La sensación de inseguridad crece a máximos históricos en Cataluña, con un 32% de víctimas de delitos

La sensación de inseguridad crece a máximos históricos en Cataluña, con un 32,4% de personas que dice haber sido víctima de un delito en el año 2022. El Departamento de Interior atribuye el aumento a la eclosión de las estafas virtuales, que consideran que desvirtúan el porcentaje, el peor desde que se elabora la Encuesta de Seguridad Pública de Cataluña, que data de 1999, y casi cinco puntos más que la encuesta anterior. También cae la nota de seguridad que los ciudadanos otorgan a los municipios catalanes, con 6,6 -en una escala del 0 al 10- la peor en la última década, así como el recuerdo espontáneo de haber sufrido un delito (8,4% de los encuestados, solo por debajo de la cifra de 2011).

La responsable del Gabinete de Seguridad y Políticas Transversales, Alba Alfageme, ha restado importancia a las cifras, y ha asegurado que estadísticamente son variaciones porcentualmente poco relevantes. “La experiencia de la victimización no es que aumente mucho, pero sí destaca un ámbito en el que se requiere más intencionalidad”, ha defendido, sobre las estafas, engaños y fraudes, que suponen un tercio del global de los delitos referidos por los ciudadanos. La mayoría son por cargos indebidos en la tarjeta de crédito (32,2%) y al engaño en la compra de algún producto (31,4%), y casi todos (69%) se cometieron por internet. En la encuesta de 2020 (se elabora bienalmente), el 27,6% de las personas manifestaron haberse sentido víctimas al menos de un delito, una cifra que ya se encontraba en el 25,9% en 2017. Interior subraya que si se extraen de los datos las estafas, el porcentaje de 2022 se reduce al 25,8%, en la línea de años anteriores.

En cuanto a la nota de seguridad por municipios, Alfageme ha esgrimido que los datos desde 1999 arrojan una nota de 6,5 de media en Cataluña. En 2020, se situó en un 6,8, en 2017 en un 7,2 y en 2015 en un 6,9. Y sobre el aumento del porcentaje del recuerdo espontáneo de los delitos (del 7,3% al 8,4%), que se refieren a los casos más graves que una persona tiene en la memoria, la responsable de Seguridad y Políticas Transversales ha esgrimido que “no se puede valorar como mejor o peor” que crezca. A su entender, “ante determinados delitos, hay una mayor identificación de lo que se ha vivido”. Y se ha referido al “momento social, con las violencias sobre las mujeres”, como un posible “elemento que esté pesando” sobre ese crecimiento, que supone la peor cifra desde 2011.

Los datos presentados este martes en rueda de prensa, de una encuesta llevada a cabo entre enero y febrero entre 8.000 personas de entre 16 y 65 años, también reflejan que casi la mitad de las mujeres encuestadas, el 44,5%, deja de hacer cosas por temor a ser víctima de un delito frente a un 22% de los hombres. “Es absolutamente inaceptable”, ha lamentado el consejero del Interior, Joan Ignasi Elena (ERC), que lo ha atribuido al “heteropatriarcado”. Alfageme ha denunciado la “renuncia de las mujeres a los espacios de públicos” debido a las violencias machistas, así como al transporte público, las zonas de ocio nocturno o a no ir solas por la calle de noche. Y ha recordado que los encuestados cuentan que el 80% de las agresiones físicas, amenazas e intimidaciones son cometidas por hombres, el 45% de ellos conocidos, y en el 12% de los casos tienen un carácter sexual.

Los responsables del Departamento de Interior también han destacado que la encuesta de 2022 otorga la segunda mejor nota obtenida por los Mossos d’Esquadra, con 7,5, en una escala del 0 al 10. La cifra queda solo por debajo de la obtenida en 2017, con un 8,1. Alfageme ha señalado que ese año cuenta con “unos valores absolutamente diferentes”. “Todos y todas sabemos lo que pasó en Cataluña. La gente se sentía mucho más segura e identificada con el país”, ha indicado. Ese año, la policía catalana fue alabada por su actuación en los atentados cometidos en La Rambla de Barcelona y en el paseo marítimo de Cambrils.

A pesar de ello, el 75% de los ciudadanos decide no denunciar los delitos que aseguran que han sufrido. Más de la mitad (50,4%) alega que la policía puede hacer poca cosa, o que es complicado (50,3%), un buen porcentaje considera que lo que le ocurrió es poco importante (49,8%) y también los hay que confían poco en la justicia (31,6%), en la policía (22,9%) o que tienen miedo (10,2%). La estadística de delitos denunciados cae en picado en los últimos años, del 40% de personas que denunciaban en 2010 al 25% del año pasado.

La encuesta también desvela a un repunte de los hechos que ocurren en el ámbito de las personas (del 10,3% al 11,2%), que en la mayoría de los casos son amenazas o intimidaciones (60,1%), agresiones físicas (22,2%), e intentos de agresiones físicas (17%). En el 85,3% de los casos la víctima no sufre lesiones. Sobre la condición social de los afectados, el 43,2% de las víctimas de un delito afirma llegar muy mal a final de mes, el 38,4% mal, frente a un 36,6% que llega muy bien, y el 30,9% que llega bien. Además, la ocupación de segundas residencias supone solamente el 0,1% de todos los hechos registrados, frente al 0,2% de 2020.

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