_
_
_
_
_

Los Mossos retiran la vigilancia a la principal sospechosa de la explosión del Eixample de Barcelona

El local quedó tan destrozado que no han encontrado, por el momento, indicios que la incriminen

Bar Champi Barcelona
Los Bomberos de Barcelona trabajando en el interior del local donde se produjo la explosión.Massimiliano Minocri (EL PAÍS)
Alfonso L. Congostrina

Los Mossos d’Esquadra han retirado la vigilancia policial a la dueña del bar donde se produjo la explosión el pasado martes en el número 73 de la calle València de Barcelona. La propietaria del bar Champi, principal sospechosa de haber provocado el siniestro, permanece ingresada en el Hospital del Vall d’Hebron pero los investigadores de la policía catalana nunca la han llegado a detener formalmente y, por el momento, no la vigilarán ya que no tienen ningún indicio directo que la incrimine. Pese a ello, fuentes cercanas a la investigación, aseguran que todavía tienen que interrogar a la herida y no descartan su futura implicación. La mujer continúa ingresada en el centro sanitario donde pese a las heridas no se teme por su vida.

Cuando se produjo el siniestro, los vecinos apuntaron directamente a la dueña del establecimiento que llevaba semanas amenazando con “quemar todo el edificio”. Los vecinos habían denunciado hasta cuatro veces ante la Guardia Urbana los gritos, insultos y amenazas que, a priori, no eran creíbles al considerar que provenían de alguien a quien atribuían problemas de salud mental. El martes el bar Champi saltó por los aires. Reventó los muros del local, afectó a pisos, a paredes de cargas e hirió a cuatro personas. Una de ellas es, precisamente, la propia dueña del bar. La explosión estampó la persiana metálica del negocio contra un árbol de la acera, destrozó muros, paredes de cargas y voló el suelo del piso que tenía el bar justo encima. Cuatro personas resultaron heridas, entre ellas la propietaria del bar que estaba justo en la puerta exterior del establecimiento. El fuego afectó a ocho edificios y 34 vecinos fueron atendidos en el lugar de los hechos por diferentes afectaciones leves relacionadas con intoxicaciones y crisis de ansiedad. Una quincena de vecinos todavía no han podido regresar a sus pisos ya que la estructura ha quedado afectada y según alertaron los Bomberos de Barcelona quizás no regresen en semanas.

La dueña del bar solo llevaba cuatro o cinco meses al frente del negocio. Los vecinos del inmueble habían llamado en cuatro ocasiones a la policía municipal por las múltiples amenazas que les profería. “El pasado 1 de abril varios vecinos se personaron en las dependencias de la Guardia Urbana denunciando nuevas amenazas”, reconoció el mismo día de los hechos el teniente de alcalde de seguridad, Albert Batlle. Fue entonces cuando la mujer les amenazó repetidamente con que iba a quemar el edificio. “Los agentes fueron a hablar con ella y como con la ley en la mano, no podían hacer gran cosa, activaron una inspección por las deficiencias sanitarias del establecimiento”, admitía el martes el teniente de alcalde.

La Guardia Urbana acudió el viernes, día 8, para colocar un precinto preventivo del bar pero el negocio estaba cerrado. La siguiente noticia que tuvieron de la propietaria fue la explosión.

La deflagración fue tan grande que apenas han quedado indicios en el bar. Todo apunta que fue la unión de gas con algún tipo de químico acelerante. Por el momento, y hasta que la investigación lo requiera, la principal sospechosa no tendrá vigilancia policial. La mujer nunca ha sido detenida formalmente tras el siniestro.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_