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Las listas de ERC para las elecciones generales del 23-J obligarán a retocar el Gobierno de Aragonès

El partido consuma su estrategia de elevar la reivindicación secesionista con la designación de la consejera de Acción Climática, Teresa Jordà, como ‘número dos’ de Rufián

Camilo S. Baquero
El presidente de ERC, Oriol Junqueras (c), junto a Gabriel Rufián y Teresa Jordà, durante el Consejo Nacional del partido.
El presidente de ERC, Oriol Junqueras (c), junto a Gabriel Rufián y Teresa Jordà, durante el Consejo Nacional del partido.Enric Fontcuberta (EFE)

Teresa Jordà, exalcaldesa de Ripoll (Girona) y actual consejera de Acción Climática en el Ejecutivo catalán que preside Pere Aragonès, será la número dos de Gabriel Rufián en la lista por Barcelona de ERC para las elecciones generales del 23 de julio. La designación de Jordà es un gesto al ala más independentista del partido, que atribuye a la escasa presencia de ese discurso los malos resultados obtenidos en los comicios municipales de mayo. La propuesta (las bases aún han de refrendar esa candidatura) abocan a retocar el Gobierno autonómico para sustituir a la consejera.

“Les encomendamos la defensa de Cataluña y de la causa de la independencia”, ha dicho este sábado el presidente de ERC, Oriol Junqueras, en su intervención ante el Consejo Nacional que la formación ha celebrado en Barcelona. El exvicepresident había molestado a las bases más independentistas del partido al elegir a dedo a Rufián, pero ahora les compensa con el nombramiento de la consejera. El tándem para el 23-J tendrá que ser votado por la militancia en breve.

ERC y Junts per Catalunya pactaron, tras las elecciones autonómicas de febrero de 2021, un Ejecutivo en el que, por primera vez, los republicanos tenían la presidencia. Los choques internos, provocados por la gestión del diálogo con el Gobierno central de Pedro Sánchez, llevaron a que en octubre de 2022 las bases de la formación que fundó Carles Puigdemont votaran por abandonar el Govern. ERC optó entonces por una aventura monocolor, en solitario y con un exiguo apoyo en el Parlament.

El fiasco electoral de las pasadas elecciones municipales del 28-M dejó a ERC sumida en un profundo shock del que ahora intenta recuperarse. Algunas voces del partido, antes de las elecciones municipales, planteaban la posibilidad de implementar cambios en el Ejecutivo para darle fuerza ante la segunda parte de la legislatura, que terminará en 2025. Pero la pérdida de hasta 300.000 votos en los comicios del 28-M abortó cualquier propuesta que pudiera ser leída como un signo de debilidad.

La cúpula de ERC ha hecho ahora de la debilidad virtud y la figura de Jordà permite, de alguna manera, encarar dos problemas que los republicanos tienen sobre la mesa. El pasado martes, la mayoría de las intervenciones en la asamblea abierta tras las elecciones subrayaron la necesidad de subir decibelios a la reclamación independentista. Si bien no se renuncia a la vía del diálogo, muchos militantes de base criticaban que se han descafeinado las siglas del partido en ese eje. Jordà es una de las caras visibles del alma secesionista de ERC y eso ayuda a generar complicidades.

El agujero que con toda probabilidad dejará Jordà en el Govern (ERC obtuvo 13 diputados en 2019, y por tanto se da por seguro su escaño) implicará, por lo menos, su reemplazo. Hasta ahora, Jordà ha logrado sortear la polémica por las medidas contra la sequía y ha mantenido bajo control el debate sobre el despliegue de parques eólicos en lugares tan delicados como el Golfo de Roses. Oficialmente, en el Palau de la Generalitat niegan que vayan a producirse más cambios. Pero a nadie se le escapa la posibilidad de que la remodelación del Ejecutivo sea más amplia.

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Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.

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