Todo vale para alquilar en Barcelona: trasteros, locales o sótanos por cientos de euros al mes
Los precios de las rentas están en máximos históricos y el tercer trimestre de 2023 alcanzaron 1.171 euros
En Barcelona todo vale a la hora de alquilar o vender un piso. El anuncio de una habitación minúscula por 350 euros al mes en el barrio de Poblenou ha generado mucha polémica en redes sociales. Un usuario de X (antiguo Twitter) lamentaba que existieran ofertas tan precarias. Los comentarios de la publicación mostraban la sorpresa al ver que 1.746 personas se habían interesado por el espacio de solo una cama y un balcón: “Esto ya no es conformidad, es desesperación”. Casi un millón de catalanes buscan piso de alquiler o venta, según el último estudio del Observatorio Metropolitano de la Vivienda (O-HB, en sus siglas en catalán). El informe concluye que la búsqueda media para encontrar una vivienda es más de un año, ya que la fuerte demanda choca con la escasa oferta. El precio de los alquileres en la ciudad de Barcelona ha tocado techo y los datos oficiales del tercer trimestre de 2023 indicaban que ha subido hasta una media de 1.171 euros al mes.
“Tenemos el precio del alquiler más alto que hemos tenido nunca. Y esto se traduce, no solo en que las personas destinen más de la mitad de su sueldo en pagar el alquiler, sino que cada vez más las familias se ven obligadas a vivir en condiciones de infrahabitabilidad porque no pueden acceder a viviendas en condiciones. Son personas que viven en locales, en bajos o en sótanos que no tienen cédula de habitabilidad”, alerta Enric Aragonès, Portavoz del Sindicato de Inquilinos de Cataluña.
Los portales inmobiliarios cuentan con una multitud de ofertas de alquiler y venta en Barcelona. Entre las ofertas más baratas, en el barrio de la Nova Esquerra de l’Eixample, aparece un anuncio de alquiler de un estudio de 14 metros cuadrados construidos, de los cuales solo 12 son habitables: cuesta 780 euros al mes.
Hace unos meses surgió una polémica parecida en las redes por el alquiler de un “ático” de 12 metros por 650 euros al mes en la Travessera de les Corts. Un usuario denunciaba que “en Barcelona se alquilan trasteros y salas de contadores como si fueran viviendas. Cuanto más pequeño, más rentabilidad. Welcome to the jungle” y adjuntaba el enlace a la oferta en Idealista. En otras ocasiones se han anunciado barcos.
El problema no solo está en los alquileres. También hay anuncios de espacios en venta que no tienen cédula de habitabilidad. Aun así, en las ofertas se anuncian como “piso ideal para hacer un loft”. Es el caso del apartamento que este diario ha visitado, sin identificarse, en la calle de Pintor Josep Pinós, en el barrio de Horta de la ciudad. El piso, de 33 metros cuadrados, anunciado en el apartado de “viviendas”, se vende por 54.000 euros, pero quien lo enseña explica que, en metros útiles, no llegan a 30. El comentario del anuncio es el siguiente: “Local en venta luminoso y a pie de calle. Ideal para hacer un loft. Nunca podrá obtener la cédula de habitabilidad. Puedes empadronarte en el local. Ideal para inversión o para vivir siendo una pareja o soltero”. El local cuenta con un “baño”, apenas un váter sin lavabo ni ducha, y una especie de habitación llena de cascotes. El lugar tiene ventanucos alargados en lo alto de la pared. El comercial sugiere un diseño para “optimizar el poco espacio que proporciona el local” y remarca que todos los electrodomésticos deben ser eléctricos, porque no hay suministro de gas.
A la hora de venderlo tanto el anuncio como el vendedor lo nombran como inmueble, pero al preguntar por la cédula de habitabilidad, recuerda que “aunque ponga en el anuncio que es ideal para hacer un loft no deja de ser la compra de un local”. “Por lo tanto, no tiene permisos de ningún tipo. Solo sería el uso privado que tú le darías, ya que no tienes ninguna habilitación del Ayuntamiento. Nunca un Ayuntamiento te va a dar el permiso para vivir aquí. Otra cosa es el derecho que tengas de utilizarlo como tú quieras al ser de uso privado”. En todo momento, quien lo muestra afirma que este tipo de inmueble es ideal para parejas que no tienen muchos ahorros porque se puede liquidar rápido y “luego lo puedes alquilar, muy fácilmente, por más de 600 euros al mes”.
Desde el área de Vivienda del Ayuntamiento de Barcelona, fuentes municipales aseguran que “lo que es ilegal no es anunciarlo sin cédula, sino alquilarlo como vivienda. La clave está en ver de qué tipo de contrato se trata. Quizás se pueden dar casos en los que se hagan contratos que no son de vivienda, sobre todo cuando son condiciones precarias. Cuando el Ayuntamiento detecta o recibe información sobre casos de infrahabitabilidad puede abrir un proceso y sancionarlo”.
Sobre este tipo de anuncios, fuentes de Idealista argumentan que “son los propios anunciantes quienes rellenan los campos necesarios sobre las características de la vivienda. No obstante, las indican bajo su responsabilidad, sin que Idealista entre a valorarlas en el momento de su publicación”. Además, el portal digital asegura que existe supervisión: “Aunque no realizamos una verificación exhaustiva de cada anuncio, sí llevamos a cabo ciertas labores de supervisión. Velamos porque la relación entre el precio y los metros cuadrados de los inmuebles publicados sea coherente, que la dirección proporcionada sea real y existente, y que las propiedades anunciadas como viviendas cuenten al menos con baño y cocina, entre otros requisitos básicos para su habitabilidad”. Y las mismas fuentes añaden: “En caso de tener conocimiento efectivo de que un anuncio incumple la legalidad; por ejemplo, si carece de cédula de habitabilidad cuando ésta es preceptiva, procedemos a retirar de inmediato dicho anuncio para asegurar el cumplimiento normativo y la protección de nuestros usuarios”.
Aun así, en el portal inmobiliario aparecen muchas ofertas que no siguen las normas para conseguir este certificado. Unas por los metros cuadrados habitables, otras por los permisos de seguridad y otras porque no cumplen con los equipamientos mínimos: cocina, agua caliente, puertas, ventanas… En el barrio de Sants se alquila un mini loft de 25 metros construidos por 750 euros al mes. “Se trata de una planta -1, es decir, un sótano, por lo que solamente tiene una ventana que da a un patio de luces, pero no tiene ventanas a la calle, ni estructura exterior de ningún tipo”, reza el anuncio. La supuesta vivienda no tiene ventilación exterior.
Desde el Sindicato de Inquilinos, Aragonès, apunta: “Esta realidad ocurre cada vez más y pasa desapercibida. Necesitamos una regulación de precios que ponga fin a las subidas y provoque bajadas radicales. Además, necesitamos un parque público de vivienda mucho más grande. Las oportunidades de acceder a un piso de protección oficial son muy escasas y la gente no lo considera como una opción viable”.
Este mes de febrero está previsto que entre en vigor en Cataluña la regulación de los precios del alquiler que contempla la ley de Vivienda propuesta por el Gobierno el año pasado. Cataluña ha pedido aplicar la regulación de las rentas y todavía queda pendiente acordar el índice del alquiler para poder calcular el precio en 140 municipios catalanes. Con esta nueva ley, los pequeños propietarios deberán aplicar el precio del último contrato. No obstante, los grandes propietarios deberán ceñirse al índice de precios establecido. Inquilinos, propietarios y portales inmobiliarios, esperan con incertidumbres las medidas que se establecerán con la nueva ley.
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