Vox se vuelca en el primer encierro taurino simulado para niños en la ciudad de Valencia
Vicente Barrera, exvicepresidente de la Generalitat y extorero, recibe el apoyo de cargos y simpatizantes del partido que acuden con sus hijos y nietos a la iniciativa aprobada también por el PP del Ayuntamiento
Vicente Barrera centró este domingo todas las miradas. El matador de toros retirado y vicepresidente valenciano hasta el pasado mes de julio llevaba cinco años proponiendo en su calidad de vecino de la capital valenciana la celebración por las calles de su distrito de un encierro taurino simulado para los niños. Pero hasta que no llegaron al poder el pasado año su partido, Vox, y el PP, tanto en el Ayuntamiento como en la Generalitat, el Consistorio de la ciudad no aprobó esta carrera infantil, a cuyos participantes se les ha proveído incluso de publicaciones enrolladas que llevaban en una mano, como si se tratara de los sanfermines, antes de correr perseguidos por unas carretillas con astas simuladas en uno de sus extremos, empujadas por una persona.
Finalmente, el primer encierro infantil organizado en Ciutat Vella se celebró este domingo y ha transcurrido de manera rápida y sin incidentes, en un ambiente festivo. Por momentos, antes y después de la corta carrera, parecía un acto de partido por la numerosa presencia de cargos, militantes y simpatizantes de Vox, acompañados por decenas de hijos, amigos, sobrinos y “nietos”, como en el caso de Ignacio Gil Lázaro, diputado en el Congreso y dirigente de la formación de extrema derecha. Han acudido a la cita más de un centenar de personas. Corrieron varias decenas de niños.
No hubo ninguna protesta de grupos de izquierdas o antitaurinos, contrarios a “inculcar” a la infancia la cultura del “maltrato animal” con un acto sin tradición en la ciudad, según han criticado sus representantes. Se presumía que podía suceder, lo que explicaba la abundante presencia policial que se desplegó inicialmente. “Estamos contentos de disfrutar de la libertad, tras cinco cinco años de lucha contra la censura cultural de esta izquierda del pensamiento único”, ha aformado Barrera, de 56 años.
El empresario y también exconsejero de Cultura, que se cortó la coleta como matador en 2011, ha incidido en que este tipo de lúdicos encierros infantiles son tradicionales en numerosas poblaciones valencianas, que festejan también los populares bous al carrer, como en Algemesí o El Puig, y que no hace falta remitirse a los consolidados encierros txikis de los sanfermines. Y , ha pedido, rodeado de los suyos, amplitud de miras y respeto hacia la cultura taurina, sin sectarismos, para “disfrutarla en familia”.
Se le ha notado contento a Barrera, a pesar de que hace un par de meses la decisión de la dirección nacional de Vox, presidida por Santiago Abascal, de romper con el PP en los gobiernos autonómicos, provocó un silencioso y contenido malestar en las filas de la formación en Valencia. Sin ostentar ningún cargo orgánico en el partido, el que fuera la cabeza más visible de Vox en la Generalitat no desempeña, al menos de manera pública, ningún papel de relevancia política, ahora que se inicia la negociación de los presupuestos del Consell, presidido por el popular Carlos Mazón. El PP necesita al menos 10 de los 13 escaños de Vox en las Cortes valencianas para sumar a sus 40 y alcanzar la mayoría de 50 para aprobarlos
“De los presupuestos, no sé nada”, ha comentado Barrera, satisfecho también por que la Cocha de Oro del Festival de San Sebastián fuera a parar el sábado a la película documental Tardes de soledad, una aproximación a la tauromaquia de Albert Serra, de Girona ―“Gerona”, enmendó el exvicepresidente―, siguiendo al torero peruano Andrés Roca Rey, al que conoció en Lima.
“Estamos aquí para apoyar a Vicente, para disfrutar de la libertad y de nuestras tradiciones y cultura, seas taurino o no”, ha señalado Gil Lázaro, acompañado por el concejal de Valencia, José Gosálbez. También han asistido el portavoz parlamentario de Vox en Les Corts, José María Llanos, y el senador Fernando Carbonell, que ha ejercido de cirujano en varia plazas de toros, como la de Valencia, entre otros cargos. Ha habido presencia de peñistas, como Pilar Campos y Manuel Rodríguez, de la Peña de la Alegría de Picassent. “Somos muy taurinos”, ha manifestado la primera. “Para los niños es muy bonito porque pueden hacer lo mismo que los adultos pero con toros de mentira. No se hace daño a nadie. No se puede perder”, ha indicado el segundo.
Tras cantar y encomendarse a Sant Vicent Ferrer, patrón de la ciudad, siguiendo la costumbre pamplonica de San Fermín, los niños han salido corriendo desde plaza del santo valenciano hasta la cercana de Sant Bult, donde han acabado con horchata con fartons y donde Barrera ha cogido de nuevo el toro por la carretilla un rato para seguir jugando. Allí, estaban cuatro amigos sentados en una terraza tomando un refrigerio antes de comer cuando se han encontrado con la comitiva. Tres de ellos mostraban su disconformidad con la iniciativa no tanto por ser antitaurinos como por estar dirigida “a los niños. El cuarto la defendía, porque “no hace mal a nadie”.
La oposición, que votó en contra en la Justa de Distrito, ha sido muy crítica. El portavoz socialista municipal ha lamentado este domingo que el encierro infantil “promueve el maltrato animal entre niños y niñas”. Sanjuán ha recordado que su formación ha denunciado este encierro al Defensor del Menor. Con esta iniciativa, “en un año València ha pasado de ser un referente en políticas de sostenibilidad que la convirtieron en Capital Verde Europea a convertirse en una caricatura gracias a PP y Vox”. Por último, ha insistido en que la anterior corporación de izquierdas (Compromís y PSPV-PSOE) prohibió la celebración del bou embolat en el término municipal y que “recuperarlo fue una de las primeras medidas de María José Catalá”, alcaldesa de Valencia, del PP, que gobierna en coalición con Vox.
Compromís anunció que presentaría una queja ante el Defensor del Pueblo con competencias en defensa del menor y no descarta acudir a instancias superiores para denunciar esta actividad que, recalca, “solo responde al capricho personal” de Barrera, “con el beneplácito de una alcaldesa débil como es Catalá”, según el concejal Giuseppe Grezzi.
No se ha visto durante el encierro a ningún representante político del PP en el Ayuntamiento, con cuyos votos se aprobó la iniciativa el pasado mes de julio, antes de que Vox saliera del Gobierno autonómico.
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