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Barcelona abre el acto por al atentado de ETA en Hipercor a las víctimas de los GAL

Pilar Zabala, hermana del etarra asesinado en 1983, y Javier Martínez, padre del niño atropellado en los ataques yihadistas del 17-A, abogan por la unidad de las víctimas

Acto en homenaje a las víctimas del terrorismo en Barcelona
Acto en homenaje a las víctimas del terrorismo, este miércoles en Barcelona.Marta Perez (EFE)
Jesús García Bueno

El acto de homenaje a las víctimas del atentado de Hipercor, celebrado este miércoles en Barcelona, se ha abierto por primera vez a “todas” las víctimas del terrorismo, incluidas las de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), las fuerzas parapoliciales que protagonizaron la guerra sucia contra ETA. Pilar Zabala, hermana del presunto militante de la organización terrorista José Ignacio Zabala (asesinado por los GAL en 1983) ha intervenido en un breve discurso ante autoridades políticas y mandos policiales junto a Javier Martínez, el padre del niño de tres años asesinado en los atentados yihadistas del 17-A en La Rambla de Barcelona, en agosto de 2017.

La tarde del 19 de junio de 1987, miembros de ETA dejaron un Ford Sierra con 30 kilos de amonal en el aparcamiento del centro comercial Hipercor, en la avenida Meridiana de Barcelona, a escasos metros del monumento que este miércoles ha vuelto a reunir a víctimas y familiares. Fue el mayor crimen en la historia de la banda terrorista. El ataque dejó 21 muertos y casi 50 heridos; entre ellos Robert Manrique, que trabajaba como carnicero y, desde entonces, ha dedicado su vida a atender y respaldar a las víctimas. Manrique lleva años insistiendo en que no debe haber distinciones entre víctimas y presionando para que todas ellas tengan el reconocimiento que merecen.

Al acto han asistido representantes del Gobierno, de la Generalitat (el director de policía, Pere Ferrer) y del Ayuntamiento de Barcelona (el concejal de seguridad, Albert Batlle). Pero también miembros de partidos políticos como el PP (Daniel Sirera) y Junts, y mandos de los Mossos d’Esquadra, la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía. Todos ellos han realizado ofrendas florales junto al monolito en memoria a las víctimas del atentado de Hipercor (del que se cumplen 37 años), pero también, por primera vez, de las víctimas del terrorismo yihadista y de los GAL.

En un discurso trenzado, Martínez y Zabala han pedido reconocimiento y apoyo institucional para “todas” las víctimas, sea cual sea el origen de su sufrimiento. Martínez perdió a su hijo de tres años cuando una furgoneta conducida por Younes Abouyaaqoub irrumpió en La Rambla de Barcelona y arrolló a decenas de peatones. En total, 16 personas murieron en los ataques yihadistas de Barcelona y Cambrils. Al borde de las lágrimas, Martínez ha pedido a las administraciones que se pongan manos a la obra para atender reivindicaciones históricas de las víctimas; por ejemplo, la aprobación de una ley autonómica de víctimas, la creación de una oficina de atención o la mejora de los protocolos de asistencia.

“Recordar y homenajear a las víctimas incluye asistirlas y cuidarlas. Y eso es responsabilidad de las administraciones”, ha agregado Zabala, exdiputada de Podemos en el Parlamento vasco, que tras el acto (breve, contenido, emotivo) ha atendido a EL PAÍS. Los cadáveres de su hermano y de José Antonio Lasa aparecieron en 1985, enterrados en cal viva y con signos de tortura. Fueron las primeras víctimas mortales de los GAL. “Mi hermano es una víctima del terrorismo, pero, como otras muchas, no está reconocida como tal. Y mi madre, a quien le correspondería disfrutar de unos derechos, tampoco los ve reconocidos”, ha afirmado Zabala, que apuesta por luchar para “seguir moviendo los límites” y cree que la extensión del homenaje en Barcelona va en esa línea.

“Estar aquí es tender un abrazo a todas las víctimas de los múltiples terrorismos que ha habido: a las de Hipercor, a las de ETA, a las del GAL, a todas las víctimas de tortura, de la extrema derecha...”, ha afirmado la exparlamentaria, que ha conversado afablemente con familias que perdieron a seres queridos en atentados de ETA en los años 80 y 90. Aunque la causa sea diversa, el dolor es compartido. “Una persona que ha vivido un episodio de violencia traumática sabe lo que van a pasar otras familias. Si puedo aportar algo para que nada de lo que vivimos vuelva a suceder, lo haré”, ha zanjado Zabala.

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.
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