_
_
_
_
_

La justicia andorrana tumba la demanda de desahucio de TheGrefg y da la razón a la anciana

El tribunal revoca la sentencia que había ordenado desalojar a la inquilina y denuncia su “indefensión”

David Cánovas Martínez aka TheGrefg
El youtuber TheGrefg, durante un festival en Vitoria.Carlos Álvarez (Getty Images)
Jesús García Bueno

La justicia andorrana ha desestimado la demanda de desahucio que Grefito, la empresa inmobiliaria del popular streamer The Grefg, había presentado contra una inquilina de 80 años. En una resolución a la que ha accedido EL PAÍS, el Tribunal Superior de Justicia de Andorra ha anulado la sentencia que, el pasado agosto, dictó un juez a favor de The Grefg. La nueva resolución, que es firme, rechaza la petición de desahucio y da la razón a la mujer.

En el verano de 2020, después de trasladarse a vivir a Andorra para pagar menos impuestos, The Grefg compró a través de la sociedad Grefito un bloque de viviendas en el municipio de Escaldes. El youtuber dejó de renovar los contratos de alquiler de los pocos vecinos que quedaban en la finca. Al final, solo quedó allí la anciana, que tenía un contrato anterior a cualquier normativa local sobre arrendamientos. Tras adquirir la finca, la empresa acometió una serie de obras que convirtieron el piso donde aún residía la mujer en un lugar inhabitable. Los trabajadores arrancaron cierres y ventanas, dejando pasar corrientes de aire helado. Su piso se convirtió en una nevera.

A través de su abogado, Pere Cristòfol, la mujer denunció que las obras habían perturbado de forma grave su tranquilidad. La justicia le dio la razón y obligó a la compañía a “adoptar las medidas de reposición” efectivas para que la mujer pudiera seguir ocupando con tranquilidad su inmueble. Le obligó, entre otras cosas, a garantizar el suministro de agua corriente y cerrar o tapiar las ventanas del resto de las viviendas vacías. En una resolución distinta, el Tribunal Superior de Justicia de Andorra ha ratificado la condena, que había sido recurrida por el streamer.

En paralelo a esa denuncia, The Grefg contraatacó y presentó una demanda para desahuciar a la anciana por “ocupación abusiva” de la vivienda, un piso en la calle Obac donde reside desde 1989. La mujer se instaló allí a través de un contrato verbal, por tiempo indefinido. Sus problemas llegaron cuando la propiedad cambió de manos en un lugar, Andorra, donde el elevado precio de los alquileres se ha convertido en uno de los principales problemas del país y fuerza a muchos trabajadores a vivir en la vecina La Seu d’Urgell, ya en territorio catalán.

La primera batalla la ganó el polémico creador de contenidos: el pasado agosto, un juez le dio la razón y acordó el desahucio de la mujer, aunque no fijó ninguna fecha para el lanzamiento porque la decisión aún podía ser recurrida. Aquella sentencia, ahora anulada, admite que existía un contrato verbal pero señala, en base a lo que declaró en sede judicial el anterior propietario, que se renovaba año tras año. El abogado Cristòfol negó que la mujer hubiese adquirido el compromiso de abandonar la finca y recurrió la sentencia con el argumento, entre otros, de que en 1989, cuando se instaló en el bloque, no existía ninguna ley específica de arrendamientos y debía prevalecer el derecho romano. Éste establece que en un contrato verbal, en una finca de naturaleza urbana, la duración es vitalicia.

La justicia andorrana ha acabado dándole la razón. La sentencia dictada por la sala civil del Tribunal Superior de Justicia de Andorra señala un defecto legal de la demanda de la sociedad Grefito, que pide la resolución del contrato de arrendamiento “pero no dice por qué causa legal”. Los magistrados señalan que en ningún momento especifica ese texto “cuándo había finalizado el último año de contrato” que, supuestamente, se renovaba anualmente. “El deseo de desalojar del arrendatario no es suficiente”, concluye. Y agrega que la mujer se ha encontrado “en una situación de indefensión” al no haber podido articular “medios de prueba” para contrarrestar el argumento sobre los plazos del alquiler o para explicar la “particularidad” del contrato verbal que, en su día, suscribió su esposo, hoy fallecido. Además de desestimar la petición de desahucio, el tribunal impone las costas del proceso judicial a Grefito.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Tras salir a la luz sus maniobras para desahuciar a la anciana, TheGrefg emitió un comunicado a través de X (antes, Twitter) en el que se desmarcó de la sociedad inmobiliaria pero, al mismo tiempo, atacó a la mujer señalando que era “perfectamente consciente” de que tenía que marcharse y que sus pretensiones están “totalmente fuera de lugar”. “Me gusta maltratar señoras mayores, de hecho me gusta comérmelas”, ironizó.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.
Tu comentario se publicará con nombre y apellido
Normas
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_