La Ocean Race más multitudinaria de Alicante

A pesar de estar situada en la costa, Alicante no es una ciudad con un espíritu esencialmente marítimo. Sin embargo, este fin de semana todas las miradas estarán puestas en el Mediterráneo. Mañana tendrá lugar la salida de la regata Ocean Race 2023, una vuelta al mundo a vela en la que participan embarcaciones internacionales de primer nivel. En esta quinta ocasión en la que la capital alicantina se convierte en puerto de salida de la competición, las expectativas de la Generalitat, promotora del evento, confían en superar las ediciones anteriores. Según el presidente autonómico, el socialista Ximo Puig, la cota está puesta en la creación de 1.270 empleos, un impacto económico de 68 millones de euros y un retorno fiscal de 41 millones, cifras que cuadraron la última visita del torneo en 2017.

Con la única excepción de Vigo, desde donde zarpó la flota en 2005, Alicante ha sido la única ciudad española con protagonismo en esta competición, que tiene lugar cada tres años. Desde 2008, y tras un parón en 2020, Alicante ha marcado el inicio de la Ocean Race y prevé albergar la salida, al menos, de la siguiente, en 2026/27. Un paseo marítimo en el puerto, zona de ocio que se conoce con el antiguo patrocinador de la regata, Volvo, y el Museo de la Ocean Race, abierto en 2012 y con dos plantas, situado en la antigua Estación Marítima de Orán, el tradicional enlace alicantino con Argelia, son las estelas que ha ido dejando en Alicante la competición. En esta ocasión, once veleros de dos categorías diferentes iniciarán su singladura para cubrir un recorrido transatlántico de siete etapas que pasará por Cabo Verde, Ciudad del Cabo (Suráfrica), Itajaí (Brasil), Newport (Estados Unidos), Aarhus (Dinamarca), Kiel (Alemania), La Haya (Países Bajos) y Génova (Italia).

La competición náutica “beneficia principalmente a todo el sector turístico y de servicios y supone un importante impulso económico para la ciudad de Alicante”, sostienen desde la consejería de Innovación, que dirige Josefina Bueno. La Generalitat invierte cerca de 10,3 millones de euros en la organización de un evento que beneficia sobre todo al sector de la hostelería y restauración y del ocio a los transportistas o al pequeño y mediano comercio. Una valoración en la que coincide el Ayuntamiento, “que ha cerrado filas con la Generalitat y se ha puesto a disposición de la regata para tratar de asegurar la organización de las dos próximas ediciones”, indican fuentes municipales. Para el alcalde, Luis Barcala (PP), la regata constituye un importante activo en el desarrollo “del turismo, la economía y la proyección internacional” de Alicante. “Atrae miles de visitantes, genera empleo y revitaliza el turismo en un mes tradicionalmente considerado de temporada baja”, detalla Barcala. Y, sobre todo, concentra esfuerzos en el puerto, cuyo protagonismo se ha diluido en las últimas décadas. Las instituciones públicas y la Autoridad Portuaria, dirigida por Julián López Milla, pretenden “recuperar el papel de motor económico de la ciudad y la provincia”, señalan fuentes del organismo marítimo. La Ocean Race es un puntal más de un enclave marítimo, en el que se suceden las llegadas de “la nueva terminal de contenedores, la adjudicación de la terminal de cruceros, las obras de interacción con la ciudad” e incluso la construcción de una isla entre los muelles de Levante y Poniente para un restaurante, además de la alta densidad de edificios para empresas de innovación y tecnología que planea la Generalitat bajo el nombre de Distrito Digital.

De momento, la valoración de la Generalitat de los actos de esta semana es positiva. Recibieron 45.000 visitantes, solo durante el sábado y el domingo del pasado fin de semana. “Es la cifra más alta alcanzada por este evento”, afirma la consejera. Durante toda la semana se han celebrado actividades en la zona infantil y se han propuesto talleres y diversas actividades centradas en el turismo y la navegación deportiva, además de una competición de deportes digitales, el Alicante Digital Gaming. Los conciertos de Sidecars y Sidonie pondrán el fin de fiesta, antes de la salida de mañana, que ha congregado a unas 120.000 personas hasta ahora, según los cálculos de Bueno.