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El servicio que atendía a la familia de la plaza de Tetuan estalla contra la falta de recursos

En un comunicado las 12 trabajadoras sociales que atienden a menores en locales ocupados consideran “flagrante que no se haga nada para evitar” su situación

Flores y velas en el recuerdo a la familia fallecida en el incendio del local en el que vivían.
Flores y velas en el recuerdo a la familia fallecida en el incendio del local en el que vivían.Carles Ribas (EL PAÍS)

Las profesionales del SISFAM, el servicio de 12 trabajadoras sociales del Ayuntamiento de Barcelona que atiende a menores que viven en naves o locales ocupados, han emitido este miércoles un duro comunicado en el que denuncian la falta de medios con la que trabajan. Las trabajadoras, que son los que acompañaron a la familia fallecida el martes en un incendio en el local que ocupaban en la plaza de Tetuan de Barcelona, recuerdan que hay muchas más familias en la misma situación y que la falta de vivienda asequible y su situación administrativa irregular “les aboca a vivir en infraviviendas”.

“Es flagrante que no se haga nada para evitar que haya infancia que tenga que vivir en estas condiciones de pobreza, riesgo y exclusión social”, denuncian en un comunicado difundido por las redes sociales en el que comienzan lamentando la muerte de la familia que atendían.

Las siglas SISFAM significan Servicio de Integración Social a Familias con Menores y su existencia se remonta al momento en que en Barcelona había numerosos asentamientos de familias de origen gitano: tanto procedentes de Rumanía como de Galicia o Portugal. El servicio se llamaba entonces SISROM. Son solo 12 profesionales para atender a los 200 menores que según el propio Ayuntamiento viven en asentamientos o en locales comerciales ocupados. El presupuesto del servicio es de 430.000 euros este año, 30.000 euros más que en 2018.

El servicio siempre ha sido externo al Ayuntamiento, como ocurre con el reconocido CUESB, el servicio social que atiende emergencias, o el Servicio de Atención Domiciliaria. Al llegar al poder, los comunes de la alcaldesa Ada Colau se habían comprometido a municipalizar los servicios sociales que están externalizados, pero solo acabó ocurriendo con los dos que atienden a mujeres: el SARA y el PIAD. En el primer mandato, el incumplimiento del compromiso provocó fricciones con la CUP, entonces con representación en el Ayuntamiento.

Los trabajadores transmiten el pésame a los familiares de las personas fallecidas y señalan: “Continuaremos trabajando al lado de las familias que viven en estas condiciones”.

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Desde el colectivo de trabajadores sociales SOS Habitatge, un portavoz lamenta que el SISFAM “esté integrado por compañeros precarizados y externalizados” y recuerda que el servicio “ha denunciado la cesión ilegal de trabajadores”.

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