Cataluña cifra el déficit fiscal con el Gobierno central en casi 20.200 millones en 2019

El consejero de Economía de la Generalitat, Jaume Giró, ha presentado este jueves el cálculo de las balanzas fiscales correspondientes al 2019. Según los cálculos de los expertos y utilizando el mecanismo de de flujo monetario (que computa el gasto solo allí donde se ejecuta), el déficit fiscal de las arcas catalanas fue de 20.196 millones de euros, el equivalente al 8,5% del PIB autonómico. Para el titular de la cartera económica del Govern, la cifra muestra que el “maltrato económico del Estado a Cataluña es sistemático, endémico y desleal” y ha insistido una vez más en la necesidad de poder tener soberanía fiscal. Giró se ha mostrado “abierto a escuchar propuestas” sobre una nueva oferta para el modelo de financiación autonómica. La Generalitat, sin embargo, se negó a participar hace meses en un grupo de trabajo de expertos para revisar la actual fórmula.

El llamado déficit fiscal (una de las principales banderas para cargar contra el Gobierno central por parte del nacionalismo y, después, del independentismo) es el resultado de contrastar el gasto efectivo en inversiones y Seguridad Social, por ejemplo, que realiza el sector público central en un determinado territorio con la aportación que esta comunidad concreta realiza a las arcas estatales. Giró ha recordado que desde hace años el Ejecutivo central no da los datos oficiales y por ello la Generalitat se ve obligada, dijo, a hacer sus propias proyecciones. Los casi 21.200 millones correspondientes a 2019 son medio punto del PIB superiores a los cálculos anteriores, de 2016.

El consejero ha especificado que esa suma representa “el 53% del Presupuesto del Govern” y equivaldría, por ejemplo, al conjunto de partidas de las áreas de Sanidad, Educación y Derechos Sociales. La estimación de los expertos contactados por la Generalitat es que los catalanes aportan el 19,6% de los ingresos del sector público central mientras que solo reciben 13,4% en inversiones y servicios. Según Giró, si esa diferencia se equiparara, la Generalitat “podría invertir casi 2.700 euros cada año de más por cada ciudadano”. Desde 1986, cuando se empezaron a calcular las balanzas fiscales, la media es del 8% del PIB.

La existencia del “expolio fiscal” denunciado por los independentistas siempre ha sido cuestionada por muchos expertos, aunque si hay un acuerdo general en que probablemente esté mal financiada. Su mayor contribución se debería a que, al ser uno de los territorios más ricos y el sistema tiene un mecanismo progresivo, se pagara más. La Generalitat ofrece solo uno de los cálculos posibles sobre las balanzas fiscales, el de flujo monetario. De acuerdo con este método, una estación del AVE en Barcelona solo se computa en esa ciudad porque es allí donde genera riqueza. Con el otro sistema, el de carga-beneficio, esa inversión debería repartirse en más territorios al formar parte de una red de alta velocidad de la que se benefician los ciudadanos de varias comunidades.

El Gobierno de Pedro Sánchez puso en movimiento un grupo de expertos para intentar rediseñar el sistema de financiación autonómica pero Cataluña se abstuvo de asistir. Pese a ello, Giró ha asegurado que está dispuesto a oír propuestas, una oferta que sabe que será difícil de que llegue justo antes de un año electoral. Además, las comunidades tampoco han estado presionando al Gobierno al haber estado recibiendo más dinero que nunca por los fondos covid, los procedentes de Bruselas y los incrementos de recaudación. “Si podemos recuperar algunos de los euros que se evaporan cada año, como mínimo valdría la pena intentarlo”, ha asegurado Giró a preguntas de los periodistas. Pese a ello, ha insistido en que aspira a la soberanía fiscal y “gestionar sus propios recursos”. “El modelo vasco o navarro sería lo que nos tocaría”, ha explicado el consejero, asegurando que, evidentemente, eso implicaría una “cuota de solidaridad interterritorial”.

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