PSC, Junts y ERC aprueban la subida de la tarifa del agua en el área de Barcelona

El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) subirá en marzo de 2024 la tarifa del agua potable entre el 11,5% de ciudades como Barcelona y el 15% en otros municipios de su área de influencia como L’Hospitalet de Llobregat. Un aumento que se traduce en un recibo mensual de alrededor 2,5 euros mensuales (cinco euros en las facturas bimensuales). Serán facturas de alrededor de 50 euros de media por domicilio, aunque dependerá del volumen de consumo y de la ciudad. En total, 23 localidades abastecidas por Aigües de Barcelona se verán afectadas por la actualización de la AMB, que se encuentra en fase de alegaciones.

La subida del precio ha sido aprobada este martes en el pleno del AMB con el apoyo de PSC, Junts y ERC, mientras que PP, los comunes y Compromís i Acord per Torrelles se han abstenido. Vox ha votado en contra de la propuesta. Es el mayor incremento en una década y la segunda vez que se hace en siete años. La falta de agua y su encarecimiento por la sequía son los motivos por los que AMB justifica la subida, ya que Aigües de Ter-Llobregat (ATL), la empresa pública que gestiona la producción y venta de agua, decidió aumentar la tarifa de los ayuntamientos un 30% porque la mayoría del agua consumida en el área de influencia procede de desaladoras, cuyo coste de producción ha aumentado considerablemente.

La actualización de la tarifa del agua potable llega en un contexto marcado por la entrada en vigor este miércoles del estado de preemergencia por la sequía, que arrastra Cataluña desde hace tres años. El Govern acordó la semana pasada endurecer las restricciones en el área metropolitana de Barcelona y parte de Girona para “estirar” todos los recursos hídricos de los que disponen las cuencas hidrográficas internas, que se sitúan al 18% de su capacidad. En el documento publicado este martes en el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña, se detallan las nuevas medidas en este paso previo a las restricciones más duras que incluye el escenario de emergencia del Plan Especial de Sequía (PES).

Entre los límites fijados por Ejecutivo catalán se encuentran la reducción del consumo de agua a 210 litros por habitante y día, contando domicilios y actividades económicas y comerciales; o la prohibición del riego de parques y jardines, a excepción de los espacios deportivos federados, que podrán regarse una vez al mes con 200 metros cúbicos por hectárea. Tampoco se permite la limpieza con agua potable de calles o vehículos, ni el llenado de piscinas privadas de uso individual o de fuentes ornamentales.

Las restricciones de esta fase han sido estudiadas este martes por el grupo de trabajo sobre sequía del Ayuntamiento de Barcelona, que ha celebrado su primera reunión. Desde el Consistorio que dirige Jaume Collboni piden mantener el agua freática para el riego de espacios verdes siempre y cuando no suponga una reducción del abastecimiento domiciliario porque “el patrimonio verde mitiga los efectos negativos de la contaminación del aire”. También solicitan el rellenado de las piscinas públicas y su apertura para “proteger a las personas con mayor vulnerabilidad”, según el comunicado. El consumo por habitante de la capital catalana está lejos del límite impuesto en la actual fase de sequía: 106 litros diarios (con datos de 2022). En la reunión han participado, Laia Bonet, teniente de alcalde de Urbanismo y representantes del AMB, la Agencia Catalana del Agua, la delegación del Gobierno en Cataluña y los operadores de Aigües Ter-Llobregat y Aigües de Barcelona.

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