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“Que el primer día como profesora te dejen sola en el aula impresiona”

El Departamento de Educación pondrá en marcha en septiembre una prueba piloto para que los recién graduados empiecen a ejercer acompañados de un docente con más experiencia

María Parras imparte su clase de Matemáticas en el instituto de La Pineda de Badalona, con la presencia de su mentora, Sara (al fondo, de azul).
María Parras imparte su clase de Matemáticas en el instituto de La Pineda de Badalona, con la presencia de su mentora, Sara (al fondo, de azul).Gianluca Battista

María Parras inicia su clase de Matemáticas con un grupo de 3º de ESO resolviendo un problema de ecuaciones. Pero excepcionalmente, ese día entre los alumnos también se sienta Sara Guirado, jefa de estudios de FP del instituto La Pineda de Badalona. Sara es la mentora de María, una profesora novel, y le ayuda en todo lo que necesite. Esta colaboración y relación de apoyo forma parte del programa Nest, un plan de mentoría y de ayuda a los nuevos docentes que el Departamento de Educación puso en marcha hace dos años gracias a fondos europeos y que finaliza este 2023.

Como relevo, Educación ha anunciado un programa parecido -también de dos años de durada y financiado por la UE-, bautizado como Sensei, que permitirá que los recién graduados cursen durante un año una especie de residencia, en que combinarán la formación teórica con la práctica en las escuelas, acompañados de un profesor formador. Se trata de una prueba piloto en que participarán 60 centros educativos, 85 mentores y 250 profesores noveles (100 de secundaria y 150 de primaria). El Sensei se pondrá en marcha el próximo curso y durante dos años, pero Educación no concreta si tendrá continuidad sin los fondos europeos.

La mentoría que se realiza con el Nest no es tan intensiva, y Sara solo asiste a clase de María durante una hora cada trimestre; entonces realizan una evaluación sobre su experiencia. “El objetivo es reflexionar sobre su trabajo y buscar soluciones, no vengo a decir cómo tiene que hacer las clases. La idea es ayudarla a que sea ella la que encuentre la forma de hacer las cosas, porque al final ella está sola en la clase”.

La jefa de estudios lamenta que el seguimiento no puede ser más intenso porque a los mentores no se les reduce horas lectivas. “Tienes que cuadrar los horarios, y muchas veces hay que hacer los encuentros fuera de horario laboral. Para hacerlo bien, el Departamento debería dar horas a los centros, porque si no la mentoría depende de la buena voluntad del profesorado y es un trabajo que nadie reconoce”.

María hasta ahora había trabajado en la empresa privada; hace 4 años dio el salto a la enseñanza y dos que está en La Pineda. “Que el primer día como profesora te dejen sola en el aula impresiona. Y cuando empiezas a trabajar coges tus vicios, pero cuando ves a tus compañeros, aprendes otras formas de hacer y te enriquece. Y que te comenten cosas que puedes mejorar también se agradece”, valora la joven profesora.

Los diferentes expertos en educación consultados están claramente a favor de que exista una especie de residencia para profesores, similar al MIR de los médicos, pero con diferencias. De hecho, las nueve universidades catalanas que imparten Magisterio impulsaron el Programa de Mejora e Innovación de la Formación de Maestros (MIF) y en 2017 publicaron un informe planteando cómo debían iniciar su carrera laboral los nuevos profesores. Entonces, se proponía la creación de un máster residente de un año, combinando la teoría con una estancia en un centro escolar. “La carrera no es suficiente y no da ciertos saberes y habilidades que se adquieren cuando entras en el aula. Hay cosas que solo te las da el oficio y un estudiante con un 10 puede ser que no sea capaz de dominar un aula”, reflexiona Enric Prats, profesor de Pedagogía en la Universidad de Barcelona y miembro del MIF. “La profesión de maestro tiene un punto de artesanía; hay cosas que no se aprenden hasta que no te pones a hacerlas”, coincide Pilar Gargallo, de los Movimientos de Renovación Pedagógica.

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Los expertos coinciden en que la carrera de Magisterio es “demasiado teórica” y que las prácticas que realizan durante los estudios no son suficientes. “Hay una desconexión entre las universidades y las escuelas. Los profesores noveles que llegan van muy perdidos”, incide Mar Hurtado, presidenta de Asociación de Maestros Rosa Sensat. Y el primer aterrizaje en una escuela, mejor hacerlo acompañado. “Partir de cero puede ser difícil y te puede ahogar”, añade Hurtado. “Es como aprender a andar, tienes que estar dentro de la piscina para aprender a nadar y tienes que estar acompañado”, ejemplifica la pedagoga Anna Jolonch.

Estas voces expertas coinciden en que una de las claves es cómo se seleccionan los profesores mentores que acompañarán y guiarán a los noveles. “Deben ser los que tengan más experiencia y recursos ante algunas situaciones, pero también que mantengan la ilusión y que sean capaces de transmitirla”, asevera Hurtado. “No tiene que ser una relación jerárquica, sino entre iguales. El mentor no le debe decir al novel lo que tiene que hacer, sino que deben compartir las dificultades y buscar las soluciones entre ambos”, aporta Jolonch.

Algunos expertos coinciden en que, tras la residencia, los profesores deberían permanecer en el centro un tiempo, algo difícil actualmente con la alta movilidad de los interinos. “Si formas a un profesor en un perfil de centro y de familias, y al año siguiente lo cambias, la formación no sirve de nada”, defiende Prats. Pero Hurtado discrepa: “Lo que aprendes tienes que poderlo exportar. A lo mejor no tienen que aprender una metodología, sino a tratar a los alumnos, la resolución de conflictos…”.

En lo que sí coinciden estas voces es en pedir al Departamento una continuidad del programa, y una extensión a más licenciados. “Es difícil ver la eficacia de una medida que afecta a tan pocos profesores, pero también es difícil extrapolarlo a todo el sistema porque faltan docentes que cubran las horas que dejen de hacer los mentores. Con todo, lo que habría que preguntarse es: ¿Sabemos los problemas que tienen los profesores noveles? Porque entonces sí se puede hacer un programa”, remacha Prats.

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