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Patronales y sindicatos exigen un Gobierno catalán fuerte para reconstruir la economía

Los agentes sociales evitan hablar de preferencias de coaliciones, pero llaman a evitar otra cita electoral

Pere Aragonès, presidenciable por ERC, este lunes en Barcelona rodeado por algunos miembros de su equipo a la salida de la emisora Rac1.
Pere Aragonès, presidenciable por ERC, este lunes en Barcelona rodeado por algunos miembros de su equipo a la salida de la emisora Rac1.Albert Garcia (EL PAÍS)

Las patronales no quieren que la formación del nuevo Gobierno catalán se dilate más de lo necesario. Junto a los sindicatos reclaman un ejecutivo “fuerte” y “estable” y, sobre todo, evitar otra reedición electoral que pueda hacer peligrar una toma de decisiones urgentes para reactivar la economía. Tras años denunciando la disfunción interna de los últimos Gobiernos independentistas y la pérdida de poder económico de Cataluña, el empresariado reclama ahora una etapa de estabilidad, unos presupuestos renovados para 2021 y medidas para paliar los efectos económicos de la covid. Con esa tríada de prioridades quieren los agentes sociales que se conforme el nuevo ejecutivo que salga de los resultados electorales del 14-F. Insisten en la necesidad de ofrecer ayudas para los colectivos más afectados por la actual crisis, pero también instan a reimpulsar el diálogo con Madrid.

El temor entre las patronales es que la actual situación de incertidumbre política se acabe perpetuando con la incapacidad de formar Gobierno. El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, fue ayer meridiano cuando, tras la reunión de la ejecutiva de la patronal, aseguró: “No nos podemos permitir que se tengan que repetir las elecciones. Sería un año más perdido, sin presupuestos y sin política económica”. Sus temores son generalizados, sobre todo después de haber comprobado cómo en el último mandato flaqueaba el diálogo con los agentes sociales y costaba más que nunca sacar adelante iniciativas consensuadas. En el fondo, organizaciones empresariales y sindicales entienden la necesidad de formar un Ejecutivo “fuerte y estable”, si bien ninguna de ellas clarificó ayer cuál es su alianza preferida: una coalición independentista, con el choque permanente con Madrid, o un bloque de izquierdas en el que figure el PSC.

Pimec, como Foment, apuesta por renovar los presupuestos y gestionar el mayor tiempo posible de 2021 con unas cuentas que reflejen el martilleo de la crisis económica. Ayer la organización, en pleno proceso electoral del que saldrá el sucesor de Josep González, demandó “sensibilidad hacia el mundo económica” y volvió a poner sobre la mesa la necesidad de “ayudas directas, urgentes y sostenidas en el tiempo para los sectores más afectados por las restricciones” impuestas para luchar contra la propagación de la covid. “Lo primero que tienen que hacer es pactar unos presupuestos para utilizar todo el potencial de recursos que ahora llegan. Y usarlos en dos ejes: dar respuesta a la crisis protegiendo al máximo a los trabajadores mientras no se reactive la economía; y dar recursos a la concertación social para avanzar hacia un cambio en el modelo productivo”, dijo el secretario general de UGT en Cataluña, Camil Ros.

Desde Cecot, la patronal vallesana, se insistió en buscar “estrategias comunes” y “consensuadas” y sobre todo “diálogo interno”, en lo que sonó a una queja de su presidente, Antoni Abad, de lo que no ha encontrado en el actual Govern de coalición formado por ERC y Junts.

Los sindicatos con más representación en Cataluña, CC OO y UGT, coinciden en leer los resultados electorales como una oportunidad. “Es un empate, lo que da solidez a los bloques, pero se ha producido un giro a la izquierda, tanto en el ámbito independentista como en el constitucionalista. Es decir, se pueden mantener los elementos de bloqueo, pero también se abren elementos de cambio”, destaca el secretario general de CC OO, Javier Pacheco. El líder sindical es consciente de los vetos cruzados que se han impuesto durante la campaña y de que muy probablemente el acuerdo pasará por reeditar un Gobierno entre independentistas, aunque con el liderazgo de ERC. “Creo que es la oportunidad para hacerlo mejor, pero tienen que poner las condiciones para que lo sea, y esto pasa por no olvidar que tenemos una crisis que necesita políticas de izquierdas”, expresa. En este sentido, considera imposible de imaginar que un político liberal como Joan Canadell (Junts) pueda ser consejero de Empresa.

El secretario general de UGT en Cataluña, Camil Ros, se muestra preocupado por los pactos. “Todavía están todos en su trinchera”, señala. El líder sindical cree que es urgente hacer un Gobierno “lo más rápido posible” y evitar que se repitan las elecciones: “Estamos en una crisis sanitaria y económica, no nos lo podemos permitir”.

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Los dos sindicatos reclaman un Gobierno estable que garantice una legislatura larga para afrontar la recuperación económica. “Y también para afrontar el proceso de diálogo y solucionar el conflicto en Cataluña”, apunta Ros.

El lamento sindical por la llegada de Vox

Ambos líderes sindicales lamentan la irrupción de la extrema derecha en el Parlament, “que hasta ahora podía estar escondida en diputados naranjas o azules”, señala Ros. Pacheco afirma que hay que establecer políticas claras para la clase trabajadora y evitar así que se sume a soluciones populistas y fascistas. Ros destaca que el nuevo Parlamento de Cataluña debe evitar que Vox condicione los debates públicos: “Este será el reto más importante, no entrar en su juego”.

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