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La falta de chips obliga a cerrar tres días la planta de Seat en Barcelona

La marca española gana tiempo para abastecerse ante un problema que golpea a todo el sector

Dani Cordero
Seat
Dos operarios participan en el ensamblaje de un Seat Leon en Martorell (Barcelona).Albert Garcia (EL PAÍS)

Seat cerrará su fábrica de Martorell (Barcelona) los próximos viernes, lunes y martes a causa de los problemas que está teniendo para abastecerse de semiconductores, un inconveniente que está golpeando a toda la industria de la automoción. Tras ir capeando el déficit de chips, la marca española propiedad de Grupo Volkswagen ha decidido tomar una medida más radical, que en la práctica le permite ganar una semana de tiempo, ya que la factoría tenía previsto paralizar la producción este miércoles y este jueves por motivos de festividad local en Cataluña. Asimismo, continuará paralizada la línea que ensambla el modelo Audi A1, en una decisión que había acordado con el comité de empresa.

Pese a la medida, la compañía no plantea la presentación de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) para las 7.000 personas que trabajan directamente en fabricación. Los paros programados se absorberán mediante medidas de flexibilidad. Hasta ahora se había capeado la crisis con la priorización de la producción de vehículos menos afectados por la falta de semiconductores y más demandados por el mercado, los más pequeños y más modestos y, por tanto, los menos demandantes de tecnología.

La falta de chips se está convirtiendo en el último quebradero de cabeza de la industria de la automoción. La patronal europea de la industria auxiliar (Clepa) cuantifica en medio millón de vehículos los que se han dejado de producir en lo que va de año por los problemas de abastecimiento. Grupo Volkswagen tiene paralizadas diversas factorías por este motivo, a las que esta semana se suman las dos que tiene en España. La de Barcelona lo hará este jueves, y la de Navarra está paralizada desde que empezó la semana y sigue este martes sin actividad, a la espera de poder reemprender la producción el miércoles. La dirección de Nissan en España también ha comunicado a la plantilla de su factoría barcelonesa que la producción se verá afectada las dos próximas semanas.

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En España, la falta de chips ha afectado a la mayor parte de factorías, ya sean la de Almussafes (Valencia) de Ford o las que los grupos Mercedes, Stellantis o Renault operan en toda la Península.

En estos momentos, toda la presión está sobre los responsables de compras y logística, que buscan los chips necesarios para los diferentes componentes que los utilizan en un vehículo. En el caso de Volkswagen en Pamplona, el problema afecta tanto a la falta de pantallas que gobiernan el navegador y el equipo multimedia del vehículo, como a la columna de dirección de los coches que produce.

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El problema se está intentando gestionar desde el mes de enero y los últimos confinamientos en países asiáticos lo están agravando. Los rebrotes de coronavirus entre trabajadores del puerto de Yantián (sur de China), el mayor del mundo entre los que tienen una única terminal de contenedores, está provocando problemas de atascos de buques de carga e incertidumbre en la industria logística, según informa Efe de fuentes locales. Por esas instalaciones portuarias pasa un tercio del comercio internacional de la provincia china de Cantón, lo que habría añadido presión sobre otros puertos del país, entre ellos el de Hong Kong, después de haber sido desviados más de 300 viajes. Pese a que se ha recuperado parcialmente la actividad, este lunes tan solo operaba al 70% de la capacidad habitual, según las mismas fuentes.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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