Miles de personas rechazan la ampliación del puerto y “la burbuja” de nuevas infraestructuras que arrastrará

Miles de personas han rechazado este viernes la futura ampliación del puerto de Valencia y la “burbuja de nuevas infraestructuras que arrastrará”, denuncian los portavoces de la Comissió Ciutat-Port, la plataforma de asociaciones vecinales, ecologistas y sindicales convocante de la protesta. Carteles de “No a la ampliación del puerto”, “Xé Mazón [el futuro presidente de la Generalitat], contamines mogollón” o “Hemos perdido el norte con la ampliación del puerto”, se han colado en una marcha reivindicativa, que encabezaba un gran dragón amarillo en representación de la compañía naviera MSC, que debe construir y explotar comercialmente la nueva terminal norte del puerto.

“Nos jugamos mucho”, ha dicho el alcalde en funciones de la capital, Joan Ribó, que ha participado en la marcha en el que será su último acto público como primer edil. El regidor ha recordado las grandes victorias ciudadanas conseguidas en el pasado en El Saler, amenazado en los años 70 por la fuerte presión urbanística. “Tenemos que defender la ciudad porque Valencia se juega las playas de El Saler, su parque natural de l’Albufera y su movilidad porque la ampliación aumentaría el tráfico en torno al puerto en miles de camiones”, ha agregado Ribó. El alcalde, que se ha sentado estos años en el consejo de administración del puerto, votó contra el futuro muelle norte y reclama una nueva declaración de impacto ambiental del muelle norte al considerar que la original, de 2007, está desfasada.

“La vida útil del puerto de Valencia es muy larga y todavía no está agotada. Además, esa obra es la punta de lanza de toda una burbuja de infraestructuras”, ha añadido el responsable jurídico de la comisión Ciutat-Port, Antonio Montiel, quien ha insistido en que esta ampliación servirá para que una naviera privada “haga su agosto” y los valencianos gasten 4.000 millones en las infraestructuras a las que obligará.

Javier Canales, miembro también de la Comissió, ha asegurado que han superado con creces la asistencia a la manifestación que celebraron hace 600 días contra una decisión que, según ha explicado, conlleva problemas medioambientales, pues pone en riesgo las playas del sur de la ciudad y la Albufera. Organizaciones ecologistas, como Per L’Horta, Agró o Ecologistes en Acció, y sindicatos, como Intersindical y CGT, participan también en la marcha. Partidos políticos como Compromís, Sumar o Esquerra Unida se han adherido también a la movilización.

La marcha ha partido del paseo de la Alameda, encabezada por una pancarta con el lema “Pensem local, actuem global. No a l’ampliació del port [Pensemos local, actuemos global. No a la ampliación del puerto]” y ha acabado en la plaza del Ayuntamiento tras recorrer el puente de Exposición, la Porta de la Mar y las calles Colón, Xàtiva y Marqués de Sotelo. La marcha ha acabado con una actuación en la plaza del Ayuntamiento de Valencia, donde han actuado Xavi Sarrià, Les Maluks y Los Chikos del Maíz.

Diferentes colectivos han amenizado la marcha. Las organizaciones ecologistas portaban unos flamencos que llamaban a la rebelión contra la ampliación portuaria, mientras otro grupo, disfrazado de domingueros, reivindicaban las playas “para el pueblo, no para el puerto”. El grupo teatral La canandiense también ha protagonizado durante el trayecto historias sobre marineros y piratas.

Los portavoces del colectivo contrario a la obra sostienen desde hace años que el proyecto, con una inversión público-privada de más de 1.500 millones de euros, no responde a ninguna necesidad real de la economía y la sociedad valencianas. El proyecto, congelado desde diciembre a la espera de que el Consejo de Ministros lo autorice –trámite necesario para toda obra pública de más de 12 millones de euros, prevé la construcción de una terminal de 137 hectáreas y 1.970 metros de línea de atraque, lo que duplicaría las actual capacidad del puerto valenciano. El puerto aportaría unos 500 millones de euros y el resto correría a cargo de una filial de la naviera MSC, encargada de construir el muelle y explotarlo comercialmente.

El debate sobre la envergadura de la obra portuaria y sus efectos sobre el medio ambiente ha enfrentado al puerto con organizaciones ecologistas, vecinales e incluso con partidos políticos como Unides Podem y Compromís, que han gobernado en coalición con los socialistas la Generalitat. La plataforma no ve la ampliación viable en una situación de emergencia climática que puede amenazar no solo las playas del sur de Valencia, en regresión, sino afectar incluso a la Albufera, un humedal de agua dulce protegido, situado a tres kilómetros del puerto.

Los manifestantes quieren que el dinero del muelle norte se dedique a otras necesidades de los valencianos y exigen además que se derribe el dique porque actúa de auténtica barrera. La movilización ha sido apoyada por la cantante Eva Dénia, el escritor Rafa Lahuerta o el actor y presentador Arturo Valls. A la plataforma, que cuenta entre sus miembros con Per l’Horta, Acció Ecologista-Agró, Ecologistes en acció, El litoral per al poble o Fridays for future, se han adherido la Federació d’Ensenyament de CC OO, la Intersindical Valenciana y CGT, entre otras organizaciones.