Puigdemont es reelegido presidente de su ‘Generalitat paralela’, con el voto de menos del 10% de los socios
El expresidente catalán gana las elecciones del Consell de la República pero sufre una escasa movilización de sus fieles
Carles Puigdemont ha sido reelegido presidente del Consell de la República en una votación donde ha participado menos del 10% del censo de la entidad. Han votado 8.941 personas, de entre los 89.970 afiliados que estaban llamados a una elección telemática para decidir quien comanda la asociación independentista privada que creó Puigdemont desde Bélgica, tras marcharse de España en 2017 para evitar ser juzga...
Carles Puigdemont ha sido reelegido presidente del Consell de la República en una votación donde ha participado menos del 10% del censo de la entidad. Han votado 8.941 personas, de entre los 89.970 afiliados que estaban llamados a una elección telemática para decidir quien comanda la asociación independentista privada que creó Puigdemont desde Bélgica, tras marcharse de España en 2017 para evitar ser juzgado. Puigdemont ha obtenido un 92,4% de apoyos, pero el aval es débil, toda vez que la participación no ha pasado del 9,9%. En 2021, cuando presentó su candidatura para comandar el Consell, el expresidente catalán obtuvo 21.000 votos, en unos comicios que lo enfrentaron a Clara Ponsatí y que movilizaron al 25,7% del censo.
Las elecciones al Consell de la República ponían a prueba el grado de liderazgo que sigue ejerciendo Puigdemont entre los afiliados a la organización que él mismo creó cuando se marchó a Bélgica en 2017 y que siempre ha presentado como una plataforma transversal para ejercer de Generalitat paralela desde el extranjero. En la práctica, el Consell apenas ha jugado ningún rol relevante en la política catalana y tanto Esquerra como la CUP lo consideran un reducto de Junts per Catalunya. El papel dual de Puigdemont, como presidente del Consell a la vez que es el principal ideólogo de Junts, ha alumbrado situaciones de conflicto de intereses.
El cantautor y activista independentista Lluís Llach reveló, hace dos semanas, que se ha dado de baja del Consell por estar en desacuerdo con las negociaciones del expresident con el PSOE. “Yo entiendo que una herramienta como los siete diputados en Madrid es muy importante, pero a la vez también la veo peligrosa y comprometida”, manifestó Llach en declaraciones a Vilaweb. “Pero cuando él [Puigdemont], de alguna manera, se convierte en el líder de la negociación, yo no me siento cómodo y decido dejar el Consell por esto, solo por esto. No me siento cómodo con estos roles, a pesar de que respeto su iniciativa política”.
La reelección de Puigdemont se ha producido en un momento en que el independentismo catalán tiene la mirada puesta en la evolución parlamentaria de la ley de amnistía. La herramienta legal que debe permitir dar carpetazo judicial a todas las causas que generó el referéndum del 1-O y el desafío separatista estaba llamada a convertirse, por su trascendencia, en una suerte de pegamento entre las diferentes facciones del independentismo. Sin embargo, Junts y ERC usan la amnistía como arma arrojadiza y se lanzan reproches cruzados sobre la manera como ha enfocado cada partido los tanteos con el PSOE.
Los republicanos no ocultan que tienen prisa por aprobar la ley, mientras que Junts alarga las conversaciones con el Gobierno bajo la excusa que hace falta reforzar el articulado y hacerlo más robusto. Carles Puigdemont y sus abogado Gonzalo Boye son los encargados de diseñar la estrategia de JxCat en la negociación de la amnistía.
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