Cataluña construirá cinco hospitales satélite para aumentar las plazas de UCI

La covid-19 va para largo y la sanidad catalana acelera los refuerzos. La Generalitat ha anunciado la construcción de cinco hospitales satélite anexos a grandes centros sanitarios para aumentar las plazas de cuidados intensivos ante un eventual repunte de la pandemia. La comunidad se encuentra, en palabras del secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, en “una estabilidad tensa”, es decir, que la curva epidémica está contenida, pero en niveles muy altos. Esta semana se han registrado más de 6.200 casos (82 infectados por cada 100.000 habitantes) y hay 786 personas ingresadas en los hospitales, 157 en la UCI. El plan de Salud es reforzar, a través de espacios, la capacidad de la UCI (490 nuevas camas) y, cuando baje la pandemia, reciclar esta infraestructura para otros usos. El Govern destinará 85 millones de euros para la construcción de estos centros satélite, pero no plantea aumentar el personal sanitario para atenderlos.

Los nuevos espacios funcionarán como extensiones de los hospitales de referencia que tienen al lado. A saber, el Arnau de Vilanova de Lleida, el Germans Trias i Pujol, el de Bellvitge, el Moisés Broggi y el Parc Sanitari Pere Virgili. Se trata de módulos prefabricados que tienen una vida útil de 30 años y pueden acoger entre 72 y 108 plazas de UCI distribuidas en tres plantas de entre 24 y 36 camas cada una. En enero, cuando el Govern prevé que estén terminados, alrededor de 490 camas de críticos se sumarán a las 600 plazas estructurales que había antes de la pandemia y a las 300 que el Departamento de Salud ha dejado instaladas preventivamente tras el fin de la primera ola. En total, pues, habrá unas 1.400 camas para enfermos críticos. Según el Ministerio de Sanidad, Cataluña tiene ahora mismo el 5% de sus camas convencionales ocupadas y el 14% de sus UCI.

El plan de Salud es que estos dispositivos sirvan, además de para aumentar el número de camas estructurales de UCI, para liberar otras áreas asistenciales de los hospitales que, debido al impacto de la pandemia, han tenido que ceder sus espacios para atender pacientes con covid-19. Una vez se superen los peores picos de la pandemia y la curva epidémica baje, estos espacios prefabricados podrán reutilizarse como unidades de apoyo asistencial para la actividad sanitaria ordinaria, hospitales de día, salas de consultas o, incluso, como “zonas de reserva estratégica”, apunta Salud, para abrirse en 24 o 48 horas si se registra un brote u otro repunte de la incidencia.

Sin personal específico

Salud construirá estos espacios a través del fondo covid aprobado por el Gobierno central, pero el Govern no se plantea dotarlo de profesionales específicos para atender estas nuevas unidades. Serán los hospitales de referencia de cada centro satélite los que decidan qué recursos humanos se invierten en estos dispositivos. Por el momento, no se ha establecido un número concreto de facutaltivos, enfermeras o administrativos que deberán atender a los pacientes.

“Los programas formativos en el manejo de pacientes críticos” ya han comenzado a impartirse, ha asegurado el director del Servicio Catalán de la Salud, Adrià Comella. El alto cargo sanitario ha advertido, sin embargo, que el rastreo de contactos y los cribados con PCR “han de evitar” que los enfermos lleguen a la situación crítica de tener que ser ingresados en la UCI. En esta segunda ola, la mayoría de los infectados son personas asintomáticas y la media de edad ha bajado a los 37 años, aunque eso no implica que personas jóvenes puedan tener un cuadro clínico complejo que requiera ingreso hospitalario y UCI.

Salud mantiene los cribados masivos en las escuelas catalanas para detectar casos asintomáticos y cortar de forma precoz las cadenas de transmisión. Actualmente hay 1.267 grupos estables de escolares confinados y dos escuelas cerradas tras detectar varios casos confinados. Desde el inicio de curso, se han registrado 3.157 positivos y hay 30.128 personas aisladas —28.222 alumnos, 1.640 docentes y personal administrativo y 266 trabajadores externos—. El Departamento de Salud insiste en que el impacto de la apertura de las escuelas no ha sido significativo sobre la curva epidémica y recuerda que la mayoría de las infecciones están relacionadas con las interacciones sociales entre grupos de personas.

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