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El Govern solivianta a las escuelas con un nuevo calendario sin consenso

Educación anuncia por sorpresa que el inicio de curso se adelanta al 5 de septiembre en primaria y el 7 en secundaria

Calendario escolar
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, y el consejero de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, conversan con alumnos de una escuela en Lleida.Marc Carnicé/defoto (Europa Press)

El cambio del calendario escolar ha sido recibido con sorpresa y enfado entre la comunidad escolar. El Govern sorprendió este jueves anunciando un adelanto de una semana en el inicio del curso escolar —será el 5 de septiembre en infantil y primaria y el 7 en secundaria— sin haberlo consultado ni consensuado con directores, sindicatos o familias. Los tres colectivos mostraron sus reticencias a la medida, pero sobre todo censuraron las formas del Departamento de Educación. “Una propuesta así no se puede plantear sin pasar por los organismos de debate y decisión, como el Consejo Escolar de Cataluña”, valoró Iolanda Segura, portavoz del sindicato Ustec, el mayoritario del sector educativo.

Tradicionalmente, el curso escolar en Cataluña empieza justo después de la Diada, así que el próximo habría arrancado el lunes 12 de septiembre. Pero Educación ha decidido, de forma inaudita, empezarlo una semana antes, el lunes 5 para las escuelas de infantil y primaria, mientras que los institutos (ESO, Bachillerato y FP) lo harán dos días más tarde, el 7. El aumento de días lectivos se compensa con dos festivos nuevos: uno para Navidad, de modo que las clases finalizarán el 21 de diciembre, y un día más de libre elección para el segundo trimestre. El fin de las clases en verano será el 20 de junio para las escuelas y el 22 para los institutos.

Para mantener los días lectivos también se implantará la jornada continuada en primaria —los institutos mantienen el mismo horario— durante el mes de septiembre, incluyendo el servicio de comedor, tal y como sucede ahora durante el mes de junio en las escuelas públicas. Así, las clases finalizarán a las 13.00 o a las 15.30 si se hace uso del comedor. Para cubrir la hora restante, hasta las 16.30, que es la hora habitual de finalización de las clases de primaria en la pública, los centros podrán organizar actividades y Educación se ha comprometido a sufragarlas. Cambray aseguró que los profesores harán las mismas horas. Y anunció que los sustitutos que formarán parte de la plantilla estructural se nombrarán un mes antes —a finales de junio—. “Así las direcciones tendrán más tiempo para organizar el curso”, terció.

No obstante, el anuncio no ha sido bien recibido por las direcciones, que lo tachan de “medida unilateral”. “Nos lo han comunicado por mail esta mañana. No sabíamos nada ni se nos ha pedido la opinión. A los directores no les gusta cómo se ha hecho el anuncio y están muy dolidos”, asevera Núria Prunés, directora de Axia, la asociación de directores de la pública. Para Prunés, un cambio en el calendario es factible “si se dan las herramientas para gestionar ese cambio”. Pero el problema principal, añade, es el momento elegido. “Será un curso de muchos cambios con los nuevos currículos. Para saber qué plantilla necesitamos, tenemos que conocer los currículos, pero solo hemos visto borradores y ni siquiera conocemos el de Bachillerato”.

La escuela concertada también ha criticado la medida. En un comunicado conjunto, las cuatro patronales y las dos asociaciones de familias recuerdan “que unas medidas de esta envergadura requiere del diálogo necesario” y han solicitado una reunión urgente con el Departamento. Asimismo, la concertada asegura que “garantizará la atención en horario de mañana y tarde”.

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Los sindicatos también se muestran muy críticos con el modo en que se ha planteado el cambio y reprocharon que no se haya seguido el proceso habitual en estos casos, que es consultarlo antes con el Consejo Escolar de Cataluña. Para Ustec “la medida no tiene ni pies de cabeza porque va en contra del tiempo de organización y preparación del curso. Aunque nombren a los sustitutos a finales de junio, estos no se incorporan hasta el 1 de septiembre”. Su portavoz ve el hecho de hacer jornada intensiva todo el mes de septiembre como un “regalito” hacia el colectivo de profesorado para aplacar posibles críticas.

Las familias no creen que esta modificación del calendario beneficie la conciliación “porque lo que se gana empezando una semana antes se pierde con la intensiva durante tres semanas”, apuntó Lidón Gasull, directora de la Affac, la federación de asociaciones de familias. Gasull receló de la promesa de Educación de garantizar actividades gratuitas hasta las 16.30 horas “porque hasta hace unos días Educación se había negado a ello”. Y expresó sus suspicacias por el secretismo del anuncio: “La forma en que se ha hecho nos hace desconfiar. ¿A qué obedece? ¿Qué están escondiendo?”.

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