_
_
_
_
_
DANZA

‘Solstice’ hipnotiza por los efectos visuales y la música y decepciona por el baile

El espectáculo de Blanca Li, presentado en el Liceo, es un canto a la naturaleza

Imagen de 'Solstice' de Blanca Li.
Imagen de 'Solstice' de Blanca Li.

El pasado sábado por la tarde, al finalizar la primera función de Solstice, un canto a la Naturaleza de la compañía de danza contemporánea de Blanca Li, los aplausos del público del Liceo fueron fríos, a excepción de los que recibió el percusionista Bachir Sonogo, que interpretó la intensa música creada por Tao Gutiérrez para este montaje. Su fuerte personalidad escénica y la intensidad de su ejecución fueron lo mejor de la noche.

Otras cualidades de este espectáculo —una producción del Théâtre National de Chaillot de París— son la escenografía de Pierre Attrait, con las colaboraciones de Charles Carcopino, creador de un escenario tecnológico con efectos visuales cinematográficos; y la hechizante iluminación diseñada por Caty Olive, sin olvidar el vestuario de Laurent Mercier. Estos artistas juntos consiguen que el escenario del Liceo se convierta en un océano enfurecido, en una serena playa o en un paraje envuelto por vientos huracanados.

Al empezar Solstice el público se quedó paralizado por la fuerza y belleza de las imágenes, un bravo oleaje inundó el escenario, mientras nubes oscuras amenazaba tormenta. Este inicio tan potente fue decayendo lentamente a lo largo de la pieza; las imágenes dejaron de sorprender, aunque seguían siendo hermosas, y no ayudó el baile de los magníficos 14 bailarines que integran la compañía de Blanca Li. No se puede hablar de fluidez coreográfica, sí de movimiento. Un movimiento que entremezcla el gesto cotidiano con el primitivo, la rudeza con la ternura, pero que no encierra ninguna riqueza gestual y llega a aburrir.

Blanca Li se posiciona cada vez más como una excelente directora de escena más que como una coreógrafa. Como artífice de espectáculos efectistas es una de las mejores, solo hay que recordar El jardín de las delicias, una deslumbrante pieza sobre la pintura de El Bosco, que se presentó en el Festival Castell de Peralada de 2011.

A lo largo de los cien minutos que dura la pieza abundan los momentos brillantes, en su mayoría escenográficos y musicales: los cantos a la lluvia de los campesinos para lograr una buena cosecha, la vitalidad del trabajo coral y las imágenes que exhiben la contradicción entre las fuerzas de la Naturaleza, como por ejemplo cuando una apacible ola se convierte en un tsunami o una tranquila brisa en huracán. Esos momentos imprimen a Solstice una belleza nada desdeñable.

La granadina Blanca Li es coreógrafa, bailarina, directora de escena de ballets, musicales y óperas; también es realizadora de audiovisuales y cine, además de actriz. En la actualidad dirige los Teatros del Canal de Madrid. Sus trabajos no se han prodigado mucho entre nosotros, pero se recuerda su magnífico espectáculo de hip-hop, Macadam Macadam, que se bailó en 2007 y 2011 en el Mercat de les Flors, el circense, Le Vertige du Papillon, y el ya citado en Peralada.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete


Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_