La segunda Nochevieja sin discotecas y con toque de queda se salda sin incidentes en Barcelona

La segunda Nochevieja sin discotecas y con toque de queda en Barcelona y otras ciudades, debido a las medidas para contener el coronavirus, se ha saldado sin incidentes. A media noche se registraron concentraciones en plazas de la capital catalana como las de Catalunya, Espanya o dels Àngels, y en otros puntos como el Born, protagonizadas sobre todo por turistas celebrando las campanadas. Pero no hubo macrobotellones como los que en la pasada fiesta mayor derivaron con graves incidentes. De madrugada las ganas de fiesta se trasladaron a la playa, sin mascarillas, ni respetar las distancias. Ni, obviamente, respetar el límite de 10 personas en las reuniones.

La noche ha transcurrido también tranquila en el resto de Cataluña, incluso en poblaciones costeras donde no había toque de queda. Los Mossos d’Esquadra han detectado 25 fiestas ilegales en el conjunto de Cataluña “que se han disuelto sin incidencias” y levantando actas a sus organizadores, ha informado el departamento de Interior.

La medida excepcional de encerrarse en casa a partir de la 1 de la madrugada, que ha sido duramente criticada por los sectores de la restauración y el ocio nocturno, se ha cumplido de forma mayoritaria. Además, al coincidir el Año Nuevo en fin de semana muchos ciudadanos han optado por salir de la capital y pasarlo fuera. Tanto el consejero de Interior de la Generalitat como el teniente de alcalde de Seguridad del Ayuntamiento han celebrado este sábado la ausencia de incidentes, el civismo de la ciudadanía y la coordinación entre cuerpos de seguridad y emergencias.

El consejero de Interior de la Generalitat, Joan Ignasi Elena ha destacado el alto cumplimiento de la normativa y ha calificado de “ejemplar” el comportamiento de la ciudadanía. El teniente de alcalde de Seguridad y Prevención del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle, ha comparecido para hacer balance del dispositivo nocturno y ha señalado la “ausencia de incidentes importantes”. “El toque de queda se ha cumplido escrupulosamente”, ha asegurado y ha hablado de “accidentes menores”, al tiempo que ha asegurado de que la mera presencia de Guardia Urbana y Mossos de Esquadra ha funcionado de forma “disuasoria”.

Las personas desalojadas han sido 1.370, lejos de las cifras de decenas de miles de personas del pasado verano. “Ojalá todos los fines de semana del año fueran como este”, ha concluido tras reportar que ha habido un millar de llamadas por molestias por fiestas en domicilios “en un fin de semana normal en pandemia y con restricciones”.

El departamento de Interior ha reportado que el teléfono de emergencias 112 ha recibido 3.356 llamadas durante la pasada noche, un 10% más que hace un año. La mayoría (2.465) han sido por incidentes relacionados con la celebración de la fiesta (un incidente puede originar varias llamadas). El 35,4% de las llamadas (1.188) han sido para avisar de actuaciones incívicas; el 21,6% (724) para requerir asistencia sanitaria; el 17% (571) por peleas o amenazas; el 10,6% (355) por problemas de seguridad ciudadana y el 2,9% (97) por incendios y rescates. Durante la noche se han detenido un total de 53 personas, de las que 23 estarían relacionadas con delitos contra el patrimonio y 14 por violencias machistas, ha informado Interior.

Guardia Urbana y Mossos d’Esquadra, cuyas plantillas se han visto afectadas por casos de covid, tenían preparado un dispositivo especial de Fin de Año, tanto en materia de seguridad como de movilidad, y con especial énfasis en la celebración de fiestas donde pudiera haber aglomeraciones. Durante la jornada del viernes la policía autonómica detectó, avisada por vecinos, la organización de dos fiestas rave, en Tarragona y el Penedès, que impidió celebrar. Durante la noche 200 efectivos realizaron controles de alcoholemia y drogas en 52 puntos de las principales carreteras.