El Govern activa los presupuestos catalanes con el pacto de la financiación en el aire

El Gobierno catalán ha aprobado este martes el techo de gasto con el que elaborará los Presupuestos de la Generalitat. Serán 37.783 millones de euros, una cifra que es un 12,8% superior respecto a las últimas cuentas aprobadas (2023), pero tan solo un 2,9% superior al techo de gasto que planteaba el pasado Ejecutivo de ERC, presidido por Pere Aragonès, para elaborar las de este año, que finalmente fueron retiradas. La diferencia son 1.099 millones, que será la disposición de crédito del que dispondrá para poner en marcha nuevas medidas y negociar inversiones durante el trámite de negociación presupuestaria.

“La aprobación del techo de gasto indica que ahora se da el pistoletazo de salida de los presupuestos, que queremos tener aprobados el 1 de enero de 2025″, ha manifestado este martes la portavoz del Govern, Sílvia Paneque, tras la reunión semanal del Govern. “Somos muy conscientes que este Govern se tiene que ganar la confianza de ERC y de los comunes”, ha admitido. El Ejecutivo catalán trata de seducir a sus socios para lograr la aprobación de las cuentas antes de fin de año, sin descuidar los compromisos adquiridos antes de la investidura. Una velocidad distinta para cada asunto. Sobre la reforma del sistema de financiación, Paneque ha dicho que “a nadie escapa que es un ámbito estructural que requerirá semanas y meses de ir negociando”, ha vaticinado. Preguntada varias veces sobre qué calendario negociador se marca el Govern, la portavoz ha señalado que “la prioridad son los presupuestos, esto no quita que en paralelo se esté negociando sobre el modelo de financiación”. El pacto de investidura PSC-ERC establece que a mediados de 2025 haya una hoja de ruta calendarizada y que en 2026 la Generalitat ya se encargue del impuesto de la renta.

La aprobación del techo de gasto es un paso imprescindible para iniciar la elaboración presupuestaria. Esa cifra procede básicamente de la previsión de recaudación procedente de tasas e impuestos, el endeudamiento para cubrir el déficit (que está fijado en un máximo del 0,1% del PIB, 307 millones) y los ajustes contables de la normativa europea. La mejora prevista se debe básicamente a la mejora de la actividad económica. Hay que tener en cuenta que esa cifra se verá comprometida en parte por el incremento del coste de los tipos de interés que se han de pagar por los casi 86.000 millones de euros que la Generalitat tiene de deuda y por la evolución de los salarios de los empleados de la Generalitat, entre otras cuestiones.

El Ejecutivo tiene en la negociación de los presupuestos un quebradero de cabeza, toda vez que su socio potencial, Esquerra Republicana, ya ha advertido que antes de prestar su apoyo a las cuentas pedirá avances tangibles en el rediseño del modelo de financiación autonómico. En este tema, el orden de los factores sí altera el producto. Esquerra avisa que “retardar la financiación singular es retardar los presupuestos”, pero el PSC trata de hacer equilibrios. La portavoz del Govern manifestó este lunes que la prioridad era aprobar los presupuestos y, luego, meter mano al nuevo modelo de financiación catalán. Unas declaraciones que no sentaron bien en Esquerra y que luego trató de matizar Lluïsa Moret, portavoz de los socialistas catalanes. Aseguró que el PSC pretende abordar las dos negociaciones “en paralelo”.

El pacto entre PSC y ERC para modificar la financiación catalana se anuncia como el hilo conductor de la legislatura en Cataluña. Esquerra, que vive un agrio proceso de división interna por la redefinición de sus liderazgos, defiende que el acuerdo por la financiación fue determinante para facilitar su apoyo a la investidura de Salvador Illa. Incumplir ahora, dicen los republicanos, supondría romper las reglas del juego con la partida empezada. El president Illa ha impuesto una máxima a su Govern: poco ruido. Uno de sus más estrechos colaboradores, el conseller de la Presidencia Albert Dalmau, ha avanzado que el Ejecutivo aplicará la máxima exigencia para hacer cumplir los pactos alcanzados por el PSC con ERC y los Comuns, a los que ha pedido que confíen en su persona porque le gusta hablar con hechos, dijo el lunes en el Parlament.

Además del reparto de dinero entre conselleries y marcar con recursos públicos la hoja de ruta socialista en su mandato, junto a los Presupuestos la Generalitat tiene intención de aprobar la Ley de Medidas Financieras. En ella que prevé introducir modificaciones fiscales como a rebaja del impuesto de la renta (IRPF) a quienes cobren menos de 35.000 euros, o cambios tributarios en materia turística (para los alojamientos) y una subida del impuesto al juego, tal y como reclaman ERC y Catalunya en Comú para intentar frenar la implantación de macrocasino de Hard Rock en Tarragona.

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