El museo de Lleida entrega 42 obras más al de Barbastro este viernes

Tercera entrega de piezas desde el Museo de Lleida al de Barbastro. Tras las 28 primeras obras entregadas a mitad de febrero, el centro leridano ha entregado esta mañana 42 obras más del conjunto de 111 que reclama el obispado de Barbastro-Monzón desde el año 1995, perteneciente a las 43 parroquias segregadas de la diócesis de Lleida para pasar a la nueva diócesis de Huesca. Las 42 obras que han salido en un camión hacia Barbastro estaban en las reservas del museo: son 27 casullas, dalmáticas y capas pluviales, 13 tablas góticas y 2 pinturas sobre telas.

Las obras son originarias de 14 iglesias y parroquias: Roda de Isábena, Montagut, Castigaleu, Morillo de Liena, Chalavera, Algayón, Valcarca y Binaced, Casserras, Merli, Montsó, Pui de Santa Creu, Villacarli y Ejea.

El camión que transportaba las obras salió puntual a las 11 del mediodía y llegó al Museo de Barbastro-Monzón alrededor de las 12 horas donde las esperaba el director del centro, Ángel Noguero, y la directora general de patrimonio de Aragón.

El próximo miércoles día 10 viajarán el resto de las 41 piezas hasta completar las 111 que se reclaman, entre las que estarán las 18 obras que han estado expuestas hasta ahora (16 en el museo de Lleida y dos en la iglesia de San Lorenzo de Lleida), como el frontal de altar de Sant Hilari de Buira de Bonansa (siglo XIII) y de San Vicente Treserra de Arén (siglo XIII), la arqueta de Buira de Bonansa (siglo XIV), el retablo de San Cristóbal de Santaliestra (siglo XV), la Virgen María con el Niño de Saidí (siglo XIV), la pintura sobre tabla de San Martín Obispo (siglo XV), una cruz procesional en plata (siglo XVI), un Nacimiento y Adoración de los pastores (siglo XVI), una pintura Santa Eulalia y Santa Madrona (siglo XVI) y el cuenco de Benavente (siglo XIV), entre otras

La entrega de este viernes ha coincidido con un auto de la jueza del Juzgado de Primera Instancia número 1 de Barbastro en el que “desestima íntegramente” las alegaciones a la ejecución de la sentencia que presentó el Consorcio del Museo de Lleida y el obispado de Lleida y ha ordenado que la entrega de las obras siga adelante, en una resolución que es firme y ante la cual no cabe recurso alguno.

Los representantes legales del museo y del obispado hacían valer que se trataba de una sentencia provisional que está recurrida a instancias superiores que, en caso de que la sentencia fuese revocada y tuvieran que volver a Lleida, la destrucción o daños que los traslados podrían producir en las obras serían de imposible reparación. Según la juez, la parte catalana no ha acreditado “la imposibilidad de llevar a cabo ese transporte correctamente a efecto ni menos los daños irreparables”. Y si se produjeran siempre podrá pedir daños y perjuicios. Tampoco tiene en cuenta la jueza las alegaciones que aseguran que el destino de los bienes no es el adecuado para su conservación, ya que “no puede estimarse dicha causa pues no existe prueba alguna de que así sea”.

Desde Cataluña la Xarxa de Museus d’art de Catalunya ha vuelto a recordar el precedente que representa para los museos la decisión del juez de Barbastro de obligar a entregar los 111 bienes sin una sentencia firme. En un comunicado de apoyo a los responsables y trabajadores del Museo de Lleida han asegurado que la colección leridana es “fruto de una historia común y de unas relaciones culturales entre unas parroquias que hasta hace poco conformaban el Obispado de Lleida”. También han remitido las recomendaciones de organismos internacionales como el Consejo Internacional de los Museos, ICOM, que defiende el principio de permanencia e integridad de las colecciones, considerando que “no existe ningún razonamiento museológico que justifique el desmembramiento de una parte de la colección” que se formó hace más de 125 años.

Tras denunciar el grave precedente de la medida, los directores de los museos de arte catalanes han pedido “como medida de conservación preventiva” que se modifique la Ley de enjuiciamiento civil que posibilita las entregas provisionales de bienes sin distinguir su naturaleza patrimonial y evitar la entrega de fondos sin una sentencia firme.