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Feijóo se lanza a arañar votos a Vox tras coger vuelo en el cara a cara

El PP dirige ahora su estrategia y su discurso hacia los votantes de la extrema derecha, apoyándose en Aznar, para engordar su resultado electoral

El presidente de PP y candidato a la Presidencia del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo (en el centro), el martes en un acto de campaña en Ciudad Real. Foto: JESUS MONROY (EFE) | Vídeo: EPV
Elsa García de Blas

El plan ha salido mejor de lo esperado. Ni siquiera se lo terminan de explicar en el equipo del líder del PP, donde creen que, más que mérito propio, la clave fue el demérito de Pedro Sánchez, que quedó “desarbolado” por Alberto Núñez Feijóo en los 10 primeros minutos del cara a cara del lunes. Esos minutos iniciales del bloque económico dieron confianza al dirigente popular, que acudía con menos presión porque no era el favorito, y consiguió crecerse. El resultado del único debate con el presidente del Gobierno ha hinchado las expectativas de los estrategas del PP, no tanto porque pueda mover mucho voto sino porque permite, creen, desarticular el marco de que la izquierda estaba remontando la campaña. Mientras el PSOE busca cómo recuperar el pulso, el PP pone las velas en dirección al viento y señala un objetivo inmediato: drenar a su rival por la derecha, Vox, para engordar todo lo posible su resultado electoral y buscar un Gobierno en solitario.

Feijóo cree que el debate ha supuesto una estocada importante no solo a Sánchez, sino también a Santiago Abascal, que quedó fuera de juego ―igual que Yolanda Díaz, la líder de Sumar―, y augura que, en consecuencia, puede aumentar mucho el trasvase de Vox hacia el PP y el porcentaje de indecisos que duda entre una u otra papeleta. A ese electorado de derechas quiere ahora dirigirse para que “no divida el voto” y lo agrupe en torno a la marca PP, con el argumento de que, si la derecha sigue fragmentada, hay más posibilidades de que Sánchez pueda volver a lograr una mayoría con Sumar, los independentistas y Bildu. “Tras el debate, hay dos posibilidades sobre los votantes de Vox: que ya hayan cambiado el voto o que estén pensando en hacerlo”, defienden fuentes del entorno del líder de los populares.

Feijóo va a echar mano, en esa estrategia, de José María Aznar. El expresidente es una figura atractiva para la derecha más dura, y por eso le lleva este miércoles a Murcia, el escenario que quiere utilizar como ejemplo para agitar, en el electorado conservador, el miedo a un bloqueo si no se le vota masivamente a él. En esa comunidad autónoma, Feijóo y Aznar compartirán mitin con Fernando López Miras, presidente en funciones de Murcia porque Vox ha bloqueado su investidura al no haber conseguido ―de momento― entrar en su Gobierno. En lo que queda de campaña, el PP va a dejar en suspenso los pactos de gobierno que le faltan por suscribir con la extrema derecha, los de Murcia y Aragón, para que no generen más ruido. Tras el 23-J se retomarán.

Pero lo que sí va a hacer Feijóo es utilizar el caso de Murcia para percutir contra Vox. “Para que siga Sánchez hay varias opciones”, expresó este martes el líder popular en Ciudad Real, donde se dio un baño de masas de militantes enfervorecidos tras el cara a cara contra Sánchez. “Opción uno: se puede votar al partido sanchista. Opción dos: al partido Sumar. Opción tres: a Sortu y a Bildu”, abundó. “Y opción cuarta: votar a aquellos que dicen que quieren que gane el PP, para después bloquear al PP cuando gana en una comunidad autónoma. Para que no haya cambio, para que todo siga igual”, subrayó en referencia a la decisión de la extrema derecha sobre la gobernabilidad murciana.

Los mensajes de voto útil a los votantes de Vox van a ir en un crescendo hasta el 23 de julio, comentan fuentes del PP. Por la tarde, en Cádiz, Feijóo mencionó con todas las letras al partido de Abascal, ya sin mensajes velados. “Le vamos a pedir el voto a los votantes de Vox para que Sánchez no se quede en La Moncloa, ¡Para que se vaya fuera del Gobierno de España!”, clamó. En el debate contra el presidente, Feijóo dejó guiños a los ultras, al calificar a Vox como partido “constitucionalista”. En la precampaña deslizó otros, como cuando sostuvo que el líder de la extrema derecha en la Comunidad Valenciana, Carlos Flores, condenado por violencia machista, había tenido “un divorcio duro”. Feijóo se cuida de no ofender a los votantes de Vox. La pasarela entre ambos partidos ya está construida y ahora solo hace falta, piensan en el PP, que la imagen de caballo ganador de Feijóo consiga el trasvase de votantes.

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El resultado del cara a cara contra Sánchez ha catapultado las expectativas del PP para el 23-J. Tanto que el problema es controlar la euforia. Después de comprobar este martes que el partido está “enchufado”, porque en Ciudad Real sus simpatizantes no le dejaban ni caminar abalanzándose sobre él, el líder del PP comentó a los periodistas en una charla informal que es consciente de que ganar un debate no significa haber ganado ya las elecciones. Hay que ir paso a paso. Y el siguiente es tratar de comerse a Vox.

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Sobre la firma

Elsa García de Blas
Periodista política. Cubre la información del PP después de haber seguido los pasos de tres partidos (el PSOE, Unidas Podemos y Cs). La mayor parte de su carrera la ha desarrollado en EL PAÍS y la SER. Es licenciada en Derecho y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid y máster en periodismo de EL PAÍS. Colabora como analista en TVE.

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