La nueva presidenta del Parlament dice que combatirá “injerencias” judiciales como la que llevó a destituir a Borràs

El Parlamento catalán ya tiene nueva presidenta. La aún alcaldesa de Vic (Barcelona) y diputada y vicepresidenta de Junts, Anna Erra, ha sido elegida este viernes para estar al frente de la Cámara autonómica. Reemplaza así a Laura Borràs, que perdió el escaño por orden de la Junta Electoral Central (JEC) hace unas semanas, tras ser condenada en primera instancia por delitos de corrupción. Erra ha tenido que esperar hasta la segunda vuelta (en la que obtuvo los mismos 64 votos que había cosechado en la primera) para poder acceder al puesto, gracias a los apoyos de ERC y Junts. “La presidenta Borràs abrió caminos que me comprometo a seguir”, ha dicho en su discurso de investidura la que a partir de hoy es ya la segunda autoridad de Cataluña.

“Defenderé esta institución ante cualquier injerencia externa, porque la soberanía de la Cámara os corresponde. Me corresponde a mí, a la Mesa, pero también a vosotros, la defensa y dignidad de este Parlament”, ha añadido Erra, que es la vicepresidenta de la formación fundada por Carles Puigdemont. Y ha apostillado: “En una democracia plena, este Parlament no debería haber sufrido interferencias antidemocráticas como las que ha sufrido, la última de las cuales ha sido la destitución de la presidenta Laura Borràs”. El reglamento de la Cámara establece que una sentencia firme con pena de inhabilitación es la condición para perder el escaño, pero la autoridad electoral impone la condición administrativa de “inelegibilidad” con un fallo en primera instancia.

Erra ha logrado en segunda vuelta el apoyo de 64 diputados de Junts y ERC, frente a los 44 votos que ha obtenido la socialista Assumpta Escarp (socialistas, populares y comunes). Hubo además 25 votos en blanco. Junts y ERC habían pactado que la alcaldesa de Vic fuera la elegida, después de que su nombre fuera puesto sobre la mesa por la formación que lideran Borràs y Jordi Turull. La designación era el primer paso para poner fin a la situación de interinidad que se vivía en la Cámara desde hace casi un año, cuando la Mesa del Parlament suspendió a Borràs del cargo al abrírsele juicio oral por trocear contratos en una institución pública para beneficiar a un amigo.

Los republicanos tienen 33 diputados y Junts, 32. El resultado de 64, por tanto, reflejaría que Lluis Puig, huido en Bruselas, no ha participado de la votación. Pero la CUP, que tiene 10, había anunciado previamente a la votación que daría uno de sus votos al exconsejero. La aritmética, por tanto, deja una gran incógnita: o los anticapitalistas incumplen su palabra o un diputado de Junts o de ERC no ha seguido la consigna de las cúpulas de las formaciones.

En la primera vuelta, Erra se quedó a cuatro votos de la mayoría absoluta. Cada bancada, menos la CUP, había votado a su propio candidato. Escarp había recibido 33 votos; Joan Carles Gallego (comunes), 8; la diputada de Vox María Elisa García Fuster, 10; Matías Alonso (Cs), 5; y la diputada del PP Lorena Roldán, 3. Los 9 representantes anticapitalistas y otro diputado más (el proceso se hace con urna) votaron en blanco. Había dos diputados ausentes.

Críticas al discurso

La nueva presidenta de la Cámara se ha estrenado en su papel negando la palabra al líder de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, que la había solicitado tras la intervención de Erra. Carrizosa ha criticado el tono partidista del discurso de la nueva mandataria y ha solicitado un turno de palabra para todas las formaciones. Erra le ha recordado que el acuerdo con la Mesa no incluía esa posibilidad. Los diputados de Vox han abandonado el hemiciclo.

El PSC, la primera fuerza de la Cámara, ha mostrado su satisfacción por poner ya fin a una etapa irregular de 10 meses de provisionalidad. “Esperamos modernizar y prestigiar la institución”, ha afirmado la socialista Alícia Romero, que también ha recriminado a Erra su discurso de parte. “Ha hecho un llamamiento al no partidismo, pero nos hubiera gustado un discurso institucional”, ha señalado Romero.

Carlos Carrizosa, de Ciudadanos, ha augurado una “legislatura accidentada” con Erra, a quien ha considerado una persona “de ideología ultra” en la defensa del independentismo. Tras el Pleno, el portavoz ha calificado de “alcaldada” que no les permitirá hablar, y ha lamentado que haya reivindicado las ilegalidades del referéndum del 1-O. Carrizosa ha señalado, además, que el Ayuntamiento de Vic fue condenado en 2022 por vulnerar la libertad ideológica al no permitir que se instalara en la calle una caseta de Ciudadanos. “No respetó la neutralidad de las instituciones, sembró la fachada del Ayuntamiento con lazos, pancartas, toleró proclamas con megafonías y performances con cruces amarillas”, ha enumerado el diputado de Cs, haciendo un repaso por algunas de las medidas de claro apoyo al procés independentista lideradas por Erra desde la alcaldía de Vic.

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