones de democracia”. Y para defender la legitimidad de EH Bildu para llegar a acuerdos con el bloque progresista que ha dirigido el Gobierno, le recordó a la diputada popular que en diciembre de 1998 una delegación del PP que representaba al presidente Aznar se reunió con Arnaldo Otegi y después con la dirección de ETA. Los principales dardos fueron contra los partidos de la derecha y la ultraderecha: “No les queremos gobernando nuestro país, no les queremos gobernando ningún país”. EH Bildu, un partido que se jacta de ir en defensa de la clase trabajadora y los derechos sociales, dejó pasar las cuestiones económicas y sociales y manejó mejor la defensa del derecho a decidir y la reivindicación del derecho de su partido a llegar a acuerdos con otros, incluso en Madrid. “La historia es nuestra y la escriben los pueblos”, dijo Matute en su minuto de oro.


El mayor acierto: la defensa de EH Bildu como una opción legítima con la que llegar a acuerdos políticos en el Congreso.
El mayor error: el tono gris en los temas sociales y económicos.


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