La Maratón de Valencia logra una ocupación hotelera del 91%

El Maratón de Valencia Trinidad Alfonso lleva años volando alto. La prueba está entre los mejores maratones del mundo tanto por número de participantes (este año hay 33.000 inscritos) como por la entidad de las estrellas que vienen a correr a la Ciudad del Running, algunos tan célebres como el etíope Kenenisa Bekele, uno de los mejores fondistas de todos los tiempos, o el ugandés Joshua Cheptegei, que realizará el debut más esperado en la distancia de los 42,195 kilómetros esta temporada. Los días previos a la carrera, que se celebrará el próximo domingo, a la organización le gusta airear algunas cifras muy llamativas, acordes a una prueba de este calibre, y el primer dato sorprendente es que prácticamente tres de cada cinco corredores (en concreto, un 57%) son extranjeros.

La carrera tiene un marcado carácter internacional, con casi 20.000 atletas procedentes de 134 países diferentes (diez más que en la edición de 2022). El acento que más se escuchará en Valencia el fin de semana del 1 al 3 de diciembre, después del español, será el francés. Unos 4.600 corredores vienen del país vecino. También habrá muchos británicos (más de 2.600) e italianos (por encima de los 2.000). Y del total de inscritos, con independencia de su procedencia, una de cada cinco inscritas es una mujer.

La ciudad volverá a llenarse de turistas, como en verano, aunque está vez movidos por la carrera a pie. Valencia, conocida mundialmente en el mundillo por las buenas marcas que se consiguen en un circuito con fama de rápido -por su orografía, prácticamente plana, por estar al nivel del mar y por contar con un trazado con muy pocas curvas-, tendrá casi todas sus plazas hoteleras cubiertas. La media de ocupación del fin de semana es del 87% y la noche previa a la carrera del domingo, el porcentaje crece hasta el 91%.

Tanto Cristina Moreno, secretaria autonómica de Turismo, como Paula Llobet, concejala del ramo, destacan la importancia de un evento como este para su sector. “Nos ayuda a desestacionalizar la llegada de visitantes”, apunta la edil. Moreno añadió que los extranjeros, además, gastan más este fin de semana que los visitantes nacionales. El Maratón de Valencia no solo es importante por los que vienen sino también por los que podrían venir en el futuro, como señaló Juan Botella, director general del club organizador, la Sociedad Deportiva Correcaminos: “Los espectadores son potenciales visitantes turísticos de nuestra carrera y de la Comunitat Valenciana”.

No le falta razón si se atiende a otra cifra: el maratón será retransmitido, ya sea en directo, en diferido o por resúmenes, a 174 países a través de 324 cadenas de televisión. “Es el maratón más difundido del mundo”, se atrevió a afirmar Botella, quien se refirió a la prueba como “un anuncio de la ciudad de más de dos horas”.

Muchos de los cerca de 30.000 corredores que se espera que crucen la meta lo harán por primera vez en Valencia. Más de 13.500 se estrenan en este maratón y 7.000 debutan en una distancia que se ha convertido en un reto universal. El Maratón de Valencia ha alcanzado un volumen colosal y eso acarrea unos números de vértigo. La organización repartirá 366.240 botellas de agua y 71.496 litros de bebida isotónica. Esto lleva añadido otro número: los 172 contenedores repartidos por el circuito para reciclar.

Una carrera así sería una utopía sin la ayuda desinteresada de un pelotón formado por 2.400 voluntarios, algunos de ellos situados en la meta de postal de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, donde se tiran 4.970 metros cuadrados de alfombra azul para que los corredores acaben como estrellas de cine, o una plataforma de 4.500 metros cuadrados elevada sobre el estanque que hay en esta zona. El Maratón de Valencia tiene la suerte de que nunca, en sus 42 ediciones, ha muerto ningún corredor, pero la organización se prepara para cualquier eventualidad con 60 desfibriladores, 30 médicos en carrera y dos hospitales de campaña con seis piscinas de agua a una temperatura que oscila entre los 3 y los 5 grados. Una competición mayúscula.